Sin límites para el absurdo

Por Carlos Alberto Salguero. Publicado el 25/7/18 en: https://www.rionegro.com.ar/columnistas/sin-limites-para-el-absurdo-DD5454489

 

La civilización, tanto en sus orígenes como en la actualidad, depende de aquello que se conoce como las instituciones humanas. Precisamente, tales instituciones proveen del orden en el cual la cooperación permite a las personas desarrollar sus capacidades y perseguir aquellos fines que juzguen prioritarios.

Como lo entiende Hayek, la esencia del proceso social se basa estrictamente en la información o conocimiento “de carácter personal, práctico, subjetivo, disperso” que cada ser humano descubre en un devenir que no se detiene jamás.

En ese sentido, el esfuerzo, ingenio y sensibilidad innata del hombre para buscar y alcanzar nuevos fines constituye el leitmotiv del proceso, el cual, por propia naturaleza, ajusta y coordina los comportamientos contradictorios que en él se llevan a cabo. El proceso de ensayo y error que así resulta está guiado por las instituciones que moldean las formas en que la gente interactúa. Se da por descontado que los agentes tienen limitaciones cognitivas.

Frente a ello, por contraste, la utilización sistemática de la coacción por la vía de las políticas públicas se focaliza sobre las implicancias lógicas de la optimización, entendida como resultado y no simplemente como intención.

Se supone que los gobiernos establecen un gran programa abarcativo del conjunto de acciones óptimas de las personas, entre todas las alternativas posibles, en base a un conocimiento preciso de las consecuencias esperables de sus decisiones. El equilibrio se concibe no como un punto de atracción de un proceso, sino como un estado en el que los planes de alguna forma se han vuelto coherentes entre sí.

Todo ello ha llevado a que las instituciones sociales de varios países en el siglo veinte basaran sus economías en la idea de planificar una “justa” distribución; y algunos otros como el nuestro, Argentina, extendieron dichas prácticas a lo largo del siglo XXI.

Los resultados están a la vista. En los últimos 15 años, la participación del Estado en los niveles de gasto doméstico, como porcentaje del PBI (Producto Bruto Interno), pasó exactamente del 23 al 47% entre los años 2003 y 2018. En síntesis, más Estado y menos mercado: pobreza, marginalidad, indigencia.

Al mismo tiempo, otro importante indicador del proyecto Doing Business del Banco Mundial, 2017, muestra que Argentina se encuentra en el segundo lugar en cuanto a la más alta tasa tributaria total, con un porcentaje del 106 (solo por debajo de la Unión de las Comoras, un diminuto país insular, con población inferior al millón de habitantes, situado al oriente de África sobre el océano Índico), lo que evidencia la existencia de tasas confiscatorias y, lo que es peor, que dichos gravámenes resultan insuficientes para financiar el abultado exceso de gastos sobre los recursos impositivos.

Íntimamente ligado con el Estado Benefactor se encuentra el abuso del término social, que suprime substancialmente el significado del sustantivo al que se aplica. Es decir, social se atribuye a todo aquello que reduce o elimina las diferencias de rentas, pues, se presume que en orden a la “sensibilidad social”, “injusticia social”, “inestabilidad social”, etc., muchas personas jóvenes y sanas de distintas organizaciones sociales deben ser mantenidas, entre ellas organizaciones piqueteras. Como diría Armen Alchian, gobierno es socialismo por definición.

Bastará un ejemplo de candente actualidad para ilustrar el fenómeno.

El pasado sábado, 21 de julio, se reunió en Buenos Aires el G20, o Grupo de los 20, el principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política que aborda los grandes desafíos globales y busca generar soluciones. El organismo se compone de la Unión Europea y 19 países, entre ellos: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía. El conjunto de los miembros representa el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional.

El acontecimiento, ante los ojos del mundo, requirió de un despliegue de seguridad sin precedentes. La idea fue neutralizar las movilizaciones de varios centenares de personas, en las inmediaciones del encuentro de ministros de Finanzas del G20, en contra del acuerdo del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al tiempo que reclamaban por un incremento en sus asignaciones.

No se trata de hacerse el distraído pues se sabe que nada es gratis, ni el montaje de extrema seguridad ni la asistencia de aquellos quienes, curiosamente, se alzaban contra quien venía a dar asistencia (circunstancial) a sus propios reclamos y a los ajetreados bolsillos del contribuyente. Enfáticamente se reclama más Estado y menos mercado, sin advertir que esa ecuación ya ha sido probada hasta el hartazgo. Ante tanto desconcierto es el momento de advertir incluso sobre los riesgos de lo que significa vivir en condiciones sin límites para el absurdo.

 

Carlos Alberto Salguero es Doctor en Economía y Máster en Economía y Administración de Empresas (ESEADE), Lic. en Economía (UCALP), profesor titular e investigador en la Universidad Católica de La Plata y egresado de la Escuela Naval Militar.

Telefonía móvil prepaga ahora bajo control de precios en Argentina

Por Belén Marty: Publicado el 6/8/14 en: http://es.panampost.com/belen-marty/2014/08/06/telefonia-movil-prepaga-ahora-bajo-control-de-precios-en-argentina/

 

El Gobierno de Cristina Kirchner anunció el 4 de agosto que expandirá el plan de Precios Cuidados a los planes de telefonía prepaga. Ahora la iniciativa no solo contemplará controles de precios a las comidas, bebidas, materiales de construcción y a las motocicletas, sino que incluirá a partir del 15 de este mes el Plan Prepago Nacional (PPN) para celulares.

El PPN incluirá a todas las empresas de telefonía móvil que operan en Argentina (Claro, Personal, Movistar y Nextel) y aplicará control de precios a todos los servicios: SMS (mensajes de texto), MMS (mensajes multimedia), Internet móvil, llamadas de voz, con el agregado de que contemplará, además, un número gratis para llamadas y otro para envío de SMS.

Este plan, presentado por el secretario de Comercio Augusto Costa y el secretario de Telecomunicaciones Norberto Berner, busca establecer una tarifa de referencia y crear competencia entre las cuatro empresas de telefonía móvil que operan en Argentina.

“Se pondrá en marcha una alternativa de consumo que servirá de referencia para que los consumidores argentinos estén informados de los costos de la telefonía y puedan comparar y elegir qué plan se adapta mejor a sus necesidades,” afirmó Berner.

Además aseguró que los precios de este plan serán “sensiblemente menores” a los que ofrecen hoy las compañías. Los usuarios de celulares con planes prepagos podrán “de manera libre y gratuita cambiarse al plan prepago nacional, optando por mantener la portabilidad numérica”, puntualizó Berner.

Por su parte, el secretario de Comercio indicó que “con más elementos, el consumidor puede tomar decisiones informadas, y eso es sinónimo de un ejercicio efectivo de los derechos”.

Esta propuesta del Gobierno se aplica solo a los planes prepagos, que representan el 70% del total de la facturación de las empresas. Buscan “evitar abusos por la multiplicidad de planes ofrecidos y la falta de información sobre los costos del servicio”, según informó el comunicado del Palacio de Hacienda.

Los precios establecidos por el ministerio de Economía incluyen un valor de AR$0,74 (US$0,06) por el envío de un SMS (frente a los AR$0,99 que está ofreciendo hoy Claro Argentina) y AR$1,47 (US$0,11) por el bloque de los primeros 30 segundos de llamada (contra AR$1,65). Además ofrece un precio diario de envío y recepción de datos de internet a AR$2,50 (US$0,2), contra los AR$3 de Claro.

En cuanto a la magnitud de la industria, Berner precisó que el consumo en Argentina aumentó “de 4,5 millones de celulares en 2003 a 63 millones” en la actualidad, y sostuvo que así se pasó “de un servicio para una élite, a uno de todos los argentinos con celular, es decir, acceso universal”.

También sostuvo que ahora lo importante es que las empresas de telefonía sigan invirtiendo cada vez más en el país, pero que esa inversión esté “mejor destinada”. Justificó la medida diciendo que desde el Estado se cumple con regular y controlar.

La contracara

Jose Luis Espert, economista argentino, le expresó a PanAm Post que esto terminará perjudicando aún más a la industria de la telefonía móvil argentina. Aseguró que pasará exactamente lo opuesto a lo que dice el Gobierno que sucederá.

“Tenemos el parque tecnológico más viejo de América Latina en materia de telefonía móvil. Hoy ya casi no se puede hablar por celular por la interferencia y la mala calidad de la señal de cobertura, y este plan es un desincentivo para la inversión. Los empresarios deberían poder poner los precios que deseen”.

Ademas, señaló que cada vez que el Estado interviene en una industria en particular la destruye. “Esto ocurrió con el mercado de la carne, de las frutas y verduras, hoy ya no hay más trigo y estamos sin energía”, indicó Espert.

Finalmente aseguró que hoy Argentina es el segundo país del mundo con mayor inflación. “Están cuidando los precios para que sean los más altos posibles”, ironizó.

¿Inflación cuidada?

Bajo el lema de “a los precios los cuidamos entre todos”, el Gobierno nacional obligó a empresas comercializadoras, distribuidoras y otros proveedores a mantener una administración de precios controlados, determinados por las autoridades según el análisis de las cadenas de valor.

Según la página web oficial del programa, “son precios que permiten asegurar condiciones de competitividad en la economía, cuidar el bolsillo de los argentinos y que cada consumidor ejerza su derecho de elegir informado”.

Actualmente esta iniciativa del Gobierno se aplica a productos de supermercados y autoservicios, materiales de la construcción, mayoristas y distribuidoras y hasta acuerdo de precios de 23 modelos de motos.

A pesar de la intención del Gobierno nacional de mantener un nivel de precios estable, la inflación de Argentina solo en el mes de julio fue del 2,55%, según los datos del Índice de Precios de elaborado por el Congreso. El Instituto Cato calcula que Argentina ya está con una inflación anual implícita del 56%.

 

Belén Marty es Lic. en Comunicación por la Universidad Austral. Actualmente cursa el Master en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE. Conduce el programa radial “Los Violinistas del Titanic”, por Radio Palermo, 94,7 FM.