Venezuela enfrenta su crisis sin cambiar de receta.

Por Emilio Cárdenas. Publicado el 10/9/14 en: http://www.lanacion.com.ar/1725609-venezuela-enfrenta-su-crisis-sin-cambiar-de-receta

 

Nicolás Maduro acaba de reestructurar su gabinete, reduciendo el número de ministerios de 30 a 27. Para ello ha incorporado a cinco caras nuevas y reciclado a varios ministros con distintos enroques.

El cambio más significativo en la reorganización de su equipo de gobierno es el de Rafael Ramírez, quien se desempeñaba como presidente de Pdvsa desde el 2004, y Ministro de Energía desde el 2002. En adelante Ramírez -degradado en términos de influencia- se desempeñará en la Cancillería venezolana, reemplazando a Elías Jaua, quien pasó al Ministerio a cargo de las Comunas y de la coordinación de los Movimientos Sociales, que son en rigor un apéndice del gobierno. El «duro» Jaua había sido designado por Hugo Chávez en enero de 2013, cuando ya se encontraba enfermo.

El desplazamiento de Ramírez ha sido interpretado por los mercados como confirmando que Nicolás Maduro no está dispuesto a los cambios inmediatos de rumbo en su política económica que las circunstancias exigen. Ramírez, cabe recordar, había hecho conocer los lineamientos generales de un presunto «plan de ajuste», que incluía la unificación cambiaria y el aumento del precio de la gasolina, así como el recorte de otros subsidios, propuestas que probablemente quedarán en nada. Por ahora, al menos.

Como consecuencia de la recomposición ministerial, los bonos de la República de Venezuela cayeron -en una sola jornada- un 0,4%, porcentaje que se acumula a la caída de 7,7% producida desde el 18 de agosto pasado. Toda una señal de desconfianza.

Quizás porque la sensación prevaleciente en el exterior es que Maduro no está dispuesto a enfrentar las causas de la inestabilidad. Lo que naturalmente ha desalentado a los inversores en papeles de Venezuela . Por esto el llamado «riesgo venezolano» es cada vez más alto. Y la tasa de interés de Venezuela está casi 12 puntos porcentuales por encima de la de losEstados Unidos . La tasa de interés para el gobierno venezolano es superior a la de Ucrania , país en pésimo estado económico que, además, enfrenta el riesgo de ser invadido por la Federación Rusa. En concreto, la tasa de interés que Venezuela debe pagar para poder financiarse en el exterior cuadruplica a la tasa promedio que pagan los demás países de América latina. Como señal: intranquilizadora.

El pueblo de Venezuela no vive solamente en la mayor escasez de prácticamente todos los artículos de primera necesidad. Vive también en un desesperante proceso inflacionario, ya galopante, con una tasa que está por encima del 60% anual. Por esto el malestar social es cada vez más extendido y evidente.

Por su parte, el aparato productivo venezolano luce destartalado. Lo que no sorprende puesto que el país caribeño tiene el peor índice de competitividad de la región. Sólo Haití está, en esto, peor que Venezuela. La industria venezolana está perdiendo aceleradamente nivel de actividad. En los primeros ocho meses del año en curso, la producción de automóviles cayó un 85%, respecto del año pasado.

En el remozado gabinete ministerial de Nicolás Maduro un general de brigada encabeza el área económica. Un Mayor General de la aviación es el Ministro de Transporte que deberá negociar con las empresas aéreas que han dejado de volar a Venezuela el pago de la deuda acumulada en dólares. Un teniente coronel ocupa el Ministerio de la Alimentación. Las fuerzas armadas mantienen así el manejo de todo lo referido a la importación y distribución de alimentos, hoy en situación de desastre. Un teniente del ejército continúa como Ministro de Industria y otro teniente del ejército es ahora Ministro de Energía Eléctrica. La presencia militar en los puestos claves del gobierno es cada vez más extendida. Particularmente en las áreas productivas y financiera. Lo que supone una profundización de los controles y la continuidad del fracasado intervencionismo, así como de la política intimidatoria del gobierno venezolano.

Lo cierto es que, luego de 16 meses y medio de gobierno que han llevado a Venezuela directamente al caos, Nicolás Maduro, lejos de anunciar los esperados planes para reorganizar la economía, contener la inflación y resolver los acuciantes problemas de la escasez, se ha limitado a dar un nuevo perfil a su gabinete de gobierno. Lo que naturalmente no tranquiliza. Ni satisface las expectativas desde que puede sintetizarse en aquello de «más de lo mismo». El «sacudón» en el plano económico que había sido prometido no ocurrió. En cambio, el mandatario se refugió en la opaca retórica tradicional, expresando el deseo de que las cosas mejoren. No alcanza.

Volviendo a la reestructuración del gabinete, cabe señalar que el enroque de Elías Jaua luce también estratégico. Porque se le confía ahora el manejo de todos los recursos y de las organizaciones sociales que responden al gobierno, de modo que pueda enfrentar en el Estado de Miranda al gobernador Henrique Capriles Radonski , el líder principal de la oposición. Complicándole la vida.

En su empeño por someter a la gente manteniéndola empobrecida, Nicolás Maduro, al decidir «mantener el rumbo» puede haber entrado en un callejón sin salida. El ala radical de su gobierno, donde milita Elías Jaua ha salido -en cambio- fortalecida y ganado influencia. Pero el profundo desconcierto económico y social se mantiene.

Curiosamente mientras todo esto sucede, los paleontólogos acaban de encontrar en Venezuela el fósil de un dinosaurio de más de 200 millones de años de antigüedad. Se trata del «Laquintasaura Venezuelae», un reptil de proporciones, que caminaba sobre sus patas traseras. El hallazgo tiene simbolismo. Las políticas colectivistas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro que pertenecen a la paleontología, han fracasado en todo el mundo. Es más, han dejado de utilizarse salvo unos pocos casos patológicos, como los de Corea del Norte , Laos y Cuba , cuyas sociedades están sumergidas en el atraso cuando se las compara con las del resto del mundo.

No obstante, Nicolás Maduro «va por todo». Insiste en un equivocado camino estatista e intervencionista. El mismo que ha llevado a su país al retraso y a su pueblo a vivir sobresaltado y dedicado primordialmente a procurarse -cada día- los productos de primera necesidad que han desaparecido de los mercados.

Quienes suponían que, ante la profundización de la adversidad colectiva, iban a conocer un paquete de medidas para salir de la crisis, se equivocaron. Maduro prefirió tratar de despejar las dudas políticas. Especialmente en el interior de su propio partido y entre sus seguidores, donde algunos dudan de la capacidad de gestión de Maduro y otros lo acusan de haberse apartado del camino de Chávez, lo que no parece haber sido así.

La inflación está deteriorando aceleradamente la calidad de vida de los venezolanos. La pobreza extrema -luego de 15 años de chavismo- es enorme. Un 10% de la población no puede siquiera comprar la canasta alimenticia. Con rincones de horror, como Amazonas, Apure, Monagas, Portuguesa y Sucre, donde el 50% de la población está en la pobreza extrema. O en Anzoategui, Carabobo, Aragua, Falcón, Mérida o Monagas, donde la pobreza extrema se duplicó el último año.

Como en Cuba, al final siempre paga el pueblo, con calidad de vida.

 

Emilio Cárdenas es Abogado. Realizó sus estudios de postgrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Michigan y en las Universidades de Princeton y de California.  Es profesor del Master de Economía y Ciencias Políticas y Vice Presidente de ESEADE.