Las materias primas con futuro incierto

Por Alejandro A. Tagliavini: Publicado el 6/9/21 en: https://alejandrotagliavini.com/2021/09/05/las-materias-primas-con-futuro-incierto/

Desde hace décadas que el sector industrial en Argentina tiene muy poco peso a causa de que el Estado, no solo quita capacidad de trabajo con tantas regulaciones -limitaciones y prohibiciones-, sino que quita cuantiosos recursos por vía impositiva y, para remate, se lleva casi todo el crédito.

              Hoy, como señala Gabriel Rubinstein, el 90% de los depósitos en pesos del sector privado están colocados en instrumentos que emite el BCRA (62%) o el Tesoro (28%). Los bancos se ven “tentados” a prestarle más al Estado. Obviamente, frente a cualquier disrupción que ocurra, las entidades se verían demasiado expuestas o, mejor dicho, los depositantes ya que la “patria financiera” siempre termina arreglando con los políticos. Según Broda, el crédito al sector privado cayó 11,8% en lo que va de 2021.

             En fin, a falta de sector industrial, las importaciones sustitutas deben ser pagadas mayormente con la exportación de productos primarios o recursos naturales con un bajo nivel de industrialización. Cuenta Carlos Boyadjian que, según datos oficiales, de los USD 35.373 M que se exportaron en el primer semestre del año, 11.900 M o el 34% corresponden a la soja y derivados. Le siguen el complejo maicero con USD 3744 M y un porcentual de 10,6%, luego el sector automotriz-autopartista con el 8,6% del total, y luego el complejo petrolero-petroquímico, aportando el 5,9% y el complejo triguero con el 5,1% del total. El resto se reparten en medio centenar de rubros, la enrome mayoría a partir de recursos agropecuarios y mineros con baja industrialización.

               Ahora, las cantidades totales exportadas crecieron sólo 4,7% en el primer semestre de 2021 respecto a igual período del año anterior a pesar del levantamiento de las restricciones con excusa de la “pandemia”, pero hubo una mejora sustancial gracias al aumento de precios en los commodities. Según el Indec, el índice de precios de las exportaciones aumentó 22,4%. Pero esto podría cambiar debido, entre otras cosas, irónicamente, a la inflación global.

                Cuenta Alasdair Macleod que la semana pasada, en su discurso de Jackson Hole, el presidente de la Fed, Jerome Powell, admitió a regañadientes que los precios podrían subir “un poco más” de lo que pensaba anteriormente, pero que era demasiado pronto para concluir que las políticas deberían ajustarse de inmediato. En otras palabras, con los precios aumentando a más del doble del objetivo del 2%, no hay nada de qué preocuparse según él.

                   Por cierto, analistas independientes, como John Williams de Shadowstats.com, aseguran que la suba del IPC -en EE.UU., o sea, en dólares- hoy es de más del 13% anualizado, una cifra impensada hasta hace unos meses para la primera potencia. La figura 1 muestra claramente que la emisión monetaria -la M1- se ha disparado y pareciera descontrolada:

                Ciertamente hay una distorsión generalizada de precios -y de logística como en el caso de los chips- como consecuencia de las restricciones impuestas por los gobiernos con excusa de “la pandemia” pero en la base, los aumentos en el nivel general de precios se producen a medida que la moneda recién emitida entra en circulación. Pero resulta que, como admite Powell, las empresas y los consumidores informan ampliamente sobre la presión al alza sobre los precios y los salarios.

                  Así, mientras la inflación provoca la suba del IPC, al mismo tiempo destruye a la producción y entonces cae la demanda de insumos, materias primas, conduciendo, irónicamente, a una caída en los precios de los commodities. El índice Commodity Research Bureau (CRB) actúa como un indicador representativo de los mercados mundiales de productos básicos de hoy. Y en el siguiente gráfico puede verse como, gracias a la inflación, ha venido subiendo fuertemente pero ahora pareciera estabilizarse como antesala a una caída:

            Ahora, la Fed utiliza dos mecanismos separados para la expansión de la moneda. Uno de estos es la flexibilización cuantitativa (QE) que tiene como objetivo proporcionar a las instituciones financieras efectivo a cambio de activos de bajo riesgo, específicamente bonos del Tesoro de EE.UU. y bonos de agencias gubernamentales. Este QE tiene el efecto de mantener los rendimientos -inversos al precio- de los bonos reprimidos y los mercados de acciones inflados debido a la liquidez de las instituciones receptoras. Así, en términos reales, las tasas de interés son ahora negativas.

            El otro mecanismo, independiente de la QE, es el déficit presupuestario del gobierno, teóricamente financiado con los ahorros del sector privado, pero en ausencia de un aumento en la tasa de ahorro, es financiado mediante la expansión de la moneda y el crédito. Así, como muestra la siguiente figura, la cuenta general del Tesoro en la Fed viene bajando fuertemente:

             Desde marzo de 2020, cuando el saldo era de USD 380.000 M, el gobierno acumuló 1,437 B más hasta un saldo de 1,817 B en poco más de cuatro meses. Desde agosto del año pasado, toda esa acumulación y un poco más se ha gastado en circulación general, lo que ha provocado que la liquidez inunde la economía.

                 Así, insólitamente, mientras tanto, los mercados de valores se han sobrevalorado enormemente gracias a la garantía de la Fed de que nunca caerán; ese es el propósito principal de QE. Es casi seguro que una caída del dólar y un aumento de los rendimientos de los bonos a lo largo de la curva serán la señal para el inicio de un mercado bajista. Y con los inversores extranjeros teniendo USD 13,3 B en acciones estadounidenses a fines de junio, la venta extranjera de acciones y ganancias en dólares podría ser una alerta temprana de un nuevo mercado bajista.

               Si la Fed pierde el control sobre las tasas, el mercado será considerablemente bajista. Pero se espera que la Fed mantenga alta la “confianza económica”. Si quiere salvar los mercados, tendrá que aumentar la QE al comienzo de cualquier caída significativa en el S&P 500. Esta es la razón por la que QE se restableció en marzo de 2020 y continúa hasta el día de hoy en USD 120.000 M mensuales, sumando USD 2 B hasta ahora.

                Así, en 2021, las acciones globales han tenido un rendimiento del 16% hasta el 1 de septiembre, con una volatilidad históricamente baja. Aunque no todo ha sido color de rosa, de hecho, el MSCI China ha caído un 26% desde el 14 de febrero, mientras que MSCI Europe ha subido un 14% durante el mismo período.

                 Por cierto, esta inflación ha llegado hasta las criptomonedas que no caen aun cuando se las acusa de ser altamente inestables. El Bitcoin logró reaccionar a fines de la semana pasada superando los USD 50.000. Así las cosas, otros criptoactivos también siguieron la tendencia alcanzando un crecimiento incluso superando el 120%, según Cointelegrah, como es el caso de Revain (REV) que se cotizaba a USD 0.031 lo que representa una suba del 121.57% en una semana.

                 En fin, por cierto, en el largo plazo, siempre está el metal amarillo. Desde que Nixon, en 1971, decidió darle el golpe mortal al patrón oro, el dólar ha perdido el 98% de su valor frente al metal precioso.

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Asesor Senior de The Cedar Portfolio, Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE. Síguelo como @alextagliavini

Líquido en dólares, de momento, y oro (exit Argentina)

Por Alejandro Tagliavini. Publicado el 27/9/20 en: https://alejandrotagliavini.com/2020/09/26/liquido-en-dolares-de-momento-y-oro-exit-argentina/

Wall Street parece inestable, al fin en fase de corrección del movimiento alcista que se inició en los mínimos de marzo. La volatilidad que mide el índice VIX de la Bolsa de Chicago, ligado al S&P 500, en la semana sube un 2,7%. La incertidumbre en torno a las elecciones continúa al alza como se ve en los futuros del VIX:

Gráfico de Bloomberg

                  La sesión del viernes terminó en positivo, pero no la semana. En las últimas cinco ruedas, el Dow Jones cae un 1,75% (cuarta semana consecutiva de descensos), el S&P 500 el 0,65% (también la cuarta en negativo) y el Nasdaq 100 logra quedarse en positivo 1,96%, rompiendo la racha negativa de las tres semanas anteriores. El Nasdaq 100 gana un 27,69% en el año; el S&P 500 un 2,09%, y el Dow Jones pierde 4,78%.

                  Por cierto, peor le fue a Europa:

Gráfico de Bloomberg.

                    En cuanto a la venta masiva de las acciones de Tesla (NASDAQ:TSLA) no resulta sorprendente ya que han tenido ciclos de auge y desplome muchas veces. En el último movimiento a la baja, perdieron casi una cuarta parte de su valor desde los máximos históricos el 31 de agosto, pero, aun así, siguen acumulando ganancias de un 356% en términos anuales lo que la convierte en la mayor ganadora entre las empresas tecnológicas de gran capitalización.

Tesla Daily

                    Es que el reciente “Battery Day” desilusionó y desencadenó una caída aproximada del 11% del valor de las acciones el martes. Antes, Musk había ganado credibilidad tras la apertura de una giga fábrica en China, en tiempo récord, y registrar cuatro trimestres consecutivos de ganancias. Desde 2018, ha habido dos oleadas de ventas, cada una de las cuales zarandeó a los inversores, ya que las acciones cayeron alrededor de un 50% cada vez. Y algunos analistas creen que los inversores deben prepararse para un movimiento similar si continúa el actual bajón.

                 Los futuros del Brent bajan a la zona de 41,9 dólares por barril quedando la caída semanal en el entorno del 2,8%. Los del West Texas retroceden hasta la zona de los 40,2 dólares por barril, y pierden un 2% en la semana. Todo esto debido al aumento de las represiones, sobre los mercados y las personas, por parte de los Estados con la excusa de la “pandemia”.

                 Las criptos bajaron todas en la semana (incluso con el repunte de los últimos dos días) siendo el Bitcoin el menos afectado y Ethereum el más golpeado:

Gráfico de Bloomberg

                 Como todos los commodities (que caen -26.8% anual) la plata tuvo esta semana la peor desde septiembre de 2011, en medio de un dólar fortalecido. Pero la última vez que la plata vio tal caída luego el rebote fue muy superior:

Grtafico de Bloomberg

                       El oro ha superado a la plata durante 5 de los últimos 6 días:

Gráfico de Bloomberg

                       El euro cae un 1,8% semanal pero todavía se aprecia un 3,7% sobre el billete norteamericano en lo que va de año. Y los indicios de una nueva caída de la moneda comunitaria se están acumulando:

EUR/USD Daily

                    Los bonos del Tesoro han subido 6,6% anual, los Investment Grade (IG) 5,9%, mientras que el S&P500 sube 11% y las acciones globales caen -0.7%, y el dólar baja -2.1%.

                    Conclusión hay que volver a mantenerse líquido en dólares, de momento, comprar el siempre refugio de valor a largo plazo por excelencia el oro, aun habiendo experimentado su peor semana desde marzo cayendo un 4,7% quedando barato, pero ganado anualmente 22,2%. Y, para los ultraconservadores, comprar Treasuries que, aunque están caros, probablemente se mantengan y no pierdan valor lo que es mucho pedir hoy día.  

                    A ver, la Fed claramente infló la burbuja con tasas bajas y “regalando” dinero en cantidades récord. Entre muchos, un indicio interesante es que los individuos se encontraron con dinero sobrante y los invirtieron en la bolsa. E * Trade Financial Corp., TD Ameritrade Holding Corp. y Charles Schwab Corp. registraron registros récord de nuevos clientes en los tres meses que terminaron en marzo, y el crecimiento continuó a partir de entonces, y todos cotizaron más que nunca en el segundo trimestre. Robinhood dijo en mayo que se agregaron 3 millones de nuevas cuentas en 2020, y la mitad de los nuevos clientes fueron inversores primerizos.

                      Y ahora, entonces, se fortalece el dólar -respecto de las otras monedas dada la inestabilidad global- entre otras cosas porque la Fed está poniendo algo de freno a esta multiplicación récord de billetes. Hace dos semanas, cuando publicó su último desglose mensual de las compras de la SMCCF (“Facilidad de Crédito Corporativo del Mercado Secundario”), mostró sorprendentemente que, en agosto, la Fed había comprado pocos bonos corporativos y ningún ETF dedicado. En las siguientes dos semanas, se vio una fuerte caída en los activos de riesgo y el Nasdaq se deslizó hacia una corrección del 10%, junto con una modesta caída en el sector de bonos corporativos:

Así, como twitteó Daniel Lacalle (por cierto, considerado el 8vo economista más influyente del mundo), el dólar (DXY) tuvo un fortalecimiento inter anual comparado con otras 97 divisas.

Imagen

El dólar subió (5to día más alto en los últimos 6 alza) y tuvo a su mejor semana desde marzo:

Gráfico de Bloomberg

El siguiente gráfico, con una reversión del índice dólar superpuesto con el S&P 500, muestra lo estrechamente que se han seguido -inversamente- el uno al otro desde los mínimos de marzo:

Gráfico de TradingView

  Entretanto el rendimiento de los bonos del Tesoro continúa bajando -a medida que sube el precio- sobre todo los de largo plazo:

Source: Bloomberg

                 Y el rendimiento real, descontada la inflación, de los bonos -que está en negativo- sube a medida que baja el oro mostrando que se compraron bonos y se vendió oro.

Source: Bloomberg

Exit Argentina now

                Entretanto en Argentina las cosas van cada vez peor, con un Estado cada vez más grande y represor. Es increíble que todavía los seres humanos no podamos comprender que con la violencia -la represión- solo se puede destruir. De manera que ni vale la pena hablar. Solo mostraré unos gráficos para, otra vez, mostrar lo mal que va todo.

                   En este gráfico puede verse cómo el S&P Merval medido en dólares CCL cayó un 30% desde el reciente canje, dada la caída del 11% en pesos a lo que hay que sumarle la depreciación del peso (“suba del dólar”) del 17%. Y en el siguiente cuadro, se muestra el drenaje constante, a pesar de los fuertes impedimentos en la teoría y en la práctica, de los depósitos y el aumento de las compras de dólares y aunque el sistema está solvente (solo el 35% de los depósitos están prestados) dado que, irónicamente, nadie quiere endeudarse en moneda dura porque nadie sabe cómo sigue el futuro dada la imprevisibilidad y falta de seguridad en Argentina.

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Asesor Senior de The Cedar Portfolio, Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE. Síguelo como @alextagliavini

De Wall Street inflacionada y el cepo inflacionario

Por Alejandro Tagliavini. Publicado el 20/9/20 en: https://alejandrotagliavini.com/2020/09/20/de-wall-street-inflacionada-y-el-cepo-inflacionario/

Wall Street termina su tercera semana consecutiva en ‘rojo’ con sus índices alejándose de sus niveles de máximos históricos. La reunión de la Fed marcó la semana y la falta de nuevas medidas dejó dudas. La negociación de un segundo paquete fiscal en el Congreso, de entre US$ 1,5 y 2,2 B, no han sido suficientes fuegos artificiales para animar la bolsa. El Dow Jones cayó 0,03%, el S&P 500 bajó 0,59% mientras que el Nasdaq 100 dejó 1,36%. En lo que va de 2020, el Nasdaq gana 25,2%; el S&P 500 el 2,78%, y el Dow Jones pierde 3,09%.

                     En la sesión del viernes destacó Aptiv, fabricante y distribuidor estadounidense de componentes para vehículos, cuyas acciones repuntaron en torno al 7% hasta los US$ 88,9 y así Morgan Stanley ha mejorado su precio objetivo hasta los US$ 150, cuando antes estimaba 63.

                      Entre las compañías que más subieron esta semana está el auténtico “milagro” Tesla (NASDAQ:TSLA) que sube 20%, General Electric (16,2%), Zoom (13%), WestRock (12%) y Diamondback Energy (13%). Los futuros del Brent suben 8% respecto de la semana pasada cayendo, en lo que va de año, un 35%. Por su parte, los futuros del WTI en los últimos siete días se revalorizaron casi 10%, lo que deja la caída anual en el 33%. El euro está en la zona de los US$ 1,185 apreciándose un 5% en lo que va de año. El oro acumula una rentabilidad del 25% en 2020.

                     Entre las muchas señales que indican que Wall Street, como hace tiempo vengo diciendo, está muy inflacionada por el dinero helicóptero ahora se suma, como muestra el siguiente gráfico, el reciente aumento de la base corta a nivel de acciones individuales, por primera vez desde marzo, que apunta a la reducción del riesgo por parte de los inversores institucionales de renta variable. Y hay margen para nuevos aumentos en la base corta dado lo bajo que todavía está para las acciones estadounidenses.

Gráfico: Cantidad en préstamo sobre acciones individuales (Excluidos los ETF)

TheMarketEar

               En particular, es interesante el análisis técnico sobre que las acciones tecnológicas podrían tener mucho más margen de caída de Michael Kramer aunque, insisto una vez más, le tengo muy poca confianza a las matemáticas aplicadas a la economía desde que difícilmente el comportamiento humano y, por tanto, del mercado pueda ser anticipado por cálculos “racionales” previos, valga la redundancia.

                Por cierto, las tasas de interés a cero han regresado para quedarse durante un tiempo, reafirmó la Fed el miércoles, al menos hasta 2023. Lo que no clarificó fue el futuro del programa de compras de deuda vigente, el conocido como quantitative easing (QE), pese a que el mercado esperaba que pudiera adelantar si las adquisiciones se volcarían más en los bonos a largo plazo.

               Así el rendimiento del bono a 10 años tiende a subir -a medida que el precio baja- quedando en alrededor del 0,697%. Aun así, en general, la deuda estadounidense a largo plazo, aquella que vence en al menos una década, aún acumula unas ganancias del 15% en el año frente al 2,8% que se anotan los bonos entre 1 y 3 años.

                Y, desde Citi, creen que cualquier novedad en el QE no llegaría hasta final de año. Sus analistas esperan poco en el FOMC [el comité encargado de la política monetaria] de noviembre. En diciembre, la Fed puede desacelerar las compras de MBS [valores respaldados por hipotecas], aumentar las compras del Tesoro o extender su duración promedio. Con lo cual el rendimiento podría bajar a medida que el precio suba.

El cepo inflacionario                

                En fin, yendo a la Argentina populista, lo cierto es que estamos en un círculo vicioso existencial que no tiene solución, al menos en el mediano plazo. Para ser político hay que ser corto de cerebro, es condición sine qua non. Lo digo seriamente, cuando los escucho me asombra lo primate que son. Es un círculo vicioso, porque necesitan atraer a la mayoría y, para ello, tienen que repetir slogans que la mayoría acepte de manera primaria, en la medida en que digan algo más inteligente, o más elaborado, la masa los entiende menos y pierden seguidores y, si dicen algo extremadamente inteligente, sencillamente desaparecen.

                Ahora, el miedo deliberadamente difundido desde el gobierno y amplificado por casi todos los medios que trasmiten como un partido de fútbol los muertos por “covid” -aunque solo son el 10% de los muertos totales en Argentina y esto creyéndonos que las cifras no están infladas- hacen que la masa sea aún más irracional, con lo cual los políticos se ven “forzados” a una bola de nieve cada vez más populista (léase, mas Estado en lugar de menos regulaciones y más privatizaciones).

                Y esta bola de nieve populista se ve reflejada en el Presupuesto Nacional para el ejercicio 2021. Donde, como señalan desde Invecq, la primera condición es la “inclusión social” que, por cierto, es la excusa para aumentar los impuestos y la inflación que siempre terminan siendo derivados a los pobres (ya que las empresas aumentan precios, etc) necesarias para hacer demagogia, “asistencialismo social” que es devolverles a los pobres menos de los que se les quitó.

                El gobierno augura que el PBI crecerá 5,5% en 2021, una inflación del 29%, un dólar oficial de 102,4 en diciembre y un déficit presupuestario primario del 4,5% del PBI y total del 6%. Como se ve en este gráfico, aun con las proyecciones oficiales -muy poco creíbles- el nivel de actividad hacia finales del 2023 sería inferior a la del 2017.  

                   Ante tanto populismo rampante, no es creíble que la suba del IPC pueda terminar el año 2021 por debajo del 30% y, sobre todo ahora que se endurece el cepo que, irónicamente, presionará hacia arriba al IPC. Para empezar, se agravan condiciones de financiamiento para empresas, dice Moody’s, con el nuevo cepo, es decir, caerá el PBI esto es la demanda de pesos.

                  La razón porque los dólares no alcanzan es muy obvia, sucede que el BCRA los vende baratos subsidiados y, entonces, aumentan artificialmente la demanda al tiempo que a ese precio nadie quiere venderle al BCRA y -en esto se llevará una sorpresa el gobierno- la oferta seguirá cayendo por mucho que obligue porque siempre algunos encuentran la manera de zafar.

                   Por qué el gobierno insiste en mantenerlo barato, desde el punto de vista ideológico porque le teme al IPC y cree que eso es inflación -cuando es al revés: el peso se deprecia con la inflación, la exagerada oferta- pero el motivo funcional es una cuestión de poder. Los dólares son la moneda real no el peso, y el gobierno quiere mantenerlo controlado por una cuestión de poder.

                   Este gráfico, que lo tomé de Nicolás Cachanosky, es muy didáctico:

                  Allí se ve cómo, ante el precio subsidiado del BCRA, los dólares son potencialmente muy demandados y muy poco ofrecidos, perdiendo reservas. Pero, como no toda esa demanda potencial se puede realizar dado el cepo, la demanda insatisfecha -que crece a medida que se endurece el cepo- se vuelca al blue provocando una suba de su precio a ese nivel de demanda, así aumenta la brecha entre el oficial y los paralelos, se pierden más reservas y se encarece los precios relacionados perjudicando a los más pobres.

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Asesor Senior de The Cedar Portfolio, Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE. Síguelo como @alextagliavini

Previsible: la estrella son los futuros de crudo (y el “barril criollo” exagerado)

Por Alejandro Tagliavini. Publicado el 21/5/20 en: https://alejandrotagliavini.com/2020/05/21/previsible-la-estrella-son-los-futuros-de-crudo-y-el-barril-criollo-exagerado/

 

Esta semana pareciera que renació el optimismo en las bolsas que, en mi opinión sigue siendo exagerado porque no está tan claro que los gobiernos levantarán fácilmente la represión -con la excusa de “combatir el coronavirus”- sobre los mercados. El S&P 500 alcanzaba los 2971 su nivel más alto desde el 6 de marzo pasado, aunque este jueves bajaba un 0,7% y el Nasdaq 100, aunque también bajaba este jueves, está solo a un 2,5% debajo de su máximo histórico.

Así, parece que ha vuelto el ‘miedo a quedarse fuera’, el famoso FOMO (Fear of Missing Out), por el que muchos inversores, siguiendo la tendencia del mercado, incrementan sus posiciones largas por temor a que, cuando quieran entrar en renta variable, sea ya demasiado tarde.

El 18 de abril escribí una columna (Amazon, Netflix y el clásico argentino: el dólar, la mejor “inversión” )  donde decía que, por la cuarentena forzada se han visto beneficiadas algunas tecnológicas como Amazon (NASDAQ:AMZN), que subía un 29% en lo que iba de 2020. Sus acciones cotizaban a U$S 2377 (1.857 un año antes) un récord para el gigante del comercio electrónico, pero siguieron subiendo un 3% y hoy superan los US$ 2455 a pesar de que el beneficio neto cayó casi 29% hasta los US$ 2.535 M en el primer trimestre.

Hoy tanto Amazon como Facebook (NASDAQ:FB) -dueña de Instagram entre otras y ahora Shop- son dos de las empresas que más valen en bolsa de EE.UU.: la tercera y la quinta, detrás de Apple y Microsoft. Hoy Facebook ve cómo su acción ha repuntado un 6% y se eleva a los US$ 229,97 desde su máximo anterior de 223 el 29 de enero de este año.

Luego está Netflix (NASDAQ:NFLX) que ha visto aumentar considerablemente sus suscriptores dada la quedada en casa. En lo que va del año sus acciones suben un 36% y no paran, superando los U$S 434, al punto que algunos fijan un precio objetivo hacia fines de año de U$S 490 por acción.

Y luego está la imparable Tesla cuya acción, en lo que va del 202o casi duplica su valor y hoy cotiza a más de US$ 823.

Ahora, claramente una de las estrellas es el crudo. El 1 de mayo escribí una columna  (Los futuros de WTI podrían ser un excelente negocio ), cuando el barril de crudo perdía 80% de su precio en EE.UU. y 70% en Europa, los futuros del WTI llegaron a valer debajo de cero hasta -US$ 40 en el día 20 de abril. Los analistas apuntaban al entorno de los US$ 17 para el futuro del WTI de julio. Con lo cual podría ganarse mucho con el United States Oil Fund, LP (NYSE:USO), el mayor ETF de petróleo del mundo. Hoy los futuros de WTI, que vencen dentro de un mes, cotizan a US$ 33,90 y los del Brent a 36,03.

Los precios del petróleo llevan varias semanas recuperándose y el Brent ha subido un 60% desde los mínimos del año. La IEA lanzó estos días un mensaje optimista indicando que la perspectiva para los mercados globales ha mejorado. Las cifras que ha lanzado la Agencia apuntan a que el consumo global de petróleo será de 91,2 M de barriles diarios, superando los 90,5 M que daba hasta ahora. Así, se terminaría con la situación de sobreproducción, ya que la producción global ha caído este mes hasta 88 M de barriles diarios, el nivel más bajo de los últimos 9 años.

Caída debido a los recortes de producción de la OPEP y Rusia y a que, en países como EE.UU., las empresas del sector se ven obligadas a cerrar el grifo por los bajos precios del barril.

Sin embargo, es importante recordar que si bien el petróleo rondando los US$ 35 por barril es mejor que a US$ 10 o 20, y este cambio parece significativo en un gráfico, la realidad es que los precios por debajo de US$ 50 son insostenibles para la mayoría de los productores de petróleo de esquisto de EE.UU. y los precios por debajo de US$ 40 son problemáticos para Rusia, el segundo mayor productor global.

Gráfico semanal: Futuros Crudo WTI

A medida que los vencimientos de los contratos de futuro son cada vez más lejanos, el precio del petróleo es más elevado. Los de Brent -el de referencia en Argentina- llega a los US$ 44,4 por barril en el caso del futuro que vence en diciembre de 2023.

Con lo que luce desfasada la realidad argentina, ya que el Gobierno estableció que el precio para la compraventa local del petróleo será de US$ 45 por barril, y prohibió la importación cuando haya crudo disponible en el mercado interno. Este “barril criollo” estará vigente hasta el 31 de diciembre y quedará desactivado cuando el valor del precio internacional supere los US$ 45 durante 10 días consecutivos lo que, según los futuros no ocurrirá por lo menos hasta 2024.

Y, como toda injerencia coactiva lo que logrará es distorsionar todo, ya que los precios en un mercado sano sirven para dirigir el consumo y las inversiones. Y el mercado es imprevisible, por eso cuando un burócrata lo interfiere de manera coactiva, seguro que yerra. Para empezar, perjudicará al de siempre, al ciudadano de a pie que tendrá que soportar un precio exagerado.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Asesor Senior de The Cedar Portfolio, Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE. Síguelo como @alextagliavini

¿Se pincha la burbuja en las bolsas?

Por Alejandro Tagliavini. Publicado el 16/1/19 en: https://www.ambito.com/se-pincha-la-burbuja-las-bolsas-n5010827

 

Según habíamos anticipado se desinfla el mercado inmobiliario. En un año, el precio de las propiedades cayó 10,2% en dólares, según el Colegio de Escribanos de la CABA. Y caería más de no ser por propietarios que no venden por no contabilizar pérdidas, aunque muy probablemente es cierto que los precios siguen altos y seguirán bajando. Digo esto porque es un termómetro importante, pero ahora nos ocupa la subida de los mercados bursátiles en el inicio de año.

Las bolsas globales suben con fuerza en 2019. Pero el lunes, demostrando que el problema de fondo no es la guerra comercial -que parece mejorar-, bajaron por datos sobre el crecimiento global. En diciembre, se produjo la mayor caída (-4%) en dos años de las exportaciones, y también las importaciones de China que, aun así, en 2018 tuvo un superávit comercial récord con EE.UU.

El PBI chino desde 2014 -antes de Trump- crece menos del 7% y, según Reuters, Pekín rebajará las previsiones para 2019 a entre 6 y 6,5%, la peor en tres décadas, aunque muy arriba de la pésima perfomance del macrismo. En lugar de recurrir a la obra pública, según JP Morgan, China recortaría impuestos -por u$s300.000 M; 1,2% del PBI- y aranceles a la importación. Medidas auspiciosas si, en el conjunto, efectivamente suponen un achicamiento del peso asfixiante del Estado.

Además, la producción industrial de la Eurozona en noviembre tuvo la mayor caída en tres años: -1,7%. Y el PBI de Alemania creció 1,5% en 2018, el dato más débil en cinco años. A esto hay que agregarle el cierre parcial del Gobierno de EE.UU. por el que se pierden u$s1200 M semanales, según S&P Global. Irónicamente, en dos semanas más el costo superará los 5.700 M para la construcción del muro que desató el conflicto.

Trump amenaza con mantener el cierre por meses o declarar emergencia nacional, y los demócratas apelarían iniciando una batalla incierta. Así, en mi opinión, se está minimizando el hecho de que EE.UU. está gobernado con un alto nivel de irracionalidad y el mundo parece no advertirlo evidenciando que todo el globo está en manos de improvisados.

Ayer, las bolsas globales retomaron la suba alentados por la probable derrota del “brexit” en el parlamento británico. Derrota que se confirmó abriendo dos escenarios posibles: el más creíble es la postergación del “brexit” con lo que las bolsas podrían abrir hoy eufóricas; el segundo, por el contrario, es un “brexit” sin acuerdo, caótico.

Por otro lado, las tasas de interés siguen bajas y algunos papeles cayeron exageradamente en 2018. Por caso, el Ibex 35 cotiza a un PER de 12 veces, 15,7% menos que su media histórica y 4% menos respecto a la zona euro. Según FactSet, entre las acciones españolas, destacan los potenciales de ArcelorMittal (del 66%), Sabadell (44%), Ence y Meliá (ambos del 40%).

Ahora se está desarrollando la temporada de resultados en EE.UU. y 46 multinacionales del S&P 500 lanzaron avisos negativos sobre sus ingresos -muchas debido a la ralentización china- superando la media de los últimos cinco años. Aunque en los beneficios por acción el número de compañías que realizaron algún tipo de profit warning asciende a 72, debajo de la media histórica.

Más allá del último cuarto trimestre -que podría estar marcando una tendencia- en 2018 los beneficios del S&P 500 habrían crecido 20,3%, su mejor marca desde 2010, y los ingresos 8,9%, su mayor expansión desde 2011. Pero, según S&P Capital IQ, los beneficios por acción medios de los componentes del S&P 500 crecerán solo 5,6% en 2019.

Entretanto Argentina parece ser la reina de la burbuja. En 2019 el riesgo país cae más de 100 pb, con una fuerte recomposición de los bonos. Mientras tanto, el S&P Merval ganaba un 10% y la pregunta es si seguirá o caerá incluso a niveles peores que en 2018, en términos reales. En cuanto a los ADR, el volumen promedio de 2019 saltó un 17% contra el promedio de los últimos 30 días. En estos 15 días de enero, la renta fija argentina es la que mejor performance muestra en la región.

Ahora, la deuda estatal sube, la recaudación cae, la inflación no para, las tasas bajan poco y la caída del PBI prevista por los analistas -optimistas en mi opinión- llegaría al 1,9%. Y se dan situaciones bizarras como que habiéndose revaluado el dólar 105% en 2018, ahora el BCRA compra para bajarlo al tiempo que baja la tasa de referencia. Por cierto, estas compras supusieron una emisión de casi $ 6000 M, a lo que hay que sumarle el efecto de la adjudicación de Leliq que, solo el lunes, generó un efecto de expansión de $23.000 M y el BCRA seguiría inyectando pesos, azuzando la inflación.

Así, con un Estado que expolia al sector productivo -por vía de impuestos, inflación y endeudamiento/tasa altas- el PBI cae y Argentina se desinvierte: según la Fundación Capital, en el último trimestre de 2018 la inversión se contrajo 22,7% interanual, cayendo 4,9% en todo 2018, y durante 2019 se contraería 8%, bajando del 20,4% del PBI en 2017 a menos del 19% en 2019. Con lo que el rally alcista de la Bolsa de inicio de año no tiene asidero y se empieza a ver.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE.

Y SI GANA TRUMP…

Por Alejandro A. Tagliavini. Publicado el 3/11/16 en: https://alejandrotagliavini.com/2016/11/03/y-si-gana-trump/

 

Es una pena que no tenga chances de ganar Gary Johnson, el candidato a la Casa Blanca por el Partido Libertario, ya que, sin ser ideal, es el único serio. Con los otros dos, Hillary Clinton y Donald Trump, el liberalismo económico quedará enterrado precisamente en el país del “libre mercado”.

La remontada en las encuestas del republicano ha elevado el nerviosismo en los mercados. Un reciente informe del Citi mejoraba las probabilidades de victoria de Trump hasta 40%, y aseguraba que a ello se debían los máximos de la moneda estadounidense frente a la de México, siendo que un dólar llegó a comprar más de 20 pesos por primera vez en la historia. Desde el Saxo Bank, aclaran que la divisa mexicana es “el barómetro más preciso del ánimo inversor”.

Los analistas de Citi estiman que el riesgo-Trump es “parcialmente descontado” pero que “aumenta”. Desde Saxo Bank, opinan que a corto plazo los inversores podrían manejar una victoria de Trump, pero a largo plazo “podría ser un desastre financiero y económico… y podría… empujar al mundo a una nueva recesión”. Según Moody’s el impacto sobre Europa sería limitado dada la moderada relación comercial. En cuanto a China, si EE.UU. desarrolla una economía proteccionista, el gigante asiático podría responder con dureza.

Por el riesgo-Trump suben los valores-refugio tradicionales: oro, plata, franco suizo, y bono del Tesoro. Y baja prácticamente todo lo demás, empezando por el peso mexicano, y continuando por las divisas de otros emergentes, hasta llegar a la renta variable de casi todo el mundo, así es que caen todas las bolsas. El índice VIX, que mide la volatilidad del mercado de futuros de Chicago, ha subido 30% desde que el director del FBI anunció el hallazgo de más e-mails de Hillary. Eso significa que el mercado da alrededor de 20% de posibilidades a Trump de ganar las elecciones. Es una cifra aún modesta.

“Entre 1929 y 2011, el mercado ha ganado más de la mano de los presidentes demócratas, lo que puede significar que una victoria de Clinton representará buenas noticias para el Dow Jones y el S&P 500”, dicen los analistas. Por su parte, James Butterfill, jefe de estrategia de ETF Securities, es más concreto: “El precio del oro aumentará hasta 10% si Donald Trump gana” y, por el contrario, “podría perder hasta 6% si triunfa Hillary”.

El metal dorado protagonizó una corrección del 8,5% desde los máximos que alcanzó el 6 de julio, tras el Brexit, hasta los 1.250 dólares por onza que marcó a principios de octubre. Desde ese nivel, rebota ya más de 4%. Entre tanto la plata, que sube casi 8% desde los mínimos del mes pasado, la zona de los 17,3 dólares hasta la que corrigió desde los máximos post Brexit.

Sin embargo, para el consenso de mercado, ni uno ni otro metal cuentan con mucho más recorrido en los próximos meses. Sobre todo, teniendo en cuenta la inminente subida de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Trump ha dicho que no tiene nada contra su jefa “pero no es republicana”, y la ha acusado de mantener las tasas bajas demasiado tiempo, contradiciéndose con su propuesta de una política monetaria basada en el dólar débil y tasas de interés bajas, lo que fomentaría las exportaciones. Por otro lado, sugirió que EE.UU. refinancie su deuda.

El que más ganaría con Trump es el mercado energético que, en términos generales, ha superado a los mercados globales en épocas de dólar frágil y, así, la recuperación que tuvieron este año las acciones petroleras podría continuar. Además, Trump aboga por un agresivo esfuerzo de exploración de gas y petróleo y, entre las pocas desregulaciones, eliminaría restricciones a la extracción por fracking y a las emisiones de gases contaminantes “porque el cambio climático es un invento chino para que EE.UU. deje de ser competitivo”.

El dato de las tasas para Argentina no es menor, porque los mercados fueron aliados incondicionales del gobierno al comprar deuda por más de US$ 40.000 millones este año y, además, tiene que financiar, según cálculos privados, US$ 30.000 millones en 2017 y Trump podría traer más inestabilidad, y quién sabe, quizás tasas más altas.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE.