Por Guillermo Luis Covernton. Publicado en Revista Cultura Económica
Año XXXVI N°96 Diciembre 2018: 77-94. http://e-revistas.uca.edu.ar/index.php/CECON/article/view/1525
Resumen
Las ideas que hablan sobre un posible impacto negativo de la actividad
de los seres humanos en la tierra tienen una antigüedad similar a la de
la ciencia económica. Existen muchas teorías que han sostenido y
algunas que, aún hoy en día, sostienen la posibilidad de un colapso
catastrófico de la población mundial a causa de los efectos de la actividad del hombre. Malthus advertía que podían existir limitantes
de la evolución de la humanidad hacia la felicidad. Y se refería a una
gran causa, unida íntimamente a la naturaleza del hombre. En sus
palabras: “La causa a la que aludo es la tendencia constante de toda
vida a aumentar, reproduciéndose, más allá de lo que permiten los
recursos disponibles para su subsistencia” (Malthus, 1998: 7). Está
claro que esta cita, que data de 1798, no era, de ninguna manera, una
posición incontrovertible ni compartida por algunos de sus
contemporáneos. Incluso autores bastante anteriores, ya sostenían la
posición contraria.
Spiegel, (1996: 161) refiriéndose a William Petty, (1623-1687),
destaca que sus criterios económicos eran independientes de los
prejuicios de la época, dándole una gran importancia al crecimiento de
la población como fuente del aumento de los ingresos. A su juicio, el
crecimiento poblacional contribuiría a licuar los gastos del estado, que
según decía, no crecían en la misma proporción. Además, enfatizaba
que una mayor población obligaba a mayores esfuerzos y también a
una creciente especialización y enseñanza de oficios y técnicas. En sus
estudios, veía al crecimiento de la población como la solución a los
problemas nacionales.
Por su parte, Spengler (1998: 3) reconocía que la idea de que el
excesivo crecimiento poblacional podía reducir la productividad por
trabajador, deprimir el nivel de vida de las masas y generar conflictos,
era de tal antigüedad que aparecía en trabajos de Confucio y otros
filósofos de la antigua China…