TINELLI Y PAMELA DAVID SE HICIERON CATÓLICOS.

Por Gabriel J. Zanotti. Publicado el 23/12/18 en:  http://gzanotti.blogspot.com/2018/12/tinelli-y-pamela-david-se-hicieron.html

 

Estaba viendo algunas noticias de Argentina, para acortar un tiempo el Purgatorio, y de repente encontré a Tinelli diciendo que no va a hacer más algunas barrabasadas habituales con ciertas señoritas –legalmente mayores, así que la responsabilidad es mutua- y a Pamela David diciendo que ya no va a dar más clases de anatomía femenina en público. ¡Oh!!!! ¡Pero qué bien ¡!!!!!!!!!!!!!!!! ¿Es el espíritu navideño? ¿Se hicieron luteranos o católicos?

Bueno, no, claro. Parece que descubrieron que no hay que cosificar a la mujer. Tinelli –cuya conciencia no juzgo, pero cuyas acciones son intrínsecamente perversas- se excusó diciendo que él es de otra generación. La verdad quiero decirle que desde Pentecostés el Cristianismo enseña a varones y mujeres a no cosificarse mutuamente, a respetarse, a guardar su sexualidad para el matrimonio, sabiendo que ello es imposible sin la Gracia de Dios, y no juzgando nunca el fuero interno de quienes no lo hacen, porque sólo Dios es el Señor de corazones y conciencias.

Y a las señoritas y señoras que ahora descubren que hay que vestirse con prudencia y recato, miren qué novedad, el cristianismo y el catolicismo en particular enseña eso hace 2000 años.

¿Pero por qué? ¿Tendrá razón la otra gran filósofa, Sol Pérez, quien justifica sus clases de anatomía diciendo que “tiene derecho a ser libre”? Interesante que se reserve ese derecho sólo para el exhibicionismo histeroide, en una sociedad que no te deja ser libre ni para salir al exterior si no te ponés las vacunas que a un genio se le ocurran. Pero, dejando de lado estas geniales lecciones de filosofía política, claro que toda señorita o señora tiene derecho a que los varones no la miren ni la molesten en absoluto aunque sean la maja desnuda, pero lo tienen porque el Catolicismo es el que siempre ha enseñado al varón la castidad en la mirada, aunque nos sea casi imposible y necesitemos para ello la Gracia de Dios infinita multiplicada por infinito. Y las católicas que saben distinguir entre estar elegantes y estar explotando en un des-vestidito J[1] lo distinguen NO porque “no tengan el derecho a ser libres” sino porque saben que el Catolicismo manda a ambos sexos el deber de guardar su sexualidad al cónyuge, y NO porque la sexualidad sea mala sino precisamente por lo contrario.

Las feministas, por ende, tendrían que dar gracias al Catecismo de la Iglesia Católica que, sin embargo, odian con toda su fuerza. ¿Será porque los católicos hemos perdido nuestra autoridad moral, por el tema de los abusos y otras cosas? Ah, en eso no sólo ellas, sino todos, tienen toda la razón. Pero no de católicos vive el ser humano, sino de la Palabra de Dios, y esta última no ha sufrido ningún tipo de corrupción.

¿Será porque el catolicismo es exigente en el fuero externo pero no se le ocurre andar persiguiendo jurídicamente a quienes no puedan tener la castidad de Santo Tomás? Porque eso sí que es así, en doctrina. El catolicismo distingue a la justicia humana del confesionario. Pero los que quieren poner preso a los que miren indebidamente por la calle, obviamente no lo hacen, evidenciando con ello una filosofía política autoritaria y una nula psicología y especialmente una ignorancia supina del psicoanálisis.

¿Quieren todos, ahora, entonces, respetar la dignidad de la mujer y del varón, y a su vez comprender la naturaleza humana? Háganse católicos, porque el respeto a la mujer está en su esencia, en ese Cristo que hablaba libremente con toda mujer, que las trataba con dulzura y total limpieza en la mirada. El feminismo auténtico es el liberal –igualdad de derechos- y el cristiano –respeto moral a la dignidad de la mujer-. Todo lo demás es ideología, fanatismo y confusión.

[1] Tengo amigas católicas cuya belleza supera ad infinitum a muchas prostitutas light que se llaman a sí mismas modelos.

 

Gabriel J. Zanotti es Profesor y Licenciado en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), Doctor en Filosofía, Universidad Católica Argentina (UCA). Es Profesor titular, de Epistemología de la Comunicación Social en la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor de la Escuela de Post-grado de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor co-titular del seminario de epistemología en el doctorado en Administración del CEMA. Director Académico del Instituto Acton Argentina. Profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Fue profesor Titular de Metodología de las Ciencias Sociales en el Master en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE, y miembro de su departamento de investigación.