Ni herencia, ni gradualismo. Macri (y los del REM)

Por Alejandro Tagliavini. Publicado el 11/3/19 en: https://www.ambito.com/ni-herencia-ni-gradualismo-macri-y-los-del-rem-n5020072

 

Ni herencia, ni gradualismo. Macri (y los del REM)

Tal cual escribo desde hace trece años, la economía caerá con Macri. Dicho sintéticamente, cree que la locomotora es el Estado y, consecuentemente, lo ha “potenciado” a costa del sector privado -el mercado, las personas, el pueblo- cada vez más expoliado y asfixiado.

Se equivocaron -y feo, por ignorancia- quienes creyeron que Macri es pro mercado; se equivocaron -y muy feo, por ignorancia- quienes lo justificaron argumentando que había recibido una pesada herencia. Si recibió el vaso vacío, eso era una “bendición” política porque, con poco que hubiera hecho -solo un par de gotitas-, el cambio habría sido radical: ¡de nada a tener agua!

Se equivocaron -y feo, por ignorancia- quienes lo criticaron porque, supuestamente, era “gradual”: nunca lo fue, en el sentido de una economía libre, de haber sido así el mercado se habría expandido “gradualmente” pero se contrajo, porque, si hubo “gradualismo”, fue en el aumento a la expoliación del mercado: cada vez más impuestos, inflación y endeudamiento/tasas altas.

Pero Macri no estuvo solo, los registros históricos del REM que realiza el BCRA muestran cómo las “consultoras” allí encuestadas le creyeron al Gobierno -y lo alentaron- y erraron y yerran sistemáticamente en sus pronósticos. Creyeron que el PBI crecería por una mayor cosecha o un mejoramiento de Brasil u otros argumentos mercantilistas que no van al fondo: crece el Estado parásito.

De paso, tampoco es cierto lo que dicen conservadores y clásicos sobre el ajuste, la reducción del gasto y el déficit cero. Estrictamente, lo que destruye a la economía no es el gasto en sí -EE.UU. tiene uno muy superior y crece- que, eventualmente, podría financiarse con dineros del Estado: vendiendo sus incalculables propiedades.

Lo único malo del Estado es la absorción coactiva de recursos -impuestos, inflación, tasas altas- porque son, precisamente, recursos que el mercado en pos de la eficiencia económica no entrega voluntariamente, sólo con coacción, y la violencia siempre destruye, a la eficiencia en este caso.

Y con estos fondos el Gobierno pretende, entre otras cosas, reactivar vía el consumo. El aumento del 11,8% en jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares y la suba extraordinaria del 46% en la AUH y el pago de la ayuda escolar, por única vez en 2019, de $1.700, inyectarán este mes al mercado $21.100 M adicionales. Poco.

Según el Ieral, considerando la evolución de los ingresos de trabajadores, jubilados y beneficiarios de planes durante el primer semestre los ingresos familiares tendrían una caída i.a. en términos reales de hasta 7%. Pero en el segundo semestre se recuperarían entre 9% y 11% i.a. Irreal.

Se basan en una inflación de hasta 35% anual para 2019 cuando no hay razones de fondo para creer en una recuperación, del PBI, y sí que la inflación podría equiparar, y hasta superar, a la de 2018, del 47,6%. En enero el IPC ya subió 2,9%, en febrero superaría el 3,5% y empeora, así la caída de los ingresos en términos reales superará estas estimaciones. Con esta errada idea de la inflación, para el Ieral la pobreza retrocedería 3 puntos en 2019 desde el 33% de 2018. Por el contrario, la pobreza tiende a de aumentar.

Por mostrar un disparate, las pymes para financiarse -hasta hace días cuando la tasa de las Leliq bajaba- con cheques avalados de pago diferido tienen que pagar 39% anual, en tanto que en los bancos la tasa ronda el 60%. Ahora, el BCRA, asustado con la suba del dólar -creyendo que provoca inflación cuando es al revés- vuelve a subir las tasas lo que, irónicamente, si provoca inflación desde que -además de destruir la producción- disminuye la demanda de dinero: ya en febrero, la demanda cayó 31% i.a. en términos reales.

Y se pincha la burbuja de la Bolsa inflada por la falsa “calma cambiaria”, el dólar artificialmente planchado. Así la subida de un 20% -en pesos y en dólares- de enero queda atrás, y va camino de quedar debajo de 2018 en términos reales. En lo que va de 2019 el S&P Merval gana un 6% en dólares y cae. Entretanto, el riesgo país supera las 750 unidades y podría batir récords pronto.

Para peor, el viento de frente recrudece. La economía global se debilita, incluyendo EE.UU. que en 2018 creció 2,9%, cuando Trump prometió superar el 3%, y empeora. Otra promesa incumplida es la de reducir el déficit comercial: su proteccionismo produjo el efecto contrario, lógico. El déficit creció hasta los u$s621.000 M en 2018, 12,5% más que en 2017 y 23% más que cuando Trump llegó a Washington.

Entretanto, el Banco Central Europeo decidió retrasar la suba de tasas para fines de 2019, y nuevas inyecciones (TLTRO) de liquidez a largo plazo para la banca, lo que tiene doble lectura: más liquidez, pero más temor por el futuro económico. De hecho, las Bolsas globales empeoraron y más al conocerse el viernes la débil creación de empleo en EE.UU. y el desplome de las exportaciones de China. Por cierto, desde 2009 cuando Wall Street marcó su mínimo tras la crisis de las hipotecas basura, el SP500 subió 318% mientras que los salarios sólo 27,6%.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE.

Las jubilaciones vienen con mar de fondo

Por Alejandro A. Tagliavini. Publicado  en: https://alejandrotagliavini.com/2017/12/20/las-jubilaciones-vienen-con-mar-de-fondo/

 

La imagen que dio el lunes Argentina fue dura. El diario El País de Madrid -el más leído en habla hispana- en lugar destacado afirmó que: “los choques de la policía con miles de manifestantes… fueron aún más graves… con cacerolazos por toda la ciudad y un ambiente de protesta masiva y fuerte violencia que no se vivía desde 2001, cuando la crisis del corralito acabó con 38 muertos y el presidente… abandonó la Casa Rosada en helicóptero. Con esa imagen… Macri dio un gesto de autoridad y mostró… (que) controla el país”.

Pero veamos rápidamente el tema previsional. Antes que nada, vale destacar que el estatismo, necesariamente, supone confrontación. En la actividad privada, en el mercado, dos actores se ponen de acuerdo, o no, voluntariamente, por ejemplo, en la venta de un auto según el precio convenga o no. Pero cuando el Estado impone coactivamente leyes, los afectados necesariamente confrontarán desde que no pueden abstraerse y, por tanto, buscarán beneficiarse lo más posible. Y esto ocurre ahora que el Estado coacciona un sistema previsional.

En cuanto a la actual reforma, en primer lugar, cambia la fórmula de movilidad que abarca a unos 17 millones de personas, entre jubilados, pensionados, pensiones no contributivas, beneficiarios de asignaciones familiares y AUH. El ajuste semestral, basado 50% en la evolución de los salarios y 50% en la recaudación, se reemplaza por otro formado 70% por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC y 30% por la variación del RIPTE que es un indicador del Ministerio de Trabajo que mide la evolución del salario de los estatales.

Luego, en lugar del aumento semestral, se actualizará cada trimestre lo que llevará a que, en marzo de 2018, en lugar del aumento semestral de julio-diciembre que llegaría al 12%, el incremento será de acuerdo a la nueva fórmula de julio a septiembre de 2016, y llegaría al 5,7%. Es decir, que al principio se producirá una caída en los haberes y un retraso de hasta 6 meses en el ajuste. Así, ya se están preparando acciones judiciales por “inconstitucionalidad” dada la “aplicación retroactiva”. Para compensar esto y el mal humor general, el Gobierno publicaría hoy [MIÉRCOLES 20] en el Boletín Oficial un decreto para otorgar el pago de un bono compensatorio para jubilados y beneficiarios de la AUH.

Así las cosas, para 2018 estiman que el Estado se ahorrará unos $ 100.000 millones. Y quizás esta sea la clave de todo: recortar el gasto estatal, lo que no está mal, pero ¿había que empezar perjudicando a los más débiles? ¿No se podía, por ejemplo, retrasar la obra pública que sí puede esperar?

En cuanto a la garantía del 82% móvil, esta se aplicará a quienes al momento de la jubilación tengan 30 años de aportes. Hoy esa relación en rigor es del 81,8%, desde que el haber mínimo es de $ 7.246 y el salario mínimo de $ 8.860. De modo que, toda vez que aumente el salario mínimo, si la jubilación mínima es inferior al 82%, Anses ajustará los haberes de los alcanzados por la garantía. Es decir, ya en enero tendrán un aumento que no tienen con la ley actual de $ 543.

Garantía de la que quedan ahora excluidos quienes se jubilaron por moratoria y a los que no les correspondió el beneficio de la Prestación Básica Universal. De aquí se deduce que quedan sin esta garantía las jubilaciones por invalidez de trabajadores activos y las pensiones por fallecimiento de trabajadores en actividad que no se calculan en base a la PBU.

Finalmente, los trabajadores en relación de dependencia del sector privado podrán optar por jubilarse a los 70 años, sin que hasta entonces los empleadores puedan intimarlos a iniciar el trámite jubilatorio, quedando excluidos los estatales. Mientras que las mujeres hoy tienen la opción de jubilarse a partir de los 60, con 30 años de aportes, y pasa a ser obligatorio a los 65. Con el nuevo proyecto podrán jubilarse entre los 60 y 70 y los varones entre los 65 y los 70 años.

Para terminar, como dice el politicólogo Rosendo Fraga, preocupan más los cacerolazos que se produjeron el lunes por la noche que las corridas frente al Congreso. Es que, dejando la violencia que es injustificable venga de donde venga, es obvio que existe un mar de fondo creado por el gobierno. Sucede que después de dos años de gobierno, con una presión fiscal en aumento y un Estado que no deja de asfixiar al sector privado, la pobreza, la desocupación y la miseria parecieran no ceder. De hecho, según una reciente encuesta de Poliarquía, el 41% de los argentinos cree que su situación económica personal empeoró, desde que asumió Macri, el 37% que se mantuvo igual y solo el 21% dice que mejoró.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE.

Más parches que soluciones de fondo

Por Nicolás Cachanosky. Publicado el 1/6/16 en: http://opinion.infobae.com/nicolas-cachanosky/2016/06/01/mas-parches-que-soluciones-de-fondo/

 

El Gobierno anunció un nuevo plan de blanqueo de capitales. Uno de los objetivos de este plan es financiar la reforma y el aumento de las jubilaciones prometidas por Mauricio Macri. Se pueden ver dos motivaciones en este aspecto. En primer lugar, varios de los 47 países que firmaron el acuerdo intercambio de información financiero-fiscal están tomando medidas similares. En segundo lugar, Cambiemos ha decidido reducir el déficit fiscal de manera gradual. Dado el alto nivel de presión tributaria, aumentar los impuestos de manera significativa no es viable. El blanqueo busca proveer fondos al fisco.

El Gobierno descuenta que el blanqueo será exitoso, ya que con el acuerdo de intercambio financiero no será tan fácil esconder fondos en el exterior. En segundo lugar, teniendo en cuenta el contexto internacional de bajas tasas de interés, invertir en bonos del Tesoro argentino será más rentable que dejar dichos fondos en el exterior.

El término ‘blanqueo’ dista de ser el más apropiado. Esta palabra suele hacer referencia a las operaciones que buscan maquillar un origen legítimo a fondos obtenidos de manera ilegítima. Por ejemplo, cuando en un hotel o un casino se reporta que se han tenido más clientes que los reales y estos han pagado en efectivo. Sin embargo, en este caso la propuesta está destinada (en principio) a fondos obtenidos de manera legal, pero que no han sido declarados. Por ello, hablar de “amnistía fiscal” o de “declaración de activos ocultos” es más preciso y neutral.

Esta ley de amnistía fiscal o de declaración de activos ocultos no debe hacernos perder de vista el problema de fondos, que es el porqué de la fuga y el ocultamiento de tantos recursos financieros. Los planes de “blanqueo” de capitales en sí no resuelven este problema de fondo. Los fondos no se fugan de Argentina por la malicia del ciudadano, se fugan porque hace años que se debe soportar una carga tributaria asfixiante, con inflación récord y por la falta de proyectos de inversión con una rentabilidad tentadora. Las repetidas confiscaciones de depósitos y la pesificación hacen del mercado financiero argentino un lugar poco seguro para invertir los recursos financieros. El Poder Judicial, por su parte, no se ha visto capaz o interesado en defender la propiedad de los depositantes. ¿Puede el ahorrista confiar en que el Poder Judicial va a proteger sus ahorros del Estado?

En lo que respecta a jubilaciones, el sistema de reparto estatal lejos está de ofrecer una jubilación decente. Los fondos privados en las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP) —que estaban celosamente reguladas— fueron expropiados por el Estado. Es necesario entender que hay pequeños ahorristas que se ven en la necesidad de esconder sus ahorros del voraz Estado argentino en vistas de tener una vejez decente. Si estos ahorros se mantienen en el país, se corre el alto riesgo de que sean expropiados de una manera u otra. No estamos hablando aquí de estafadores o delincuentes, sino de personas que buscan proteger su vejez. ¿Qué garantías les ofrece Cambiemos de que efectivamente sus ahorros no van a ser confiscados o depreciados por la inflación? ¿Y qué responsabilidad le cabe el Estado, entonces, por esta fuga y ocultamiento de recursos financieros? Mientras los escándalos de corrupción de la dirigencia política no cesan de ser noticia, el Estado le pide al contribuyente que declare sus fondos, pague entonces aún más impuestos y corra el riesgo de ver sus ahorros desaparecer como ya ha sucedido en el pasado. Esto hace especialmente cuestionable que este acuerdo se extienda a funcionarios públicos, cuyo comportamiento ético debería estar fuera de toda duda y quienes deberían ser los primeros en dar el ejemplo.

En un contexto internacional de abundancia de dólares, Argentina debería ser receptora de caudales de inversiones, sin necesidad de ningún blanqueo o amnistía fiscal para fondos no declarados si invertir en este país fuese la oportunidad que efectivamente Cambiemos dice que es. El grado de necesidad de un blanqueo puede interpretarse como el grado de fracaso del plan económico. Los blanqueos son, en definitiva, más parches que soluciones de fondo. Cambiemos ha anunciado algunos objetivos fiscales. Pero no ha anunciado planes que detallen cómo se van a cumplir dichos objetivos. Argentina necesita una seria reforma del gasto público e impositiva. Esto genera incertidumbre. Las inversiones de largo plazo, sin embargo, necesitan la certeza de un mercado abierto, libre y flexible, con una protección a la propiedad privada que trascienda al Gobierno de turno. No tengo la impresión de que en el plano internacional, por el momento, Cambiemos y la dirigencia política estén ofreciendo esa seguridad.

 

Nicolás Cachanosky es Doctor en Economía, (Suffolk University), Lic. en Economía, (UCA), Master en Economía y Ciencias Políticas, (ESEADE). Fué profesor de Finanzas Públicas en UCA y es Assistant Professor of Economics en Metropolitan State University of Denver.