El drama educativo argentino: de los maestros a los trabajadores de la educación

Por Roberto Cachanosky. Publicado el 5/2/2020 en: http://economiaparatodos.net/el-drama-educativo-argentino-de-los-maestros-a-los-trabajadores-de-la-educacion/

 

El promedio de las provincias argentinas registra en la escuela primaria estatal 12,4 alumnos por docente (NA)
El promedio de las provincias argentinas registra en la escuela primaria estatal 12,4 alumnos por docente (NA)

En su momento se decía: “con una buena cosecha nos salvamos”. Ahora se puso de moda preguntar por Vaca Muerta, esperando que, milagrosamente, ese yacimiento gasífero nos salve de la decadencia. La mente de buena parte de la población argentina y de la mayoría de la dirigencia política está puesta en creer que los recursos naturales son riqueza.

Tenemos que tener en claro que ni la pampa húmeda, ni Vaca Muerta van a sacarnos de nuestra decadencia si previamente no tenemos instituciones, es decir reglas de juego que generen los incentivos para invertir y trabajar. Pero esas instituciones se basan en los valores que imperan en una sociedad. ¿Cultura de la dádiva o cultura del trabajo? ¿Competencia o proteccionismo para vender productos de mala calidad y a precios más altos que en condiciones de competencia? ¿Vivir del trabajo propio o del trabajo ajeno?

La realidad es que, además de tener los valores necesarios para poder sostener instituciones que induzcan la inversión, también hay que preparar a las nuevas generaciones para enfrentar los cambios tecnológicos que vemos día a día. De manera que tener un pueblo preparado, con un buen sistema educativo, va a ser clave para lograr una tasa de crecimiento sostenida y con altos niveles de ingreso.

La generación del 80 apostó a la educación. Domingo Faustino Sarmiento fue su gran impulsor pero Julio Roca fue el que más escuelas construyó. Ambos vieron en un pueblo educado las bases para tener un país que pudiera progresar.

En Argentina muchos se llenan la boca hablando de educación pero lamentablemente, desde que los maestros dejaron de llamarse maestros y pasaron a llamarse trabajadores de la educación, la educación pública es cada vez de menor calidad, y tampoco sobresale la privada.

El sindicalismo pasó a copar el manejo de la educación y los contenidos son propios de un populismo que enaltece al líder político al tiempo que deliberadamente distorsiona nuestra historia. Pueden hacer la prueba preguntándole a un chico de 12, 14 o 15 años quién fue Juan Baustista Alberdi y verán que no lo conocen. Y si se les pregunta qué se festeja el 25 de Mayo suelen contestar “la Independencia de Argentina”. Y si se le repregunta y les dice: ¿y el 9 de Julio, que se conmemora?, no sabrán qué responder. Finalmente, están las pruebas PISA que muestran lo mal que viene la educación en Argentina.

El gráfico anterior muestra el gasto público consolidado provincial destinado a la educación básica desde 1980 hasta 2017 como porcentaje del PBI. En 1980 se destinaba a educación básica el 1,26% del PBI y en 2017 se destinó el 3,63%, de acuerdo a los datos del Ministerio de Economía. Es decir, los recursos se multiplicaron casi por 3. ¿Dónde fueron a parar tantos recursos?

La relación entre cantidad de alumnos de colegios primarios estatales respecto de la cantidad de docentes, según datos del anuario estadístico del Ministerio de Cultura para 2018, revela que para el promedio país da 12,4, con provincias que prácticamente tienen una educación personalizada como pueden ser los casos de Catamarca, La Pampa, Río Negro, entre otras.

Como comparación se pueden tomar dos referencias. Los colegios privados argentinos y la misma relación para la UE.

En el primer caso, la estadística una relación promedio que duplica a la observada en la escuela estatal: da 24,1 alumnos por docente. A pesar del Estatuto Docente, hay una relación promedio bastante potable, considerando que lo ideal es tener por aula entre 25 a 30 alumnos máximo para poder hacer un intercambio adecuado entre el maestro y los alumnos.

Esto vale para todos los niveles de enseñanza, incluso para postgrados, si entendemos cómo enseñar el intercambio entre el alumno y el docente, de manera que el docente pueda generar inquietudes intelectuales entre sus alumnos.

Mientras que en segundo caso, la relación alumno sobre docente en países europeos, de acuerdo a los datos de Eurostat, el promedio arroja 14,7 alumnos por docente pero con países como Francia que tienen una relación de 16,9, en Reino Unido 19,5 y Dinamarca 16,7, entre otros.

Uso poco eficiente de los recursos

Todo parece indicar que Argentina no es que esté destinando pocos recursos a la educación, sino que está dilapidando recursos por el Estatuto del Docente que ha generado una acumulación de “noquis” en el sistema.

A modo de ejemplo, en CABA había, en 2016 más docentes interinos: 43.761, que titulares: 38.328. Además, se sumaban 30.218 suplentes, representaban 79% de los titulares. Y 11.122 transitorios. Un verdadero delirio donde se privilegia al “trabajador de la educación” en vez de privilegiar la educación.

No es casualidad que en 2011 el 24,8% de los alumnos de colegios primarios se pasaron a colegios privados, aumentando al 27,1% en 2018, de acuerdo al boletín estadístico del Ministerio de Educación. La gente hace el esfuerzo de mandar a sus hijos a colegios privados porque la educación pública cayó en manos de dirigentes sindicales que se asemejan más a dirigentes políticos y el tema educativo queda relegado a último plano.

En síntesis, para poder progresar, cualquier país va a necesitar un sistema educativo de excelencia en que prime la calidad educativa. Sin eso no hay chances que las nuevas generaciones puedan adaptarse al trabajo cerebro intensivo que se da a raíz de los avances tecnológicos.

Si encima a los chicos se les enseña en las escuelas que unos son pobres porque otros son ricos, creamos las condiciones ideales para que el éxito, el esfuerzo personal y la capacidad de innovación sean rechazadas por las nuevas generaciones e impere la envidia al éxito ajeno.

La mezcla de ignorancia de muchos docentes, de dilapidación de recursos y del sindicalismo de los trabajadores de la educación está condicionando el futuro de la Argentina, llevándola a perpetuar la pobreza. Y la pobreza y la ignorancia es tierra fértil para que broten las tiranías.

 

Roberto Cachanosky es Licenciado en Economía, (UCA) y ha sido director del Departamento de Política Económica de ESEADE y profesor de Economía Aplicada en el máster de Economía y Administración de ESEADE. Síguelo en @RCachanosky

Políticamente incorrecto, y el dólar peluquero

Por Alejandro Tagliavini. Publicado el 2/10/19 en:  https://www.ambito.com/politicamente-incorrecto-y-el-dolar-peluquero-n5057703

 

Políticamente incorrecto, y el dólar peluquero

Hay dos posibilidades. Ser políticamente correctos y seguir eligiendo entre los políticos que “gobiernan” desde hace años con, básicamente, los mismos modelos y seguir escuchando a los gurúes -como los del REM cuyos registros históricos muestran que son “erradores” profesionales- o podemos ser políticamente incorrectos y cambiar todo. Aunque no dudo de que Argentina seguirá por el camino “correcto” dado su proverbial y fuerte conservadurismo.

Y, por cierto, entre los “erradores” está el FMI que dice -con desparpajo- que hizo todo lo posible cuando basta ver los registros para encontrar que su “ayuda” se basaba en su afirmación de que la economía iba bien. Y tiene en esto razón la izquierda radical al exigir que este organismo se haga cargo junto con la “patria financiera” gran beneficiaria de la bicicleta, el rulo, el bucle, el teñido blue y los todos efectos de peluquería que vendrán en la medida en que el Gobierno introduzca regulaciones logrando que el dólar sea la mejor inversión.

Bonos y acciones operaron en alza el día posterior a cuando Alberto Fernández (AF) dijo que intentaría evitar quitas del capital en el pago de bonos y buscaría una reestructuración de la deuda “al estilo uruguayo”. Pero resulta que en el medio está el FMI que, como buen banco -multi- estatal, es estatista y lo hace a costa del sector privado, el mercado y por tanto siempre exige una quita a los privados -como en el caso de Ucrania en 2015- o un aumento de impuestos de modo de lograr un superávit primario para hacer frente a los intereses a cambio de sostener los desembolsos que faltan.

El entonces ministro de Economía uruguayo reconoce que “Nos peleamos con el FMI. Se realizó una política de apertura comercial, firmamos acuerdos de inversiones con EE.UU. y México, políticas de cielos abiertos y una baja en la presión impositiva”.

Pero pareciera que AF estaría pensando en aumentar los impuestos sobre los más ricos -sobre los bienes personales- no para los blanqueados, sino sobre todos los activos del exterior. Por cierto, en España estos impuestos se cobran a partir de €700.000 con una exención por patrimonio inmobiliario de €300.000 y con tasa entre 0,2% y 3,5% en 2018 siendo el más alto del mundo. En cambio, en Argentina el mínimo imponible ronda los u$s19.000 y tasa de 0,75%.

Ahora, a los políticos no les conviene decir que no importa a quién ni cómo estén dirigidos los impuestos, siempre terminan siendo derivados hacia abajo -subiendo precios, bajando salarios, etc.- hasta llegar al más pobre. De hecho, la “presión fiscal total” –impuestos, más inflación más tasas exageradas- es la principal causa de pobreza ya que es dinero retirado del mercado que pasa por una tremenda burocracia, cuando no corrupción, para volver poco a los millones de argentinos.

Y así es como Macri consigue aumentar la pobreza, agrandando al Estado en relación al sector privado. Por caso, según el Indec, el empleo público presentó otra suba en julio de 0,7% i.a., cuando en el sector privado cayó 2,1% y los monotributistas bajaron en 0,7%. En tanto que los salarios aumentaron un 34,7% i.a. en el sector privado no registrado, 44% en el registrado y 46,5% en el sector público.

Hasta diciembre el Tesoro tendrá necesidades financieras cercanas a los $530.00 M y u$s6.600 M y probablemente el cierre del programa financiero 2019 requerirá de la “asistencia monetaria” del BCRA, léase inflación. El problema es el 2020 ya que faltarían entre u$s25.000 y 40.000 M para cubrir el déficit.

Así las cosas, AF debería pasar de un déficit global de 3% del PBI a un superávit de un 2%, para poder pagar al menos los intereses de la deuda, un ajuste fiscal global de 5% del PBI lo que significaría un “ajuste salvaje”, una política fuertemente contractiva en 2020-2021 cuando la recaudación impositiva languidece y va para peor.

La próxima campaña agrícola 2019-2020 verá reducida su volumen de producción en 3%, según la BCBA, lo que no es un dato menor ya que el PB Agrícola aporta 1,6% al crecimiento de la economía en 2019 y u$s28.500 M en exportaciones, prácticamente el único oferente neto de divisas. En 2020, se registraría una caída en el valor de las exportaciones del orden del 8%. Vaca Muerta, la otra “gallina de oro”, hasta ahora “crece” gracias a aportes y subsidios estatales con lo que deberá sincerarse, es decir, quedar completamente en manos del mercado para ver si es rentable o un muerto con cara de vivo.

Así las cosas, viene más tiempos de economía débil a menos que se sea políticamente incorrecto. Lo que la izquierda radical no dijo es que también es responsable, junto al FMI y “la patria financiera”, el Estado que tiene la llave de todo esto. Argentina debería de una vez por todas reconocer que es un deudor serial desde hace décadas y, por tanto, reconvertirse privatizando -o sea, sacarles a los políticos para entregar al mercado conformado por los millones de argentinos- y vendiendo propiedades inconvenientes, además de desregular fuertemente -desencorsetar- de modo que la economía pueda expandirse.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE. Síguelo como @alextagliavini

La propia historia de Argentina e Irlanda indican que el único futuro para el país es el mundo

Por Roberto Cachanosky. Publicado el 18/6/2019 en: https://www.infobae.com/opinion/2019/06/18/la-propia-historia-argentina-e-irlanda-indican-que-el-unico-futuro-para-el-pais-es-el-mundo/

 

Tenemos la gran oportunidad de volver a competir en primera división y para eso necesitamos disciplina

Vaca Muerta, un yacimiento de petróleo y gas que puede cambiar la historia económica de la Argentina (Thomas Khazki)
Vaca Muerta, un yacimiento de petróleo y gas que puede cambiar la historia económica de la Argentina (Thomas Khazki)

Además de tener una buena cosecha este año, la esperanza para el crecimiento económico hacia el futuro ahora también está puesta en Vaca Muerta. Así, los dos grandes salvadores de la economía argentina pasan a ser la pampa húmeda (el viejo dicho de que con una buena cosecha nos salvamos), con la idea de que el campo produzca millones de toneladas de granos, y Vaca Muerta. Pero es un grosero error creer que ambas son riquezas: son recursos naturales que no generan nada si previamente no están dadas las condiciones institucionales como para que se invierta y se trabaje en ellas.

Como primera reflexión recordaría que la pampa húmeda existía antes de febrero de 1852. Ganada la batalla de Caseros, pudimos tener una Constitución Nacional -el marco institucional- como la de 1853. Esta ley máxima estaba inspirada en las ideas de Juan Bautista Alberdi, que dieron lugar al impresionante crecimiento económico de Argentina.

 En 1895 y 1896 Argentina pasó a ser el país con el mayor ingreso per cápita del mundo de acuerdo a datos de Angus Maddison

Recién en 1880, lograda la consolidación nacional, logramos salir eyectados al crecimiento. Hasta ese momento la pampa húmeda era solo un recurso natural que no podía explotarse por los conflictos internos y los malones de indios que venían desde Chile a robar el ganado, matar a los colonos y secuestrar a sus mujeres y niños. Bajo esas condiciones era imposible transformar un recurso natural. Gracias a la conquista del desierto de Roca, que evitó que la Patagonia cayera en manos del país vecino, es que se expandieron las fronteras de producción, aparecieron los ferrocarriles y los inmigrantes llegaron a trabajar la tierra sin miedo. En 1895 y 1896 Argentina pasó a ser el país con el mayor ingreso per cápita del mundo de acuerdo a datos de Angus Maddison.

 Si Argentina quiere terminar con la pobreza, la indigencia, la desocupación y mejorar el nivel de vida de su población necesita, desesperadamente, inversiones

Puesto de otra manera, si Argentina quiere terminar con la pobreza, la indigencia, la desocupación y mejorar el nivel de vida de su población necesita, desesperadamente, inversiones. Pero las inversiones van a venir si las reglas de juego son atractivas y permanentes en el tiempo. Ahora, ¿cómo volver a recuperar las instituciones que nos hicieron ser uno de los países más prósperos de la tierra a fines del siglo XIX y principios del siglo XX? De la misma forma que lo hizo la generación del 80, hoy denostada por los progres y populistas al punto tal que en las escuelas ya ni se estudia quién fue Alberdi y cuáles eran sus ideas. ¿Qué hizo la generación del ’80? Incorporó la Argentina al mundo y ancló la calidad institucional a las instituciones del mundo. Pasó a jugar en primera y le exigió ser muy disciplinada en materia económica y de calidad institucional.

Irlanda, el tigre celta

Un caso reciente es el de Irlanda, el tigre celta. Veamos algunas comparaciones. Argentina tiene un territorio de 2.780.400 kilómetros cuadrados e Irlanda tiene una superficie de 70.273 km2, un poco más chica que la provincia de Formosa. La población local es de 44 millones de habitantes y la del país europeo, 4.857.000. Digamos que Irlanda tiene una población que es un 10% de la de Argentina y el territorio es el 2,5 por ciento. Irlanda no tiene la pampa húmeda, ni Vaca Muerta pero tiene un ingreso per cápita de USD 68.886 en dólares corrientes y Argentina de USD 14.398, ambos de 2017 según el Banco Mundial. Irlanda tiene un ingreso per cápita más alto que el del Reino Unido que está en los USD 39.954.

Dublín

Dublín

Un dato más: en 2017 las exportaciones de bienes y servicios de Argentina fueron USD 73.391 millones y las de Irlanda USD 399.000 millones, una diferencia de 5,4 veces más sin agro sin combustibles shale¿Qué exporta Irlanda?  Conocimiento.

De acuerdo al World Trade Organization, en 2017 Irlanda exportó USD 136.761 millones en bienes y USD 186.080 millones en servicios (hay una leve diferencia con los datos del Banco Mundial citados antes). Pero lo importante es tener en cuenta que exportó casi el doble de lo que exportamos nosotros en bienes. ¿Qué tipo de bienes exportó? Medicamentos, sangre humana, sangre animal para usos terapéuticos, helicópteros, aviones, instrumentos y aparatos de medicina, por citar algunos de los más importantes. Exportó servicios vinculados a la informática, finanzas, seguros, jurídicos. Es que Irlanda tiene un impuesto a las ganancias de las corporaciones del 12,5% que hace que muchas empresas se instalen en ese país. Es muy competitivo en materia impositiva.

 ¿Qué hizo la generación del ’80? Incorporó la Argentina al mundo y ancló la calidad institucional a las instituciones del mundo. Pasó a jugar en primera y le exigió ser muy disciplinada en materia económica y de calidad institucional

¿Pero cómo logró estos resultados el tigre celta? Sumergida en una gran crisis económica, con una deuda pública del 116% del PBI y una desocupación que había llegado al 17%, el otrora populista Charles Haughey, del partido Fianna Fail, decide, aun siendo un gobierno débil, por un ajuste del gasto público para poder incorporarse a la Unión Europea. Así, en 1987, inició una serie de recortes: en salud, un 6%; educación, 7%, en agricultura, se redujo en un 18%; transporte y vivienda, un 11%; y el presupuesto militar se recortó 7%, según un trabajo de Benjamin Powell. 

«Se eliminó la oficina ambientalista Foras Forbatha así como también se eliminaron el Consejo Nacional de Servicios Sociales, la oficina de Educación Sanitaria y la Organización de Desarrollo Regional. Mediante la jubilación temprana y otros incentivos el empleo en el sector público se redujo en forma voluntaria en cerca de 10.000 puestos de trabajo. El gasto público bajó del 55% del PBI en 1985 al 41% del PBI en 1990», describió  Powell.

 El crecimiento de Irlanda fue por disciplina fiscal con baja del gasto público y disciplina monetaria, pero sobre todo apertura al mundo

Con el tratado de Maastricht a la vista, en 1992 Irlanda decidió, con acuerdo político, seguir con la disciplina fiscal e incorporarse a la UE y al euro. Eso le exigió tal disciplina fiscal que le permitió bajar el impuesto a las ganancias de las corporaciones al 12,5% actual

El crecimiento de Irlanda fue por disciplina fiscal con baja del gasto público y disciplina monetaria, pero sobre todo apertura al mundo. Fue su decisión de dejar de ser un país aislado del mundo y decidirse a ingresar a la Unión Europea la causa fundamental que obligó a su dirigencia política a adoptar las medidas necesarias para poder ser competitivos.

Si Argentina logra sortear el camino al populismo autoritario en octubre próximo, esperemos que las nuevas autoridades entiendan que la única oportunidad de crecer y brindarle bienestar a la población es incorporándonos al mundo. Así como luego de la batalla de Caseros crecimos gracias a que nos incorporamos al mundo, lo mismo hizo Irlanda para crecer, y también España, el Sudeste Asiático, Chile, Perú y otros. Nuestra única oportunidad es volver a competir en primera división. Eso nos va a exigir disciplina para ser competitivos. En la medida que no queramos competir y nos conformemos con el picado del barrio, no alcanzaremos los niveles de excelencia necesarios para brindar bienestar a la población.

Nuestro desafío es el mundo. El que quiera hacernos crecer en base al mercado interno está vendiendo humo para tratar de ganar votos.

 

Roberto Cachanosky es Licenciado en Economía, (UCA) y ha sido director del Departamento de Política Económica de ESEADE y profesor de Economía Aplicada en el máster de Economía y Administración de ESEADE. Síguelo en @RCachanosky 

Argentina, ¿“mercado emergente”?

Por Alejandro A. Tagliavini. Publicado  el 19/6/17 en: https://alejandrotagliavini.com/2017/06/19/argentina-mercado-emergente/

 

Finalmente sabremos este martes 20 de junio si el MSCI (Morgan Stanley Capital Int.) re categoriza a la Argentina como “mercado emergente” aunque la entrada efectiva, de las acciones que clasifiquen como parte del índice, será en 2018. Los requisitos que se tendrán en cuenta para el ascenso son el desarrollo económico, el tamaño del mercado y su liquidez, y el grado de accesibilidad. Así, en mi opinión, no se justifica un cambio ya que lo único que ha mejorado es la accesibilidad.

Lo cierto es que, a pesar de la gran muñeca del gobierno para crear expectativas, la economía no reacciona y pinta un 2017 y un futuro deprimente en tanto Macri no vire su ideología 180 grados hacia una economía de mercado. Según los últimos datos, el consumo sigue en baja (-3.6% en el día del padre), la producción industrial también (-2.1% en el primer cuatrimestre) y la producción petrolera (-15% en abril) que no es poco, dadas las expectativas por Vaca Muerta.

Solo crece el campo, pero poco y no alcanza, y la construcción artificialmente apalancada por el gobierno y, todo lo artificial, contra la naturaleza del mercado, tiene patas cortas. Mientras que el endeudamiento superaría, hacia fin de año, los U$S 200.000 millones, duplicando lo heredado. Así, el riesgo país (EMBI+) de Argentina llega a 407 pb., y sube, (Perú 134, Colombia 199, México 195) mientras que el de Bolivia ronda los 189 y baja. Se diría que, irónicamente, resultó más populista el “capitalismo” de Estado de Macri que el Estado “plurinacional” de Evo.

Claramente la economía no ha venido cayendo por un “ajuste necesario” ni por herencia sino por la continuidad de malas políticas. Básicamente, por la excesiva regulación -coacción sobre el mercado- y la “presión fiscal total” (impuestos, emisión monetaria y endeudamiento) que son recursos, del mercado eficiente, coactivamente desviados por la burocracia estatal.

El gobierno se dice empeñado en bajar el gasto. Suponiendo que sea cierto -hasta ahora ha hecho lo contrario- el problema es que la reducción lenta llega tarde. Efectivamente, lo que importa no es realmente el gasto -que eventualmente podría financiarse con privatizaciones- sino la exacción al mercado en relación al PIB, pero si el PIB disminuye como ahora, el descenso de la exacción debe ser mayor para resultar positivo.

Hay que desenmascarar, por cierto, el supuesto “efecto redistributivo” de la presión fiscal, porque esa carga termina siendo pagada por los más pobres ya que, desde arriba, necesariamente se traslada hacia abajo, por ejemplo, subiendo precios. Así, lo que recauda el Estado coactivamente resulta ser la principal causa de pobreza.

En cualquier caso, ¿vale la pena el ascenso a emergente? Según JP Morgan serían US$ 1.370 millones los que se volcarían a acciones argentinas, principalmente por la vía de los ADR. Poco comparado con lo que, según Dujovne, debería crecer la inversión: US$ 8.000, cada año.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE.

El avance del Estado sobre el Mercado.

Por Adrián Ravier: Publicado el 7/10/14 en: http://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2014/10/07/el-avance-del-estado-sobre-el-mercado/

Asdrúbal Baptista Troconis es referencia obligada para quien quiera comprender la historia económica de Venezuela. Aquí copio un gráfico elaborado por Osmel Brito Bigott, construido sobre la data compilada por Baptista en uno de sus libros, en relación con el avance del Estado sobre el Mercado de Venezuela, en particular a partir de que el gobierno controla el petróleo. Esta relación debería preocupar a los argentinos, en particular desde el momento en que Vaca Muertacomience a brindar recursos al poder político.

Baptista

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Adrián Ravier es Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Master en Economía y Administración de Empresas por ESEADE y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco Marroquín.

Convenio YPF-Petronas, tribunales en Francia y jurisdicción en Canadá. Competencia inter-jurisdiccional.

Por Martín Krause. Publicado el 2/9/14 en: http://bazar.ufm.edu/convenio-ypf-petronas-tribunales-en-francia-y-jurisdiccion-en-canada-competencia-inter-jurisdiccional/

 

En el medio del conflicto judicial con los holdouts, La Nación informa que “YPF cerró un acuerdo similar al de Chevron”: http://www.lanacion.com.ar/1722583-ypf-cerro-con-petronas-un-acuerdo-similar-al-de-chevron

El acuerdo, dice el artículo, “activará en 2015 un proyecto de inversión de hasta u$s 550 millones en Vaca Muerta, de los cuales la compañía extranjera pondrá u$s 475 millones”.

Petronas

Muy bien, hasta aquí es la descripción de un acuerdo de inversión en este promisorio yacimiento de shale oil, pero quiero referirme aquí a lo que se comenta en este párrafo:

“El convenio es similar al que YPF cerró con Chevron el año pasado y despertó una fuerte polémica. Estipula que un eventual conflicto entre las partes se definirá en tribunales de Francia, se rige por legislación internacional (del estado de Alberta, Canadá) y no se difundirá públicamente.”

La polémica a la que hace referencia se refiere a su no difusión, amparada en el hecho de que todavía se trata de una empresa “privada”, aunque gestionada por el estado, y que estas empresas no tienen ninguna obligación de hacer públicos sus contratos.

Pero lo que resulta interesante comentar más detenidamente es el resto del párrafo, que los conflictos se definirán en tribunales de Francia y que el contrato se rige por legislación del estado de Alberta, Canadá. Claro, no podía ser New York. Esto muestra un fenómeno importante: la globalización de la justicia, o, mejor dicho, la competencia entre jurisdicciones.

La ciencia política define al estado como aquella entidad que ejerce el monopolio de la coerción dentro de un determinado territorio. Como parte de ese poder administra unas fuerzas armadas, policías y la justicia. Pero he aquí que la llamada “globalización” pone en cuestión al menos parte de ese monopolio. Las partes de todo tipo de contrato internacional pueden elegir la jurisdicción en la cual se van a dirimir sus conflictos. Esto pone en competencia a los distintos sistemas jurídicos, donde aquellos que ofrecen “seguridad jurídica” terminan “atrayendo consumidores” y quienes no los pierden.

Es el caso de este contrato. Al margen de toda retórica nacionalista, lo cierto es que YPF no hubiera podido conseguir inversores, ni Chevron ni Petronas, si hubiera exigido jurisdicción nacional. Esto quiere decir que la jurisdicción nacional no es confiable, que pierde en esa competencia global entre jurisdicciones.

Ante esta circunstancia nos quedan las siguientes opciones:

  1. Dar prioridad a la soberanía, reclamar la jurisdicción local y quedarnos sin las inversiones extranjeras. Esta posición puede adular el sentimiento nacionalista de muchos pero nos deja sin explotar el recurso ya que no existe ahorro interno suficiente como para financiar semejante inversión.
  2. Aceptar una jurisdicción que sea confiable para el inversor, como en este caso los tribunales de Francia. Se obtiene la inversión pero si hay algún problema se tendrá que resolver en otros tribunales.
  3. Lograr que el sistema jurídico sea confiable. Es decir, “competir” exitosamente con las otras jurisdicciones. Esto requeriría parlamentos que no modifican los contratos con sus legislaciones o violan derechos de propiedad y luego jueces que hacen cumplir los contratos y no avalan su violación.

Lamentablemente, toda la discusión actual se centra, básicamente, en las opciones 1 y 2, pero en verdad la mejor es la 3, ya que eso no solamente protegería a inversores extranjeros sino también a todos los ciudadanos locales, que podrían también confiar en su sistema judicial.

En definitiva, el caso YPF-Petronas nos muestra que el sistema jurídico está sujeto a la competencia. Tal vez la mejor forma de honrar el espíritu nacional sería contar con un sistema jurídico que los extranjeros elijan para sus contratos. Imaginemos que un contrato entre una empresa china y otra en Uganda dijera que cualquier disputa se resolverá en los tribunales argentinos. Parece totalmente imposible, pero no lo es. Después de todo, Alberta, Canadá no es muy diferente de, digamos, Chubut. Solo nos diferencia la “seguridad jurídica”.

 

Martín Krause es Dr. en Administración, fué Rector y docente de ESEADE y dirigió el Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados (Ciima-Eseade).

No es Griesa, es el gasto público

Por Roberto H. Cachanosky. Publicado el 29/7/14 en: http://www.lanacion.com.ar/1713857-no-es-griesa-es-el-gasto-publico

 

Si finalmente el país ingresa en un default, no será justamente un hecho inédito para la economía argentina. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta la fecha el país estuvo en cesación de pago más del 50% del tiempo en cuatro períodos diferentes. Pero, al mismo tiempo, desde que fue creado el Banco Central (BCRA) en 1935, la Argentina destruyó cinco signos monetarios. El peso moneda nacional, el peso ley 18.188, el peso argentino, el austral y éste que está agonizando.

La pregunta es: ¿por qué tantos defaults y destrucciones monetarias? La respuesta es muy sencilla, el gasto público no ha parado de crecer durante todo el siglo XX y lo que va del siglo XXI, y por eso el incremento de la presión impositiva hasta niveles confiscatorios ha sido insuficiente para financiar el gasto público. Dicho de otra manera, el populismo imperante en la Argentina desde hace décadas ha disparado constantemente el gasto público hasta niveles en que el déficit fiscal requería de endeudamiento público externo (por eso la deuda pública y los continuos defaults) para financiar el desequilibrio de las cuentas públicas. ¿Y por qué deuda en moneda extranjera? Porque las diferentes monedas que tuvimos nunca lo fueron en el estricto sentido de la palabra ya que no fueron reserva de valor. La inflación las asemeja a barras de hielo que se derriten. Pero, lo más importante, los persistentes ataques a la propiedad privada, fundamentalmente vía el sistema impositivo, hicieron que el ahorro de los argentinos se fugara al exterior en busca de seguridad jurídica, por lo que el mercado de capitales interno siempre fue muy reducido.

Un país como la Argentina, sometida a décadas de populismo, ha generado escasa riqueza, es decir ingreso

Hay poca oferta de ahorro interno porque la gente que lo hace opta por realizarlo en el exterior en la búsqueda de seguridad jurídica. Recordemos que el ahorro es la contrapartida del crédito: sin aquel, que es ingreso no consumido, no hay crédito. De manera que, un país como la Argentina, sometida a décadas de populismo, ha generado escasa riqueza, es decir ingreso. Como éste es reducido, el ahorro también y, encima el escaso ahorro que se genera se fuga al exterior. Por lo tanto, la oferta de ahorro interno es tan reducida que si el Estado entra al mercado a tomar crédito para financiar el gasto público, desplaza rápidamente al sector privado, eleva la tasa de interés y genera recesión. Un ejemplo sencillo nos puede dar una idea de lo mínimo que es el mercado de capitales doméstico. Mucho se habla de Vaca Muerta. El tiempo dirá si es tan importante como se dice o se limita a ser otra fantasía más de las que inventamos los argentinos. Lo cierto es que más allá del verdadero potencial del yacimiento, nadie piensa que las inversiones necesarias para explotarlo puedan llevarse a cabo con ahorro del mercado local. Todos piensan en inversores de afuera del país que tienen fácil acceso al mercado de capitales externo. Bien, si el ahorro interno no alcanza para financiar las inversiones en Vaca Muerta, mucho menos para financiar el gigantesco déficit fiscal en el que solemos incurrir en cada una de las fiestas populistas que llevan el gasto público hasta niveles exorbitantes.

No es casualidad, entonces, que los argentinos vivamos destruyendo nuestros signos monetarios y cayendo en default. Es el alto nivel de gasto público el que requiere de financiamiento extra, emisión monetaria y endeudamiento externo, hasta llegar a un punto en que la inflación se dispara destruyendo por completo la moneda y la deuda es impagable.

Nuestro problema no es el juez Thomas Griesa , ni la cláusula RUFO, ni el stay, ni los holdoutsNuestro problema es el gasto público que requiere de niveles de financiamiento que, llegado un punto, nos lleva al default y a la inflación, megainflación e hiperinflación, porque en esa materia también probamos todo.

Es el alto nivel de gasto público el que requiere de financiamiento extra, emisión monetaria y endeudamiento externo, hasta llegar a un punto en que la inflación se dispara destruyendo por completo la moneda y la deuda es impagable

Obviamente, el gasto crece porque buena parte de la dirigencia política nos ha vendido que ellos tienen el monopolio de la bondad y la solidaridad, así que hay que subir el gasto para redistribuir, hacer planes que ellos llaman sociales y a contratar legiones de burócratas que no hacen nada productivo. Más bien se dedican a entorpecer a quienes producen. Entre los empleados públicos a nivel nacional, provincial y municipal y los que viven de los llamados «planes sociales» son cada vez más los que consumen sin producir y cada vez menos los que producen para sostener el aparato estatal.

Quien haya leído la Rebelión de Atlas, de Ayn Rand, puede llegar a pensar si ese libro no fue escrito para la Argentina actual, porque como ocurre en él, finalmente la gente productiva se cansa de ser explotada por los burócratas y dejan de producir o busca otros países para hacerlo.

Nuestro problema es que tenemos un Estado que no solo gasta fortunas y en forma ineficiente, sino que, además, se encarga de complicarle la vida a los que producen y pagan impuestos, con lo cual, el gasto público termina siendo no financiable y cada tanto hacemos alguna llamarada inflacionaria para bajarlo en términos reales y/o «defaulteamos» la deuda. En realidad nos encanta hacer una combinación de ambas.

Ya estamos en niveles de presión impositiva brutales. No hay ahorro interno que pueda financiar este nivel de gasto. Cada vez es más difícil cobrarle a la gente el impuesto inflacionario y no tenemos acceso al mercado de crédito externo. Todo esto quiere decir que con Griesa o sin él, con RUFO o sin esta cláusula, el nivel de gasto público llegó a un punto en que ya no puede financiarse y estas reglas de juego son insostenibles.

 

Roberto Cachanosky es Licenciado en Economía, (UCA) y ha sido director del Departamento de Política Económica de ESEADE y profesor de Economía Aplicada en el máster de Economía y Administración de ESEADE.

Vaca Muerta y la enfermedad holandesa

Por Adrián Ravier: Publicado el 22/7/14 en: http://opinion.infobae.com/adrian-ravier/2014/07/22/vaca-muerta-y-la-enfermedad-holandesa/

 

Tras una corta experiencia como profesor visitante en una universidad de Caracas, tuve la oportunidad de reflexionar acerca del problema que puede representar Vaca Muerta para Argentina en el mediano plazo. Y es que Venezuela ofrece sus lecciones. Con una cantidad de petróleo que a este ritmo de explotación podría durar 200 años, el gobierno de Venezuela no entiende de escasez, extiende el populismo a su máxima expresión y deja a su pueblo sin productos básicos como papel higiénico, con una completa dependencia de la importación, arruinando completamente a su propia industria.

Los montes que rodean Caracas hoy ofrecen una nueva geografía que hace algunos años era desconocida. Se trata de millones de personas que han construido villas en las inmediaciones de la capital hambrientos del populismo que Maduro les extiende periódicamente. Ya no hay fábricas que empleen a estas personas, como sí lo hubo en la década del 70, cuando la economía venezolana estaba entre las 20 más ricas del mundo. El pueblo advirtió que bajo este modelo se lo condena a la miseria, lo que ya engrosa las encuestas que miden un 60 % de rechazo a la gestión de Maduro, que estaría considerando no completar su mandato hasta 2019 (Sondeo de Datanálisis, publicado en El Universal).

Argentina podría seguir un camino similar si no se toman medidas urgentes en relación con la formación petrolífera Vaca Muerta, situada en las provincias de Neuquén, Río Negro y Mendoza, y que presenta una estimación de reservas de 22.500 millones de barriles equivalentes de petróleo. Tras la nacionalización estos recursos han quedado en manos del gobierno de turno, aunque está claro que para disfrutarlos primero habrá que generar millonarias inversiones en su explotación. Que Argentina se convierta en un país petrolero no es la bendición que muchos pregonan si atendemos a la experiencia internacional.

Los países árabes, por ejemplo, carecen de una industria propia y tienen enorme dependencia de las divisas que genera el petróleo para la importación, lo que ha motivado emprendimientos de obras faraónicas para que en el futuro la industria del turismo juegue un rol importante en estas naciones.

En Europa, podrá recordarse la experiencia de Holanda en la década de 1960, que le valió el nombre de “enfermedad holandesa”, tras el descubrimiento de grandes yacimientos de gas natural en Slochteren, cerca del Mar del Norte. Como resultado del enorme ingreso de divisas que generó la explotación de este yacimiento, el florín, la moneda holandesa, se apreció perjudicando la competitividad de las exportaciones no petroleras del país.

En América Latina, no quedan dudas que la “enfermedad holandesa” infectó la economía venezolana, cuya industria fue desapareciendo gradualmente durante las últimas cuatro décadas.

Un país que enfrentó notablemente esta “enfermedad holandesa” es Noruega, que paradójicamente es citado como ejemplo de socialismo del siglo XXI. Lejos de la tentación populista y del asistencialismo, Noruega logró independizar los recursos petrolíferos de la garras del Estado y de su industria. Las reglas de administración son claras: todo la renta petrolera se nuclea allí. El 96% de las ganancias e intereses se reinvierte fuera del país (para que no puedan ser utilizados políticamente) y el 4% se puede girar al Tesoro para financiar gasto público. A nivel global, los 810.000 millones en activos financieros se distribuyen: 60% en acciones de empresas, 35 a 40% en bonos y hasta un 5% en inmuebles.

No está de más decir que Noruega está entre las 30 economías más libres del mundo (según el Índice de Libertad Económica que elabora la Heritage Foundation y el Wall Street Journal desde 1995), y que ofrece uno de los 10 entornos más propicios para la generación de negocios (según el Índice Doing Business del Banco Mundial), gozando de mercados libres y competitivos, gracias a escasísimas regulaciones sobre la economía local y también en relación con las empresas multinacionales.

El Congreso de la Nación Argentina necesita iniciar un debate formal en forma inmediata para decidir de qué forma se van a utilizar estos yacimientos petrolíferos: ¿Privatización del subsuelo? ¿Gestión externa de las inversiones y de la renta obtenida? ¿Administración de la YPF nacionalizada sobre estos yacimientos? Afortunadamente, hay tiempo aun para debatir las oportunidades y riesgos de Vaca Muerta, sin la tentación inmediata de utilizar estos recursos en beneficio “político” propio.

 

Adrián Ravier es Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Master en Economía y Administración de Empresas por ESEADE y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco Marroquín.

La renta petrolera, la propiedad del subsuelo y los Escolásticos Hispanos

Por Martín Krause. Publicado el 8/6/14 en: http://bazar.ufm.edu/la-renta-petrolera-la-propiedad-del-subsuelo-y-los-escolasticos-hispanos/

 

Un artículo sobre la “renta petrolera” me permite vincular algunos temas que me ha tocado ver en estos últimos días. Publicado en La Nación, comenta que “la disputa entre el gobierno nacional e YPF, por un lado, y las provincias petroleras, por el otro, publicada por LA NACION hace unos días, tendrá consecuencias negativas para enfrentar la crisis energética. Se trata de una disputa sobre cómo regular y distribuir una renta petrolera que aún no existe (Vaca Muerta o no convencionales) y que tardará mucho más en llegar si no hay una política de Estado común.” http://www.lanacion.com.ar/1699143-una-pelea-que-pone-en-riesgo-el-futuro-de-vaca-muerta

El autor se refiere a los elementos de la disputa: “Un punto central en la disputa es definir quién tiene el poder de fijar la política petrolera y legislar. Si bien las provincias tienen el “dominio originario” de sus recursos naturales por el artículo 124 de la Constitución Nacional, también es claro el art.75 inc.12 de la Constitución y la ley 26197 (llamada ley corta), en el sentido que corresponde al gobierno nacional legislar y fijar las políticas en materia de hidrocarburos. Sin embargo, casi todas las provincias petroleras han sancionado leyes de hidrocarburos que de por sí son inconstitucionales y que además contradicen aspectos importantes de la ley de hidrocarburos nacional (17.319), creando un caos regulatorio. A favor de las provincias puede señalarse que desde 2002, con la creación de los derechos de exportación no coparticipables y la ley de emergencia económica que prácticamente congeló los precios de los hidrocarburos, el Gobierno se ha venido apropiando ilegítimamente de parte del valor de los recursos.”

Aunque los abogados lo llamen de otra forma, desde nuestra perspectiva hay un problema de derechos de propiedad. Pero lo que quisiera comentar del artículo es esta breve referencia:

“En noviembre del año pasado, en Corea del Sur y en el marco del último Congreso Mundial de la Energía, el CEO saliente de Shell, Peter Voser, dijo que no creía que en otros países del mundo se pudiera dar el “boom” de los hidrocarburos no convencionales como se viene dando en EEUU. Una de las principales razones en que fundó su predicción fueron las características únicas del régimen legal de los EE.UU., en donde el superficiario es el dueño de los recursos del subsuelo.”

Respecto a este último punto, todos los países latinoamericanos hemos mantenido la legislación colonial que asignaba la propiedad del subsuelo al rey de España, el que fue reemplazado por los estados nacionales luego de la independencia. Quien más ha investigado y escrito sobre este tema es Guillermo Yeatts: http://www.guillermoyeatts.com.ar/

Pero he aquí que para asistir a un coloquio de Liberty Fund tengo que leer algunos capítulos del libro de Alejandro Chafuen: “Faith and Liberty: The Economic Thought of the Late Scholastics”, quien señala que estos autores, herederos de la tradición de Tomás de Aquino, también conocidos como la “Escuela de Salamanca” o “Escolásticos Hispanos”, aunque eran de distintas ciudades, y a pesar de encontrarse bajo el poder del soberano que se asignara para sí esos recursos, favorecían el mismo principio.

Tomás de Aquino

“Pedro de Ledesma, siguiendo el razonamiento de San Antonino, remarcó que aquellas cosas que nunca han tenido dueño ‘pertenecen al que las encuentra, y éste no comete robo al apropiarse de dichos bienes’.”

“Si la ley natural dice que un tesoro pertenece a quien lo encuentra,…, es lógico concluir que todo lo que sea ubicado por la naturaleza bajo la superficie razonablemente pertenezca al dueño de la superficie. Los Escolásticos citaban el ejemplo de los depósitos minerales y metálicos. Salón expresó explícitamente que “Los minerales y depósitos de oro y plata, como también cualquier otro metal en su estado natural, pertenecen al dueño de la tierra y son para su beneficio”. Más de un siglo después, el autor escolástico tardío P. Gabriel Antoine (1678-1743) juzgó que: “las piedras, carbón, arcilla, arena, minas de hierro, plomo, que se encuentran en la tierra de alguien, pertenecen al propietario de la tierra. En efecto, son parte de la tierra, porque ésta no consiste solamente en la superficie sino en su total profundidad hasta el centro de la Tierra, y allí es donde podemos encontrar estos frutos. Y lo mismo puede decirse de depósitos de metales.”

“Uno de los autores que influyó mucho en los Escolásticos Hispanos, Sylvestre de Priero, argumentó que la ley que atribuye al príncipe todos los tesoros encontrados por otros, aun si fueran encontrados en terrenos privados, era violenta y contraria al derecho natural y común. Sylvestre criticó el comentario de Paludano según quien por tradición todos los tesoros pertenecen al príncipe, sin importar donde se los encuentre. Domingo de Soto señaló que esta tradición: “no ha sido introducida en ninguna sociedad bien organizada…., y si fue aplicada en algún lugar, lo fue a través de la fuerza y contra la ley natural y civil.”

 

Martín Krause es Dr. en Administración, fué Rector y docente de ESEADE y dirigió el Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados (Ciima-Eseade).