EL CIRCO HISTÉRICO DEL PARTIDO DEMÓCRATA NORTEAMERICANO

Por Gabriel J. Zanotti. Publicado el 9/2/20 en: http://gzanotti.blogspot.com/2020/02/el-circo-histerico-del-partido.html

 

Que la política concreta ha sido muchas veces el lugar del asesinato, las mentiras, y todo cuando se pueda por llegar al poder, lo sabemos desde que el mundo es mundo. Pero al menos hubo un momento donde un código de caballeros unía a los demócratas y republicanos. Eran las épocas de los debates entre un Kennedy y un Nixon, o Al Gore diciendo a todo el mundo que aceptaría la resolución de la Suprema Corte porque “este es nuestro sistema”.

Pero la ideologización extrema del Partido Demócrata ha llegado a tales extremos, es tan evidente que ni siquiera están dispuestos a aceptar un resultado electoral, igual que sus epígonos latinoamericanos, y que las desesperadas mentiras y campañas que organizan –sólo les falta lisa y llanamente el asesinato político- llegan a niveles vergonzantes.

Ya lo hicieron en el caso del Juez Kavanaugh, tema al cual ya le dedicamos un largo comentario[1]. Ahora, desesperados por el triunfo de Trump, inventaron un impeachment. Era el paso anterior a contratar un sicario para asesinarlo, así que los miembros del Servicio Secreto van a tener que estar muy cuidados de aquí en más. Desesperados, inventaron un supuesto chantaje o presión de Trump al presidente de Ucrania, cuando nada en la transcripción indica tal cosa; a lo sumo, una imprudencia, como mucho, que revela por lo demás las tropelías de Joe Biden.

¿Qué autoridad moral tiene alguien en los EEUU actuales, lamentablemente, para decir que “nadie está por encima de la LEY”? Law es precisamente ese conjunto de derechos individuales que presidentes y congresistas se han dedicado últimamente a violar, republicanos también. Si conocieran el sentido que la noble palabra “law” tiene en Hayek, se darían cuenta. Pero no, ahora parece que son todos inmaculados, desde los Clinton y sus mafiosas relaciones con el Deep State, hasta Obama que, por lo demás, como dice Julio Shiling, “…le dijo en 2012 al líder titular ruso, Dimitry Medvedev, frente a un micrófono abierto, que tendría “más flexibilidad” después de las elecciones presidenciales en los EE UU para considerar descartar el proyecto del escudo de defensa antimisiles que protegería a Ucrania, Polonia y otras democracias del área. Esto era algo que Rusia quería mucho. ¿No abusó Obama del poder al enviarle este mensaje a Putin invitándolo a que el líder ruso lo favoreciera en su reelección? Obama no sólo abandonó el plan de sistema antimisiles, sino rehusó mandarle a Ucrania ayuda letal cuando Rusia invadió Crimea. ¿No fue esto un abuso de poder que tipifica un quid pro quo?[2]

Que Trump es muy tosco, que no entiende bien el tema de la libre importación, que debería tener otra política de inmigración, etc., es obvio. ¿Pero quién tiene autoridad moral para decirlo? ¿Quién antes de él eliminó todos los aranceles? ¿Quién antes que él suspendió la diferencia entre inmigración legal e ilegal? Nadie. ¿Por qué se presentan ahora todos como santos angelitos?

La respuesta es muy simple: porque están desesperados para eliminarlo, de cualquier modo, porque son unos autoritarios que en fondo han abandonado el pacto político originario de los EEUU. Por eso es falso que el discurso de Trump sea esencialmente nacionalista. Porque en gran parte de sus discursos, cuando Trump cita a los Founding Fathers, a la Declaración de Independencia, a la Primera Enmienda, y todo ello para defender las libertades de religión, de educación, de asociación, etc., (Y EL DERECHO A LA VIDA) él no está invocando, a pesar de él tal vez, “America first” sino “all men are created equal…” LO CUAL ES PRECISAMENTE LO QUE LOS AUTORITARIOS DEMÓCRATAS quieren eliminar: LA TRADICIÓN LIBERAL CLÁSICA Y LIBERTARIA DE LOS EEUU. Ya lo están haciendo hace mucho, pero ante este imprevisto llamado Trump, su desesperación se ha evidenciado: desde las caras y gritos  de odio desencajados  de Ocassio Cortéz y las pro-iraníes Omar y Tlaib, hasta los llamados a la agresión física por parte de Maxime Walters, todo es un circo romano autoritario que está minando las bases institucionales de los EEUU (a lo cual varios republicanos antes de Trump han colaborado, nobleza obliga).

Aún no lo lograron. Pero no soy optimista. Así como Ratzinger fue en su momento un muro de contención contra lo más terrible del comunismo dentro de la Iglesia, así lo es hoy Trump en los EEUU, hasta que ese muro se rompa, porque las corrientes culturales son a veces  incontenibles,  y si eso no se revierte,  será el regreso hacia  épocas muy bestiales de la historia.

 

[1] http://www.libertadyprogresonline.org/2018/10/13/el-terrible-caso-del-juez-kavanaugh/

[2] https://es.panampost.com/juliom-shiling/2020/02/01/un-juicio-politico-de-republica-bananera-en-ee-uu/?fbclid=IwAR1NQTzSmX-6-nJCgbmN6L5ys3ITaGofLc9aaEuPQ_NSMid2igLMtZwb4Io

 

Gabriel J. Zanotti es Profesor y Licenciado en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), Doctor en Filosofía, Universidad Católica Argentina (UCA). Es Profesor titular, de Epistemología de la Comunicación Social en la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor de la Escuela de Post-grado de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor co-titular del seminario de epistemología en el doctorado en Administración del CEMA. Director Académico del Instituto Acton Argentina. Profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Fue profesor Titular de Metodología de las Ciencias Sociales en el Master en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE, y miembro de su departamento de investigación. Publica como @gabrielmises

Si compartes tu riqueza, ¡no eres terrorista, eres amigo!

Por Alejandro A. Tagliavini. Publicado el 31/10/18 en: https://alejandrotagliavini.com/2018/10/31/si-compartes-tu-riqueza-no-eres-terrorista-eres-amigo/

 

Todavía fresco el crimen de Yamal Khashoggi, expertos de la ONU han instado a Arabia Saudí a suspender la ejecución de seis jóvenes, detenidos cuando eran menores de edad, y condenados a muerte por participar en las manifestaciones de 2011 al calor de la primavera árabe. “Fueron… sentenciados… por cargos que consideramos una criminalización del ejercicio de los derechos fundamentales, incluidas las libertades de reunión y expresión cuando tenían menos de 18 años”, dice el comunicado oficial.

Entre los condenados se encuentra el chií Ali al Nimr sobrino de Nimr al Nimr, un conocido reformista ejecutado a principios de 2016 por liderar las protestas pacíficas que tomaron las calles de la provincia saudí de Al Qatif exigiendo el fin de la discriminación a la minoría chií y una reforma constitucional. Además, fueron torturados y forzados a confesar sin acceso a una asistencia legal.

Conforme al sistema saudí, inspirado en la ‘sharia’ -legislación islámica-, se castigan con la pena de muerte el asesinato, la violación, el robo, la apostasía y el tráfico de drogas. Ante la ausencia de código penal, las vagas definiciones de la ‘sharia’ favorecen la arbitrariedad.

Días atrás, 19 filipinas estuvieron cinco días detenidas en Arabia Saudí por asistir a una fiesta de Halloween, en la que había hombres y mujeres. Agentes de la inteligencia entraron en un local en la capital donde se celebraba una fiesta y arrestaron a los asistentes, porque las leyes de la ‘sharia’ prohíben estrictamente a hombres y mujeres solteros ser vistos juntos en público. Y, probablemente, aun liberadas serán juzgadas por violar la ley islámica.

Así las cosas, las mujeres -y los hombres- forzados a vivir en estas condiciones, no extraña que prefieran suicidarse, sobre todo si les prometen el cielo eterno luego de su muerte. De modo que no resultan sorprendentes hechos como el que sucedió, días atrás, cuando una mujer de 30 años dejó más de nueve heridos, tras un ataque suicida perpetrado en el centro de la capital de Túnez

Jaled Bin Farhan al Saud, es el único miembro díscolo de la vasta familia real saudí que sobrevive exiliado en el extranjero, en Alemania, gracias a que no cayó en la trampa de acudir a una cita preparada para secuestrarlo y llevarlo de vuelta a su país, como ha ocurrido con el resto. Con respecto al crimen de Yamal Khashoggi, le ha dicho a El Mundo de Madrid, que “Es un crimen propio de una mafia, la última señal de la política impulsiva del príncipe heredero”.

“Cinco príncipes visitaron hace unos días al monarca para conversar con él a propósito de este caso y quejarse de cómo las políticas de su hijo están afectando al país y al propio futuro de la familia real. Tras la reunión, fueron detenidos”, denuncia Bin Farhan que pide “a la comunidad internacional que defienda los derechos humanos… “. ¿Lo harán, serán severos o seguirán “disfrutando” de los cuantiosos “petrodólares” que consiguen con sus ventas de armas?

Como si todo esto no fuera suficiente para dejar claro que el Estado saudí es terrorista, su campaña de bombardeos iniciada en Yemen en 2015 ha dejado ya más de 10.000 víctimas civiles. A tal punto estos ataques son inhumanos que, hasta su mejor aliado, EE.UU., exige que se detenga. Tres años y medio de guerra en uno de los países más pobres del mundo han dejado a dos tercios de los 27 millones de yemeníes dependientes de la ayuda humanitaria.

 

Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE.