Una propuesta económica ignorada por el gobierno

Por Roberto H. Cachanosky. Publicado el 22/5/16 en http://economiaparatodos.net/una-propuesta-economica-ignorada-por-el-gobierno/

 

La historia de 7 economistas que presentamos los lineamientos para enfrentar la herencia k  y fuimos ignorados

Cansado de escuchar estupideces sobre que critico pero no propongo nada o que al gobierno hay que formularle las propuestas en privado, paso a contar una historia no conocida, pero que creo que llegó el momento de darla a conocer y que quienes hablan sin fundamento se llamen a silencio.

Antes que ganara la segunda vuelta electoral Mauricio Macri, convoqué a un grupo de cuatro economistas, entre ellos a mi fallecido hermano Juan Carlos, para redactar los lineamientos de un plan económico para enfrentar la herencia que dejaba kirchnerismo. Ninguno de los economistas pertenecía a alguna fracción partidaria. Ninguno militaba o milita en algún partido político.

Con los primeros que hablé fueron con mi hermano Juan Carlos y con Agustín Monteverde, con quién hacía rato veníamos intercambiando ideas sobre si valía la pena el esfuerzo de emprender esa tarea, y les propuse conformar un grupo y comenzar a trabajar en las medidas necesarias para dominar la herencia k. También fue de la partida otro economista más con quién habíamos hecho un trabajo similar allá por 1988.

A propuesta de uno de los integrantes del grupo inicial luego se sumó otro economista más y dos miembros de la Fundación Libertad y Progreso que conduce Manuel Solanet.

Nos reuníamos todos los jueves a partir de las 18.30 hs. en la casa de mi hermano Juan Carlos o en la casa de otro de los integrantes del grupo para intercambiar ideas sobre cómo enfrentar la crisis que dejaba el kirchnerismo. El documento incluye dos grandes secciones: 1) una descripción de la herencia recibida y 2) qué hacer en materia de gasto público, política impositiva, comercio exterior, etc.

Luego de varios meses de reuniones, correcciones en la redacción del texto y pulir algunas ideas adicionales, comenzó el debate sobre cuál era el mejor camino para dar a conocer el documento. En ese lapso uno de los miembros de la Fundación Libertad y Progreso propuso que no saliera solo con la firma de los 7 economistas que habíamos trabajado sino que saliera con el nombre de la Fundación. Si bien yo me había ocupado de armar el grupo original, no tuve ningún inconveniente para que el documento saliera con el nombre de la Fundación, finalmente era un trabajo para tratar de colaborar con el nuevo gobierno (a esa altura ya había ganado Macri la segunda vuelta) y no era cuestiones de figuraciones sino de formular aportes. Y tampoco era el objetivo buscar puestos en el gobierno, sino contribuir con ideas.

Ya avanzado y casi terminado el documento, vino otro debate. ¿Debíamos dar a conocer en los medios y redes sociales el trabajo o primero se lo acercábamos a los miembros del nuevo gobierno?

Finalmente primó la idea de no difundirlo y enviárselo vía la Fundación a por lo menos media docena de funcionarios que actualmente son ministros u ocupan otros cargos en el área económica del gobierno. Tarea que se encargó de realizar la Fundación Libertad y Progreso.

Algunos agradecieron el envío pero no hubo ningún tipo de feedback para reunirnos e intercambiar ideas. Aclaro que ninguno de nosotros estaba buscando un puesto en el gobierno, era solo el intento de 7 economistas con más de 30 años de profesión que habiendo visto y vivido varios fracasos económicos, intentaba aportar su granito de arena.

Pasado un tiempo prudencial y viendo que las nuevas autoridades no estaban interesadas en intercambiar ideas sobre las medidas a tomar, sugerí dar a conocer el documento en forma pública que había sido la idea original cuando convoqué a Agustín Monteverde y a mi hermano.

En esa parte hubo diferentes posiciones por miedo a perjudicar al nuevo gobierno y se llegó al acuerdo de publicar solo el diagnóstico. Es decir, la descripción de la herencia recibida pero no las propuestas de las medidas a tomar. Personalmente yo era de la idea de publicar todo pero acepté limitarnos a publicar el diagnóstico.

En definitiva, el documento era una descripción de la espantosa herencia económica que dejaba el kirchnerismo y en su segunda parte una propuesta económica que busca volver, dentro de lo posible y a lo largo del tiempo, a los principios alberdianos, padre de nuestra Constitución Nacional, que fueron los que permitieron que Argentina pasara de ser un desierto a una de las potencias económicas a principios del siglo XX.

Lo concreto es que 7 economistas, al final se sumó un economista más con su firma, hicimos los deberes. Se los enviamos por mail a diferentes miembros del actual gabinete de Macri pero optaron por no intercambiar ideas.

Es perfectamente entendible que no les interesara ni nuestro diagnóstico ni nuestras propuestas de volver a los principios de nuestra constitución de 1853/60 y tengan en mente otra propuesta. Pero lo cierto es que se hizo el esfuerzo por diagnosticar y proponer ideas, lo cual a mí, que fui el que tuvo a su cargo armar y coordinar las reuniones del grupo, me queda la conciencia totalmente tranquila que el esfuerzo estuvo hecho y, por lo tanto, me siento libre de apoyar o criticar las ideas del gobierno habiendo previamente intentado ser escuchado por las actuales autoridades.

Debe quedar en claro que esta no es una nota reclamando que el gobierno nos convoque a dialogar, posiblemente se sientan más cómodos dialogando con el massismo, el radicalismo y el progresismo. Finalmente su ministro de Hacienda Prat Gay proviene de las filas del progresismo y es perfectamente atendible que quieran buscar la solución por ese costado ideológico. Por mi parte sigo creyendo que son más dignos y eficientes los principios de la libertad, la cultura del trabajo, la competencia empresarial, la integración al mundo que el paternalismo estatal que impulsa el progresismo.

En lo personal seguiré bregando por difundir las ideas de un gobierno limitado, que no exprima a los contribuyentes con impuestos para financiar un gasto público monumental, de baja calidad y con todos los condimentos para que la corrupción siga enquistada en el estado. Quiero un estado que le permita a la gente liberar su capacidad de innovación, disciplina fiscal para tener disciplina monetaria y bajar la inflación. Y, finalmente, quiero un país en el cual vuelva la cultura del trabajo. Valor que fue destruido a lo largo de décadas y demolido por el kirchnerismo.

Pasados más de 5 meses desde que asumió el nuevo gobierno 7 economistas hicimos un primer esfuerzo por colaborar acercando ideas que prefirieron no debatir y descartaron de entrada.

Ahora el camino que queda para todos aquellos que queremos que al gobierno le vaya bien, es solo marcar puntos de vista diferentes cuando se adoptan medidas que consideramos no adecuadas y apoyar aquellas que sí están bien enfocadas, pero siempre centrados en sostener los principios de la libertad que impulsó Juan Bautista Alberdi, tanto en su libro Bases como en el Sistema Económico y Rentístico.

No es aceptando nuestra historia desvirtuada que ha vendido el progresismo que vamos a salir de la decadencia, sino recuperando los valores de grandeza que están en nuestra constitución de 1853/60 y adoptando la audacia de estadistas como un Sarmiento, Pellegrini, Mitre y tantos otros que tomaron las ideas de la generación del 37 para transformar la Argentina en una potencia económica.

 

Roberto Cachanosky es Licenciado en Economía, (UCA) y ha sido director del Departamento de Política Económica de ESEADE y profesor de Economía Aplicada en el máster de Economía y Administración de ESEADE

¿Por qué cayeron las reservas del BCRA?

Por Nicolás Cachanosky. Publicado el 17/12/15 en: https://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2015/12/17/por-que-cayeron-las-reservas-del-bcra/

 

Reproduzco una breve nota originalmente escrita para un especial de Clarín que finalmente no fue reproducida. Una breve explicación de por qué han caído tanto las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA)


Los primeros años del Kirchnerismo disfrutaron del rebote de la crisis del 2001 y de un favorable contexto internacional. El Tesoro superavitario que Néstor Kirchner hereda pasa deficitario en el 2009. Desde entonces, la economía argentina comienza a mostrar deterioros en diversos frentes.

Por motivos electorales, y coincidiendo con Redrado en el BCRA, en el 2007 se percibe un significativo incremento de la inflación que llega a valores cercanos al 30% a principios del 2008. Néstor Kirchner apeló a la emisión monetaria para favorecer a Cristina Kirchner en las elecciones presidenciales. La política inflacionaria junto a un tipo de cambio regulado eventualmente comenzó a dañar las reservas del BCRA. A principios del 2011 las reservas superaban los 50 mil millones de dólares. A fines de noviembre de este año el BCRA ya había perdido la mitad de sus reservas. ¿A qué se debió tan acelerada caída?

En primer lugar, el deterioro en la infraestructura energética elevó significativamente el monto de importaciones de energía. El pago por importaciones de petróleo y electricidad pasó de 530  millones de dólares en el 2003 a 13,300 miles de millones de dólares en el 2014.

En segundo lugar, el problema del atraso cambiario. En un país con equilibrio en su mercado externo el tipo de cambio evoluciona a un ritmo similar al de la inflación. De este modo los precios domésticos e internacionales se mantienen alineados sin generar desequilibrios comerciales. De fines del 2007 a octubre del 2015 el tipo de cambio oficial se devaluó un 203%. En el mismo período, el nivel de precios se elevó un 482%. Esto llevó a que en el mercado de cambios el dólar sea barato al tener un precio por debajo de su valor de equilibrio. El resultado es un exceso de demanda de dólares drenando las reservas del BCRA.

En tercer lugar, el rol del cepo cambiario. Dado que el BCRA mantiene el tipo de cambio por debajo de su valor de equilibrio, el tipo de cambio ya no es un precio eficiente para alocar la oferta a la demanda de dólares. El gobierno decidió entonces utilizar el cepo cambiario para distribuir dólares según determinen ellos mismos vía AFIP, DJAI, etc. Una consecuencia del cepo cambiario es restringir la entrada de dólares, dado que los mismos quedan atrapados en el país. Al momento de instaurarse el cepo (fines del 2011), las reservas se encontraban en torno a los 45,000 millones de dólares. A principios del 2014 el BCRA había perdido unos 16,400 millones de dólares. Este es un monto superior a los 9,300 millones que el BCRA perdió con la crisis del 2001. El fracaso del cepo es inequívoco.

El deterioro de reservas incluye a las llamadas reservas netas. Hay dos maneras de entender las reservas netas. Por un lado, los dólares que el BCRA puede utilizar para hacer frente a ataques especulativos; el llamado poder de fuego del BCRA. Por otro lado, las reservas que son del BCRA y que no surgen de un préstamo en dólares. Un préstamo de largo plazo por organismos internacionales puede considerarse parte del poder de fuego por más que no sean dólares propios del BCRA. Estas diversas interpretaciones, sumado a la falta de transparencia del BCRA, resulta en distintas estimaciones del monto de reservas netas. Los cálculos más pesimistas arrojan números negativos. Agustín Monteverde y Roberto Cachanosky comenzaron a alertar de este deterioro en el 2008 cuando Redrado aun presidía el BCRA.

Para solucionar el problema de las reservas es necesario deshacer los tres problemas mencionados. Mejorar la infraestructura energética, equilibrar el tipo de cambio, y eliminar el cepo. Hay dos maneras de morigerar una devaluación al eliminarse el cepo cambiario. Que disminuya la demanda o que aumente la oferta de dólares. De allí que el cómo se va a eliminar el cepo es un punto crucial. El desafío del gobierno de Macri es generar un sólido shock de confianza que atraiga dólares y disminuya su demanda. Lo que el nuevo gobierno no debe hacer es confiar que el cambio de expectativas es sustituto de reformas institucionales y económicas.

 

Nicolás Cachanosky es Doctor en Economía, (Suffolk University), Lic. en Economía, (UCA), Master en Economía y Ciencias Políticas, (ESEADE). Fué profesor de Finanzas Públicas en UCA y es Assistant Professor of Economics en Metropolitan State University of Denver.

Se Confirma el Deterioro Fiscal

Por Nicolás Cachanosky. Publicado el 21/7/14 en: http://economiaparatodos.net/se-confirma-el-deterioro-fiscal/

 

Detrás de las noticias del mundial y el juicio con los holdouts, los problemas económicos de fondo siguieron su curso. Los indicadores de actividad económica han dado para la baja. La inflación acumulada de 12 meses sigue en niveles similares a los peores de la crisis del 2001 (40.9% en diciembre 2002) a pesar de las promesas de desaceleración por parte del oficialismo. Los resultados fiscales (base caja) a mayo, recientemente informados por la cartera de economía, confirman el precupante deterioro en las cuentas del Tesoro Nacional.

 

Descontando las transferencia que recibe el Tesoro por parte del BCRA (y ANSES, etc.), el déficit financiero de mayo se ubicó en unos 1.150 millones de pesos acumulando un total de 48.400 millones de pesos entre enero y mayo del 2014. En el 2013, este nivel de déficit acumulado se cruzó “recién” en el mes de septiembre. En el 2011 y en el 2012 se lo cruzó en diciembre. El déficit financiero acumulado a mayo del 2014 es mayor al déficit anual total en los años anteriores al 2011.

 

Por el lado de los ingresos, excepto “rentas de la propiedad” (transferencias del BCRA, ANSES, etc.), la recaudación cayó en términos reales respecto a mayo del 2013 (con una inflación para el período de 39.9% según el IPC congreso). El único rubro que aumentó en términos reales fue el de las transferencias del BCRA y ANSES por un 1638%. El resultado de esta emisión monetaria para financiar al tesoro compensa la caída real de los ingresos tributarios manteniendo los ingresos corrientes constantes en términos reales. Por el lado de los egresos, los únicos que han aumentado en términos reales fueron las transferencias y el rubro “otros” (mientras las transferencias al sector privado aumentaron, las transferencias al sector público disminuyeron).

Es decir, el Tesoro tiene una fuerte necesidad de recurrir al BCRA para financiar el insostenible nivel de gasto a la par que el aumento en términos reales se va en transferencias (por ejemplo subsidios) al sector privado en lugar de asignarse a los servicios que le corresponde brindar al estado como mantener la ley y el orden (seguridad y justicia.) ¿Si la infraestructura Argentina está tan bien y nunca se ha invertido tanto como en la década ganada, por qué tantas transferencias al sector privado? Es claro que el problema del gasto público es doble. Por un lado la asignación del gasto público es ineficiente; el gobierno Kirchnerista gasta mal. Por otro lado un nivel de gasto excesivamente alto. Bajo la falsa ilusión de que el gasto público es intrínsecamente virtuoso bueno y el gasto privado es naturalmente malo o hasta inmoral, se ha llegado a niveles insostenibles difíciles de corregir. El gobierno Kirchnerista no sólo gasta mal, gasta mucho y mal.

 Sin embargo, lo preocupante no es sólo el nivel de gasto, es la aceleración del deterioro fiscal que se ve en el 2014. No sólo mayo muestra un déficit acumulado alto respecto a años anteriores, sino que mes a mes la emisión monetaria necesaria para financiar el déficit proyectado a fin de año aumenta por tercer mes consecutivo. En el siguiente gráfico vemos el déficit proyectado de mayo a fin de año. La proyección es simple, asume que cada mes el déficit en promedio evoluciona igual a como lo hizo en los dos últimos años. Junio es el mes con mayor deterioro fiscal en al menos los dos últimos años. 85% y 65% para el 2013 y el 2014. Para el 2015, entonces, el gráfico asume un deterioro fiscal del 75% (promedio de junio de los dos últimos años.) El deterioro de la actividad económica, pagos al Club de Paris, y la extensión de programas sociales los (ni-ni) pueden hacer de este un escenario conservador.

Si el déficit financiero proyectado se financia con emisión monetaria, entonces la expansión de la base monetaria llega a un 77%, donde el equivalente mensual es del 7.4%. El mismo ejercicio con datos a marzo daba una expansión de la base monetaria equivalente mensual del 6.3%. En abril 6.7%. Como vemos, en mayo saltó a 7.4% mensual. Para poner estos números en perspectiva, podemos pensar que si la inflación mensual ronda el 2%, entonces la expansión monetaria ronda también el 2% mensual (más allá de las insistencias del relato K, esto es justamente lo que los números muestran.) La presión inflacionaria, por lo tanto, puede pasar de un 2% mensual a un 7% mensual (lo que equivale a un 125% anual).

 

¿Qué tan exagerado es este escenario? En economía siempre es difícil saber. Es práctica habitual estimar distintos escenarios y ver si los resultados más o menos se repiten. Algunos colegas (Roberto Cachanosky y Agustín Monteverde) llegaron a resultados similares con supuestos distintos. Más allá de si la expansión de base monetaria tiene que ser 77%, 60%, u 80%, lo importante es que desde distintos ángulos el panorama fiscal es serio. Al gasto público y el subsecuente déficit, responsabilidad última del Congreso Nacional, se encuentra nuevamente fuera de control. La sociedad aún espera del arco opositor un serio planteo sobre cómo solucionar este serio problema.

 

Nicolás Cachanosky es Doctor en Economía, (Suffolk University), Lic. en Economía, (UCA), Master en Economía y Ciencias Políticas, (ESEADE) y Assistant Professor of Economics en Metropolitan State University of Denver.

Reservas del Central, ¿están o no están?

Por Roberto Cachanosky. Publicado el 19/5/13 en http://economiaparatodos.net/reservas-del-central-estan-o-no-estan/

 ¿Cuánto tienen de reservas no tomadas contra deuda, cómo están colocadas y dónde? Cualquier respuesta que no responda con precisión a estos interrogantes es discurso barato de barricada

En 2008, con Agustín Monteverde comenzamos a seguir más de cerca las reservas del BCRA y luego de varios estudios, cada uno por su lado, llegó a la conclusión que el BCRA no tenía las reservas propias que declaraban tener. En ese momento, y ahora, creo que ningún economista coincide con nuestro análisis.

Recuerdo que por alguna declaración que hice en el programa de Mariano Grondona al respecto, el BCRA me mandó una carta documento exigiéndome que me ratificara o rectificara de mis declaraciones, carta documento que, obviamente, ignoré por completo.

La mayoría de los economistas hoy toma como pocos confiables los datos de inflación, desocupación, pobreza, PBI y demás estadísticas económicas, pero consideran como palabra santa el nivel de reservas propias que declara tener el BCRA. A diferencia de ellos, personalmente sigo mirando los números, los comparo con las medidas que toman y, por lo menos, sospecho del real nivel de reservas.

El primer dato a considerar es que tomando el nivel de reservas con el que parte el gobierno kirchnerista y siguiendo año a año el aumento de reservas que declara en su movimientos cambiarios base caja, no cuadran los datos de evolución y stock de reservas al fin del período.

El máximo nivel de reservas a fin de cada año que, dando por válidos los datos del BCRA, llega a tener dicha entidad es a fines de 2010 con U$S 50.200 millones. Obviamente sin hacerle las correcciones correspondientes. Tomando las reservas brutas sin restarles nada.

El tema de los pasivos es importante porque declarar un determinado nivel de reservas no indica nada. Lo relevante es cómo las obtuve y mi solvencia para enfrentar corridas cambiarias. Si compro una propiedad contra deuda, puedo decir que tengo un activo, el problema es si no declaro el pasivo que tengo contra ese activo. Por ejemplo, puedo comprar una propiedad en U$S 200.000 de los cuales U$S 180.000 es deuda contraída. Decir que si tengo U$S 200.000 en una propiedad sin mencionar la deuda de U$S 180.000 millones, es no conocer algo tan elemental como la partida doble en contabilidad.

El primer gran interrogante es cuánto de las reservas que declara como propias el BCRA son limpias de toda deuda en moneda extranjera.

Segundo dato curioso, el gobierno impuso el cepo cambiario a los pocos días de haber ganado las elecciones Cristina Fernández de Kirchner. Se cuidó de no decirlo en la campaña electoral. Pero ni bien cerraron las urnas, se largó con el cepo cambiario. En ese momento el BCRA declaraba tener como propias unos U$S 47.000 millones. Un número suficientemente grande como para imponer un cepo. Recordemos que todo empezó con la autorización previa de la AFIP para comprar dólares, luego fueron cerrando más la canilla hasta que hoy querer ahorrar en dólares es casi ser un traidor a la patria en el relato oficial. Pero sigamos, luego de la autorización de la AFIP para comprar dólares obligaron a las compañías de seguro a traer las divisas que tenían depositadas en el exterior. Después cerraron las importaciones. Luego prohibieron el giro de utilidades y dividendos. Y ahora, con el argumento de movilizar la economía, hacen un blanqueo con características insólitas, supuestamente para atraer al sistema los dólares que la gente tiene en el colchón o en el exterior. Es decir, el Central está pidiendo que ingresen dólares contra dos bonos emitidos en dólares. Curiosa contradicción del relato de desendeudamiento.

Este tsunami de medidas para evitar que la gente pueda acceder a dólares lleva a sospechar sobre el real nivel de reservas que tiene el BCRA, algo que sería muy fácil de mostrar. Solamente tendrían que informar cuántas reservas tienen sin haberlas tomado contra deuda en moneda extranjera, en qué activos están colocadas y dónde. Especificando claramente en qué activos están colocadas (plazos fijos en el exterior, bonos de otros gobiernos o bóveda del BCRA). Pero no con discursos, con papeles que demuestren las palabras.

De acuerdo al último balance del BCRA al momento de redactar esta nota, las reservas que declara tener el BCRA representan solo el 35% del activo. Si le descontamos los encajes en dólares, que son divisas que el Central le debe a los bancos y estos a sus depositantes, las reservas representan solo el 27,6% del activo. Como dato de referencia, siguiendo el mismo criterio a principios de 2011 ese 27,6% era 45%, lo cual refleja el deterior patrimonial del Central.

El balance del BCRA se presenta en pesos, por lo tanto las reservas figuran en pesos al tipo de cambio de valuación. Si uno toma las reservas del BCRA así como las presenta sin restarle nada, declara tener $ 205 mil millones de pesos en reservas. Pero tiene en el activo $ 174 mil millones en letras intransferibles del tesoro que vencen entre 2016 y 2022. ¿Cuál es el valor de mercado de esos bonos? Cero porque no se pueden vender. Y si se pudieran vender, tendrían un valor de mercado cercano a cero.

Pero además el tesoro le debe al Central otros $ 130 mil millones por adelantos transitorios. Esto es emisión monetaria para financiar el déficit fiscal. Siendo que ni las letras intransferibles ni los adelantos transitorios tienen valor de mercado, podemos restarlas del activo. Con lo cual, el activo baja de $ 592 mil millones a $ 287 mil millones.

Tenemos entonces que el BCRA tiene un activo de $ 287 mil millones. ¿Cuánto tiene en el pasivo? $ 514 mil millones. El pasivo supera al activo en $ 226 mil millones, que es lo mismo que decir que debe más de lo que tiene. Al tipo de cambio de valuación del Central, el patrimonio neto negativo asciende a U$S 43.454 millones. Más que las reservas que declaran tener.

Y aquí voy a las declaraciones poco felices de Lorenzino que ahora se hace el hombrecito denunciando como terroristas a los economistas que no coinciden con el relato oficial, pero cuando le preguntan por la inflación dice: me quiero ir. Bien, antes de denunciar a nadie de terrorismo, sería bueno que Lorenzino diga cómo piensa solucionar el gobierno al que pertenece este problema patrimonial del BCRA sin devaluar. Si las reservas siguen cayendo y los pesos que emite el BCRA continúan creciendo, que explique él, la presidente del BCRA o Kicillof, cómo arreglarán este lío que armaron sin aplicar una brusca devaluación.

Seguramente si uno  les hiciera esta pregunta en público responderían en masa: me quiero ir!!!!

Mientras tanto esperamos la respuesta sobre las reservas formulada anteriormente. ¿Cuánto tienen de reservas no tomadas contra deuda, cómo están colocadas y dónde? Cualquier respuesta que no responda con precisión a estos interrogantes es discurso barato de barricada.

Roberto Cachanosky es Licenciado en Economía, (UCA)y ha sido director del Departamento de Política Económica de ESEADE y profesor de Economía Aplicada en el máster de Economía y Administración de ESEADE.