Por Alberto Benegas Lynch (h). Publicado el 24/4/20 en: https://www.lanacion.com.ar/opinion/el-desatino-del-neoliberalismo-nid2358010
De un tiempo a esta parte se registran manifestaciones varias sobre una etiqueta bastante absurda con la que ningún intelectual serio se identifica: se trata de «neoliberalismo», un invento de las izquierdas que revela cierto complejo de inferioridad frente al liberalismo . Este bautismo irrumpe como si se pudiera aludir a una neo libertad o al neo respeto, puesto que el liberalismo es nada más y nada menos que el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros .
Es como ha dicho Mario Vargas Llosa en el Teatro Nacional Cervantes hace más de veinte años: «He conocido personas que son liberales, personas que no lo son, pero nunca he conocido un neoliberal».
Es que parece de mala fe el endilgar liberalismo (o para seguir con la ridícula denominación: «neoliberalismo») allí donde los aparatos estatales han crecido exponencialmente, donde los impuestos resultan insoportables, donde la deuda gubernamental es colosal, donde las manipulaciones monetarias generan esa estafa monumental que los economistas denominamos inflación que convierten el dinero en cuasi-moneda, en algunos casos en vías de convertirse en cuasi-nada. En estos contextos constituye un insulto a la inteligencia el endosar vestigios de espíritu liberal a este cuadro lamentable de situación.
Resulta sumamente curioso que quienes se oponen al liberalismo -aunque, como queda dicho prefieren escudarse tras el telón de neoliberalismo- son aquellos que como solución a los males proponen intensificar las recetas estatistas incrementando impuestos, acelerando la inflación y las regulaciones asfixiantes al tiempo que engordan al adiposo Leviatán . Y lo tragicómico del asunto es que lo hacen en nombre de los pobres, cuando son ellos los principales perjudicados, puesto que al derrocharse capital indefectiblemente contrae los salarios e ingresos en términos reales.
Hasta se ha dicho que «el neoliberalismo» es responsable de la pandemia que provoca el coronavirus lo cual es digno de una producción cinematográfica de Woody Allen . Como si el respeto recíproco provocara enfermedades cuando, entre muchas otras cosas, es lo que ha incentivado y estimulado la producción de medicamentos y la extraordinaria tecnología para hacer de apoyo logístico a la salud.
Ahora que estamos en plena pandemia es imprescindible comprender que imponer precios máximos y proceder al embate contra comerciantes conduce indefectiblemente a faltantes en áreas clave, tal como viene ocurriendo desde hace 4000 años en todos lados donde se han ensayado estos atropellos.
Los atacantes del neoliberalismo como un tiro por elevación a la tradición de pensamiento liberal, son habitualmente admiradores de las tiranías comunistas que han exterminado a millones de personas . Tildan de fascistas a otros sectores sin percatarse que el eje central del fascismo consiste en que el gobierno permite que la propiedad sea registrada a nombre de particulares pero usa y dispone el gobierno. Son los que cortejan a empresarios prebendarios y sindicalistas del fascismo que en alianza con el poder explotan miserablemente a sus congéneres debido a privilegios de distinto tenor y envergadura.
Son los que aplican la guillotina horizontal con inconducentes redistribuciones que significan volver a distribuir por la fuerza lo que la gente libremente decidió con sus compras en los supermercados y afines.
Son los que rechazan la justicia de «dar a cada uno lo suyo», puesto que lo suyo remite a la propiedad, una institución que los enemigos del liberalismo detestan. En este último sentido no se han anoticiado que donde se deteriora la propiedad se desdibujan los precios y por tanto se dificulta la contabilidad y el cálculo económico lo cual, además del dolor humano indescriptible, fue la razón del derrumbe del Muro de la Vergüenza.
Alberto Benegas Lynch (h) es Dr. en Economía y Dr. en Ciencias de Dirección. Académico de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, fue profesor y primer rector de ESEADE durante 23 años y luego de su renuncia fue distinguido por las nuevas autoridades Profesor Emérito y Doctor Honoris Causa. Es miembro del Comité Científico de Procesos de Mercado, Revista Europea de Economía Política (Madrid). Es Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, miembro del Instituto de Metodología de las Ciencias Sociales de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, miembro del Consejo Consultivo del Institute of Economic Affairs de Londres, Académico Asociado de Cato Institute en Washington DC, miembro del Consejo Académico del Ludwig von Mises Institute en Auburn, miembro del Comité de Honor de la Fundación Bases de Rosario. Es Profesor Honorario de la Universidad del Aconcagua en Mendoza y de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en Lima, Presidente del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso y miembro del Consejo Asesor de la revista Advances in Austrian Economics de New York. Asimismo, es miembro de los Consejos Consultivos de la Fundación Federalismo y Libertad de Tucumán, del Club de la Libertad en Corrientes y de la Fundación Libre de Córdoba. Difunde sus ideas en Twitter: @ABENEGASLYNCH_h