Todo lo que tiene para ofrecer el populismo K es poder comprar un par de zapatos en 12 cuotas

Por Roberto Cachanosky. Publicado el 3/8/21 en: https://www.infobae.com/opinion/2021/08/03/todo-lo-que-tiene-para-ofrecer-el-populismo-k-es-poder-comprar-un-par-de-zapatos-en-12-cuotas/

Mientras otra cadena de electrodomésticos se presentaba en convocatoria de acreedores, el presidente Alberto Fernández anunciaba, con bombos y platillos, el relanzamiento de Ahora 12 pero con la posibilidad de financiar compras hasta en 30 meses

Al encabezar en forma virtual un acto para anunciar la ampliación del programa “Ahora 12”, el presidente Alberto Fernández dijo que su administración tiene un “plan de salida” para la crisis

¿Qué se puede comprar ahora 12 en cuotas? Por ejemplo, un par de zapatos. El anuncio luce bastante patético porque en los países normales la gente paga al contado los zapatos y en cuotas su vivienda. En el populismo argentino ocurre al revés.

Explico lo ridículo de la situación. El salario promedio que informa el Ministerio de Trabajo para el asalariado registrado estable está en $86.000 mensuales. Si esa persona quiere comprarse un departamento de 50 metros cuadrados en una zona económica como Villa Lugano, ¿cuántos años tendría que ahorrar para poder comprar al contado un departamento, dado que el crédito hipotecario en Argentina es prohibitivo?

Por empezar hay que utilizar el tipo de cambio libre o financiero para poder hacer la cuenta porque el vendedor quiere dólares. En Argentina las propiedades se cotizan en dólares y se hacen las operaciones con los billetes a la vista, independientemente si hay cepo, control de cambios u otras restricciones.

En el caso aludido, un departamento en Villa Lugano de 50 metros cuesta US$ 70.000 tomando un precio por metro cuadrado de USD 1.400. Ahora bien, el trabajador que gana $86.000 por mes, al tipo de cambio del mercado blue, equivale a unos USD 570 mensuales.

Si se supone que ese trabajador consume muy poco y vive con el 50% de sus ingresos, podría ahorrar USD 285 mensuales. Es decir, que para poder comprarse al contado el departamento de 50 metros cuadrados en Villa Lugano tiene que ahorrar 20 años, sin contar el costo de la escribanía, la inmobiliaria y los impuestos para el registro que representa entre 5% y 6%, equivalente a otros 14 meses más de ahorro.

Obviamente, dichos 20 años surgen de suponer que no hay inflación en dólares durante ese período y el salario equivalente en dólares al cambio libre se mantiene constante.

El Gobierno le ofrece a los trabajadores como consuelo poder comprarse un par de zapatos en 12 cuotas, como si con eso le estuviera dando la gran oportunidad de progreso de su vida

De más está decir que un joven que entra al mercado laboral, si tiene la suerte de conseguir trabajo con ese sueldo mensual inicial, tiene que esperar 20 años para poder comprarse su propiedad, y mientras tanto vivir en la casa de sus padres, para no pagar alquiler.

Como el tiempo de espera es muy largo, el Gobierno le ofrece como consuelo comprarse un par de zapatos en 12 cuotas y otros productos a pagar en 30 meses, como si con eso le estuviera dando la gran oportunidad de progreso de su vida.

Mercado de capitales devaluado

¿Por qué ocurre esta locura? Porque el populismo siempre vio al mercado de capitales como el enemigo que especula y no produce, cuando no es otra cosa que el lugar en el cual los que generan ahorro lo ofrecen a quienes demandan crédito para consumir o invertir, a través de un intermediario idóneo registrado.

Una gran oportunidad para que los jóvenes actuales pudieran comprarse una vivienda a créditos pagables hubiese existido si el kirchnerismo no hubiera confiscado los ahorros de los trabajadores que voluntariamente habían optado por las AFJP.

Actualmente, las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) en Chile administran USD 200.000 millones de ahorro de largo plazo que pueden prestarlo a los que quieren comprarse un departamento o una casa.

Para tener una idea de qué representa ese monto, el total de depósitos del sector privado en el sistema financiero argentino suma apenas el equivalente a unos USD 41.000 millones, es decir que en Chile las AFJP administran ahorros para prestar que son 5 veces más grandes.

Y cabe nota, que la mitad de esos depósitos son colocaciones a la vista para transacciones corrientes. De ahí que si se hace una comparación homogénea, surge que Chile tiene 10 veces más ahorro de largo plazo que los depósitos a plazo fijo del sistema financiero argentino.

Cuando en 2008 el kirchnerismo se apropió con los ahorros de la gente en nombre de la solidaridad social, destruyó el ahorro de largo plazo que se estaba formando. Se lo apropió y lo utilizó para financiar políticas populistas de gasto público, que no detuvieron el aumento de la deuda de la Administración Central. Por lo tanto, si hoy los jóvenes no pueden acceder a una vivienda es culpa de ese populismo impulsado por el kirchnerismo.

La administración pública financia el déficit fiscal con aumento de la deuda de la Administración Central (Secretaría de FInanzas)

La administración pública financia el déficit fiscal con aumento de la deuda de la Administración Central (Secretaría de FInanzas)

Agrego a esa locura la pesificación previa de los depósitos en 2002 que dispuso el mini gobierno de Eduardo Duhalde, la ausencia de moneda y la persecución del Estado a todo aquel que ahorra, haciéndole pagar el denominado Impuesto a la Riqueza, más todos los gravámenes que se cobran sobre las cuentas bancarias

De ahí que hoy en la Argentina los depósitos privados en el sistema financiero representan apenas 16% del PBI, muy por debajo del 54% a 55% del PBI que significan en Brasil o Chile.

Además, es imposible que mejoren los ingresos reales si no se promueve la inversión bruta interna fija, que cayó a niveles muy bajos.

Como puede verse en el gráfico, en pesos constantes de 2004 la inversión fija no creció entre 2010 y 2016, y se encuentra en caída sostenida desde 2019. Esa es una de las causas por la que no se genera trabajo y se mantiene mal remunerado.

El populismo, combatiendo al capital, destruyendo la moneda y el mercado de capitales, ha conseguido que los argentinos terminemos financiando el crecimiento y la inversión de los países desarrollados porque, quien puede, fuga sus capitales en busca de seguridad jurídica.

Para paliar ese cuadro los populistas originarios buscan conformar a la gente con la posibilidad de poder comprar un par de zapatos en 12 cuotas gracias al Ahora 12. Esto es todo lo que tiene para ofrecer, no mucho más.

Roberto Cachanosky es Licenciado en Economía, (UCA) y ha sido director del Departamento de Política Económica de ESEADE y profesor de Economía Aplicada en el máster de Economía y Administración de ESEADE. Síguelo en @RCachanosky

La sustitución de importaciones por producción nacional y la cultura de la dádiva destruyeron la Argentina

Por Roberto Cachanosky. Publicado el 28/7/2020 en: https://www.infobae.com/opinion/2020/07/28/la-sustitucion-de-importaciones-por-produccion-nacional-y-la-cultura-de-la-dadiva-destruyeron-la-argentina/?fbclid=IwAR0uEH5kqiQdbZ6kCWY10K8ZPuU5D2YOBhskfM90x9j1pecbm83Kfr0Ouhs

Vista del puerto de Montevideo (Uruguay). EFE/Federico Anfitti

Vista del puerto de Montevideo (Uruguay). EFE/Federico Anfitti

Un trabajo del año pasado en base a datos del Banco Mundial, muestra que Argentina fue el país que más tiempo estuvo en recesión entre 1961 y 2018, fueron 22 años de los 57 años considerados, seguido por la República Democrática del Congo; Zambia, Haití, Chad, Burundi y Guyana.infobae-image

Este dato genera el disparador para remontarse a datos más antiguos en base a las estadísticas de la Fundación Norte y Sur. Si se toma desde 1880, el año en que se coincide en que se logra la consolidación nacional, hasta 2003 porque se pueden hacer cortes históricos que, como tales, pueden ser discutibles y para el debate, pero sirven para ubicar diferentes reglas de juego, se observa un claro período expansivo hasta 1916, que fue el período en que gobernó lo que se conoce como la generación del 80 o el Partido Autonomista Nacional.

Luego viene el corte entre 1916 y 1945 en que gobiernan radicales, militares y conservadores. El otro corte es el que corresponde a los dos primeros gobiernos de Perón y, luego de 1955 a 2003, que se lleva el podio con más tiempo en recesión.infobae-image

Como puede verse en el cuadro precedente, el porcentaje de años en recesión va creciendo a los largo del siglo en estrecha relación con el abandono de las políticas que inspiraron la Constitución de 1853/60 y a medida que el Estado fue adquiriendo mayor intervención en la economía y el populismo fue tomando cada vez más fuerza.

Pero también se advierte que en la medida que la Argentina estuvo más abierta al mundo tuvo menos impactos recesivos y, por el contrario, en el período que fue al modelo de sustitución de importaciones por producción nacional, para “vivir con lo nuestro”, el tiempo de recesión aumenta, lo cual parece desmentir que una economía abierta al mundo es más frágil a los problemas internacionales.infobae-image

En el gráfico precedente se puede ver con claridad como entre 1900 y mediados del siglo pasado, las exportaciones argentinas representaron entre el 2% y 3% del total mundial. A partir del momento que el país se cierra y pretende “vivir con lo nuestro”, esa participación baja hasta representar actualmente apenas 0,3% del total.

Obviamente la inseguridad jurídica, la falta de moneda, de crédito y el apuntar a un mercado interno hicieron que declinara la tasa de inversión en relación al PBI, y con ello la productividad y competitividad de la producción nacional con el resto del mundo.infobae-image

La inversión es la clave del crecimiento económico

Durante el período de la generación del 80 la Inversión Bruta Interna Fija con relación al PBI se ubicaba en un piso del 20% y un techo del 40%, con años en que lo superó.

Luego, con la Gran Guerra se frena ese proceso, para recuperarse por un tiempo, pero posteriormente desciende a un rango del 10% al 20% del PBI.

La serie de tiempos revela que con la llegada del populismo y su inseguridad jurídica, más el cierre de la economía, la inversión bajó a la mitad, y paulatinamente comenzaron a subir sostenidamente los niveles de pobreza, indigencia y desocupación, con tasas de dos dígitos altos en el primer caso.infobae-image

De lo todo lo anterior surge entonces que no es casualidad que el período de mayor crecimiento se haya registra durante la generación del 80, hoy tan atacada o ignorada por los progresistas y populistas que quieren esconder los valores republicanos liberales que imperaron en esos años, aun con sus defectos, pero que lograron transformar un desierto en un país próspero, al punto que en 1895 y 1896 Argentina tuvo el ingreso por habitante más alto del mundo, de acuerdo a los datos del proyecto Angus Maddison.

Obsérvese que con el viento a favor de la soja del 2003-2016 solo se logró crecer al 2,4% anual y tener una tasa de inversión que en el mejor momento llegó al 20% del PBI, el piso de tasa de inversión que lograron las condiciones institucionales que rigieron cuando imperaba la Constitución de 1853/60.

Es más, la tasa de crecimiento de la era K, con el viento a favor, solo alcanzó a la mitad de lo que se se registró entre 1880-1916 cuando rigió la república liberal que diseñó Juan Buatista Alberdi y llevaron a la práctica hombres como Julio Roca, Carlos Pellegrini, José Uriburu, Manuel Quintana y Roque Sáenz Peña, por citar a algunos de ellos y sin olvidar a sus antecesores como Bartolomé Mitre y Nicolás Avellaneda.Con el viento a favor de la soja del 2003-2016 solo se logró crecer al 2,4% anual y tener una tasa de inversión que en el mejor momento llegó al 20% del PBI (Reuters)Con el viento a favor de la soja del 2003-2016 solo se logró crecer al 2,4% anual y tener una tasa de inversión que en el mejor momento llegó al 20% del PBI (Reuters)

En síntesis, no solo Argentina batió récord de períodos de recesión entre 1961 y 2018 como muestra el primer gráfico, sino que la historia muestra que también batió récord de decadencia cuando se sustituyó la cultura del trabajo por la cultura de la dádiva y se decidió abandonar la incorporación al mundo y empezar a sustituir importaciones.

El camino para salir de la larga decadencia es muy claro. Lo que falta son políticos de la talla de Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca, Pellegrini, Uriburu, Quintana, etc. que tuvieron estatura de estadistas y ninguno de ellos buscó la reelección, salvo Roca que fue dos veces presidente dejando pasar dos períodos antes de volver a asumir.

Es decir, fue una generación que se dedicó a construir un país y, desde hace décadas, tenemos políticos que se dedican a hacer un negocio de la política y a hacer tabla rasa con los principios republicanos de la Constitución de 1853/1860 para poder implementar el negocio de la política en base al populismo clientelar.

Roberto Cachanosky es Licenciado en Economía, (UCA) y ha sido director del Departamento de Política Económica de ESEADE y profesor de Economía Aplicada en el máster de Economía y Administración de ESEADE. Síguelo en @RCachanosky