La guerra comercial desaceleró el crecimiento del mundo

Por Emilio Cárdenas. Publicado el /10/19 en: https://www.lanacion.com.ar/opinion/columnistas/la-guerra-comercial-desacelero-crecimiento-del-mundo-nid2300068

 

El Fondo Monetario Internacional acaba de advertir a sus Estados Miembros que el crecimiento económico del mundo será este año el menor desde la crisis financiera del 2008/9. Al hacerlo, calificó a la situación económica del mundo de «precaria», lo que atribuyó sustancialmente a que la «guerra comercial» entre los EE.UU. y China ha afectado la confianza de los inversores en todo el mundo, destacando que los flujos comerciales internacionales están hoy estancados y que los bancos centrales hacen esfuerzos para estimular el crecimiento en sus respectivas economías.

Al formular ese pronóstico, bastante negativo, solicitó a las dos naciones que están enfrentadas en la mencionada «guerra comercial» que cesen sus hostilidades, de modo de restablecer la confianza en sus actores económicos.

Para el FMI la economía del mundo crecerá tan sólo el 3% este año. Esto es un 0,3% menos que lo que se preveía hace tan sólo seis meses.

 

Emilio Cárdenas es Abogado. Realizó sus estudios de postgrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Michigan y en las Universidades de Princeton y de California.  Fue profesor del Master de Economía y Ciencias Políticas y fue Vice Presidente de ESEADE.

Esta podría ser la semana más movida de la economía global en 2019

Por Alejandro Tagliavini. Publicado el 30/7/19 en: https://www.ambito.com/esta-podria-ser-la-semana-mas-movida-la-economia-global-2019-n5045560

 

La Reserva Federal (Fed) de EE.UU.

Mañana la Fed reduciría las tasas, luego de más de diez años, en un cuarto de punto, aunque algunos apuestan hasta por medio punto porcentual, intentando sostener el crecimiento y acotar la inflación. Hoy saldrían en EE.UU., los índices de salarios, ventas de viviendas y confianza del consumidor. Luego, el jueves, el dato de manufacturas (ISM) mostraría una expansión.

El viernes, las estadísticas sobre comercio evidenciarían la guerra con China y el informe de empleo mostraría una ganancia de 166.000 puestos, menos que los 224.000 de junio. La próxima semana, el Tesoro dirá cuánto crédito necesita dados los crecientes déficits presupuestarios.

EE.UU. se frena, creció 2,1% en el segundo trimestre frente al 3,1% del primero, aun así, continua la reactivación iniciada hace 10 años, la más larga de su historia, y la más mediocre, con un crecimiento promedio de 2,3%.

En Asia, esta semana se retoman las negociaciones entre EE.UU y China. El Banco de Japón, hoy reafirmaría su intención de bajar tasas para evitar una apreciación del yen, si la Fed recorta las tasas, dado que los datos este martes mostrarían que la producción industrial se contrajo nuevamente en junio debido a la floja demanda externa.

En China, Corea del Sur, Australia, Indonesia y Tailandia se conocerán esta semana índices que mostrarían una ralentización de las economías y el comercio global. Y, hablando de China, el Índice de las 500 mayores empresas globales de Fortune, hace 30 años tenía 167 estadounidenses, 111 japonesas y ninguna china. En su última edición, de la semana pasada, tiene 121 de EE.UU., 119 chinas, y 52 japonesas. Ahora, de las empresas chinas, el 69,9% son estatales y subsidiadas.

Por cierto, nadie cree los datos chinos. Para Yingyao Hu, de la Universidad J. Hopkins, el crecimiento es 1,8% inferior, lo que supone un respetable 4,4% pero no el 6,2% oficial. Y, según Greg Ip del The Wall Street Journal, el milagro chino genera aumentos del PBI per cápita inferiores a los del japonés, taiwanés y coreano.

En Europa el BCE se preparó, la semana pasada, para el recorte de tasas en septiembre y la compra de bonos. Hoy se conocería otro descenso en la confianza de la zona y, mañana, que la economía se desaceleró en el segundo trimestre a la mitad del 0,4% del primero y que la inflación languidece debajo del objetivo del BCE de 2%. El Banco de Inglaterra publicará sus previsiones el jueves, que se moderarían al acercarse la fecha límite del Brexit, el 31 de octubre.

En América latina, el banco central de Brasil podría reducir las tasas mañana. El jueves, los datos industriales de julio aclararían si entró en recesión técnica en el primer semestre y México, mañana, sabrá si la evitó al publicarse los datos preliminares del segundo trimestre.

Entretanto, en Argentina, el Índice de Confianza del Consumidor de la UTDT mejoró en julio 8,9% respecto a junio, y 21,9% i.a., mostrando que la propaganda oficial es exitosa porque, aunque el PBI haya cortado una caída continua de 12 meses, ni el consumo ni el empleo mejoran.

La actividad económica creció 2,6% i.a., según el EMAE del Indec y subió 0,2% respecto de abril. Pero lo único que se ve es que el agro hizo un aporte en efectivo y circunstancial -creciendo 49,5%- compensando la baja de casi todos los sectores, como el comercio, la actividad manufacturera y financiera que bajo 16% por la contracción del crédito, evidenciando que la economía sigue cayendo.

Y con las PASO cerca, según analistas citados por Bloomberg, después de los retornos en 2019 de las acciones de más de 30%, y el mejor carry trade del mundo, con un retorno de 14%, muchos podrían tomar ganancias.

Con todo, el FMI -optimista- estimó que en 2019 la economía caerá 1,3%. Y hablando del FMI, reafirmando su neokeynesianismo, con motivo de su 75º aniversario del 22 de julio, reproduce en su web un artículo (“Lord Keynes Pays a Visit”) donde imaginariamente Lagarde explica a Keynes el porqué del leve desvío de su proyecto inicial.

El daño más grande del -multi- estatal FMI es el ideológico, al convencer a sectores conservadores de que es necesario “un ajuste doloroso”, recortar gasto en base a baja de sueldos y pensiones.

Falacia que viola las leyes económicas desde que este “ajuste”, a igualdad de condiciones, solo provocará una caída en el consumo -ergo, el PBI, la recaudación fiscal…- obligando a aumentar la presión impositiva. Cuando, por donde debe empezarse, es por desregular al mercado, permitiéndole expandirse, y vender propiedades estatales deficitarias y, así, licuar el gasto al tiempo que se bajan los impuestos.

Además, esto de que, del mal –el “ajuste doloroso”- puede surgir un bien, viola las leyes de la lógica: de Identidad, de No contradicción, del Tercero excluido y de la Razón suficiente. Del mal solo puede -y surge- mal.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE. Síguelo como @alextagliavini 

Cuidado, no es la “guerra comercial” el problema

Por Alejandro Tagliavini. Publicado en: https://alejandrotagliavini.com/2019/01/09/cuidado-no-es-la-guerra-comercial-el-problema/

 

No es el enfrentamiento entre EE.UU. y China la base de los problemas en la economía global, de modo que no es de esperar una mejoría aún si se llegara a un acuerdo en las conversaciones en Pekín -este 7 y 8 de enero- para evitar el fin de la tregua, el 1 de marzo. El problema es otro, básicamente el aumento del peso de los Estados sobre el sector privado.

El déficit fiscal de EE.UU. ascendió a US$ 970.000 M en 2018 -4,6% del PBI- y rondaría US$ 1 B en julio de 2019, cuando termine el año fiscal. Nivel récord que lo cubren con deuda estatal que sube sideralmente quitando recursos al mercado. Aunque así, de momento, la economía “crece” -inflada- al 3,5% anual en 2018

La segunda locomotora mundial, China va por el mismo camino. Según datos oficiales, en el primer trimestre de 2018 el país creció 6,8%, en el segundo 6,7% y en el tercero 6,5% y el cuarto pintaba peor. En septiembre, los ingresos del impuesto al consumo subieron 16,3%, pero cayeron en octubre y diciembre, 62 y 71%.

El gobierno chino está pensando en medidas que profundizarán la crisis: créditos e inversión en infraestructuras, financiadas por bancos y compañías estatales. Es decir, mayor peso del Estado abultando la ya estratosférica deuda del país, que ronda el 300% del PBI. Zhang Weiying, de la Universidad de Pekín ya había advertido que los problemas comenzaron antes de Trump. “Avanzar hacia un sector estatal más grande… llevará la economía al estancamiento”, escribió.

Por las mismas razones -sector privado cada vez más estrangulado- y con estas locomotoras en frenado, los emergentes vivieron un complicado 2018. Cayeron los precios de la mayor parte de los commodities, subieron las tasas en EE.UU. aumentando la rentabilidad de la deuda pública estadounidense absorbiendo flujos de capital y apreciando al dólar.

Muchos expertos -optimistas en mi opinión- creen que lo peor quedó atrás. “En las Bolsas emergentes los niveles de valoración son atractivos tras las fuertes ventas de 2018”, dicen en Bankinter, pero “la recomendación es selectiva, Brasil e India y condicionada… (en tanto que) los países frágiles… Turquía y Argentina, están en riesgo de ahondar sus crisis”. Y parece que tienen razón.

Durante noviembre, la construcción (el ISAC) cayó 15,9% interanual en tanto que el EMI bajó 13,3%, y parece que va para peor. Los Credit Default Swap (CDS) para los bonos argentinos exhiben una pendiente marcada, mostrando una prima de riesgo de 352 puntos para los contratos a 6 meses, 646 para el 2020, y se estabiliza en los 740 puntos para los contratos de 2 años en adelante.

Y esto no se debe solo al riesgo político, más bien al aumento descontrolado de la deuda a la vez que caen los recursos. “Ambiente” que afecta al país en general: la cuota de los créditos indexados, desde la devaluación de agosto, creció 27,8%, más que los sueldos y promete empeorar mientras siguen los “tarifazos”, digitados por el gobierno desconociendo al mercado y sin que se devuelvan los impuestos con los que se solventaban los subsidios.

Así va el mundo y los analistas aconsejan ser selectivos y cautos a la hora de invertir. En 2018 los beneficios empresariales crecieron y las Bolsas cayeron. Así el PER se abarató y, aunque los márgenes empresariales quizás estén cerca de sus máximos, podrían ir por más. Solo en el tercer trimestre de 2018 se repartieron en el mundo US$ 354.2000 M y la previsión para 2019 es que la retribución al accionista alcance un récord de US$ 1,35 B, según Janus Henderson.

En particular, todos esperan que Amazon en 2019 supere US$ 1 B de capitalización, y un incremento de 40% en sus beneficios, crecimiento superior incluso al de sus títulos. Fedex, KLA-Tencor, UPS, Walgreens Boots Alliance, IBM, Essex Property, AmerisourceBergen, Tyson foods, CH Robinson y Altria están entre los diez valores seleccionados por Goldman Sachs para inversores conservadores en 2019 y -muy optimista, en mi opinión- prevé que el S&P 500 acabará el año en 3.000 puntos -2.980 es la media estimada por los analistas, según Bloomberg- 20% arriba desde los niveles actuales.

En cuanto a los fondos, según una encuesta de Expansión y Allfunds Bank, los expertos apuestan por los de retorno absoluto y productos flexibles de renta fija a corto plazo para sus cestas conservadoras, mientras que prefieren los productos de Bolsa, sobre todo internacional, para sus carteras arriesgadas. Los conservadores: Merian Global Equity Absolute Return, Pimco Income, Carmignac Sécurité, Capital Group New Perspective,  Gesconsult Corto Plazo, BlackRock Strategic Funds – Fixed Income Strategies Fund y BMO Real Estate Equity Market Neutral, un fondo de retorno absoluto neutral al mercado, que destina 55% a la renta variable, con preferencia por el sector inmobiliario.

En cuanto a los fondos arriesgados, prima la Bolsa y es el activo más recomendado para el largo plazo, así los fondos recomendados son el Groupama Avenir Euro, el First Eagle Amundi International, el DPAM Invest Equities New Gems Sustainable, el Invesco Pan European Structured Equity Fund y el Bl-Equities Japan.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE.