Empieza el 13 de Septiembre !!!

Por Alberto Benegas Lynch (h) Publicado el 27/8/22 en: https://www.infobae.com/opinion/2022/08/27/otra-sandez-segmentar-tarifas/
Vernon L. Smith
Dejando de lado los embrollos conceptuales y estadísticos de la declarada segmentación de tarifas en servicios esenciales tales como el atribuir niveles de ingresos por ubicación geográfica del consumidor, es del caso señalar los errores garrafales de la idea de partir precios según los patrimonios de los usuarios.
El dislate se pone de relieve si se extiende la propuesta a todos los bienes y servicios puesto que operan bajo el mismo paraguas conceptual. En esta línea argumental habría que cobrar un precio distinto al millonario que compra pan respecto al pobre y así sucesivamente con todo en el proceso de mercado. Pues si esto fuera así el resultado inexorable de esta guillotina horizontal es la igualación de rentas y patrimonios, lo cual a su turno generaría una miseria también generalizada.
Los precios son mecanismos de información que muestran dónde conviene invertir y donde no hacerlo. Los comerciantes que aciertan en los deseos del prójimo obtienen ganancias y los que yerran incurren en quebrantos. Esto desde luego es muy distinto cuando los que la juegan de empresarios se alían al gobierno del momento para obtener mercados cautivos y privilegios de diferente naturaleza con lo que explotan a sus semejantes con precios más elevados, calidad inferior o ambas cosas al mismo tiempo.
En este contexto las desigualdades de rentas y patrimonios desempeñan un rol esencial al efecto de mostrar la eficiencia de cada cual para servir a sus semejantes. La pretensión de limar las referidas desigualdades liquida los incentivos y destruye las señales para el uso de los siempre escasos factores de producción. Cuando se va a surtidor a cargar nafta afortunadamente no se cae en la estupidez de cobrar precios diferenciales (segmentados) según la calidad del auto, de lo contrario se sucederían los graves desajustes que hemos marcado.
Lo curioso, por no decir cómico, es que las antedichas segmentaciones haciendo gala de la mayor de las hipocresías se proclaman por los políticos como un acto de “solidaridad” sin entender que la caridad y la solidaridad se llevan a cabo con recursos propios y de modo voluntario. Recurrir al aparato estatal de la fuerza alegando lo dicho se traduce en un atraco puesto que cuando se dice que el gobierno debe hacer tal o cual cosa se esconde que son los vecinos que son violentados en el uso del fruto de sus trabajos. Ningún gobernante solventa nada con sus ingresos, más bien es común que se los lleve de manera delictiva. Tal vez entre todos los economistas que se han pronunciado sobre el asunto de marras, el que con mayor claridad lo ha expuesto ha sido el premio Nobel en economía de 2002, Vernon L. Smith en su célebre ensayo titulado “On Price Formation Theory” y su insistencia en las suculentas equivocaciones por el desconocimiento de la clásica “mano invisible” del proceso de mercado donde las partes se benefician al tiempo que transmiten la información a la que antes aludimos. Dice este galardonado que lo que hoy ocurre en gran medida es la insolente y a todas luces contraproducente “mano visible de los gobiernos” que irrumpe sustentados en “la arrogancia fatal” a qué se refería otro premio Nobel en economía -Friedrich Hayek- todo los destruyen a su paso provocando daños muy especialmente sobre el nivel de vida de los más vulnerables.
Por supuesto que el desmadre de la segmentación de tarifas se acopla a los repetidos desatinos que viene realizando con entusiasmo digno de mejor causa distintos gobiernos de hace largo tiempo principal aunque no únicamente en materia energética.
Cuando un precio es diez en el mercado quiere decir que las partes han acordado ese monto debido a las correspondientes estructuras valorativas de los derechos de propiedad intercambiados. Si el capricho gubernamental impone cinco quiere decir que se ha destruido el sistema y se ha convertido en un simple número sin sentido económico a lo que era un precio. Precisamente en este plano debe tenerse en cuenta que en la medida en que se interfiere el mecanismo de precios, en esa medida se desfigura la contabilidad, la evaluación de proyectos y el cálculo económico en general. En otros términos, en nombre de los más necesitados se los multiplica por doquier en un círculo vicioso que no tiene término en una barranca abajo que indefectiblemente conduce a la miseria, siempre con discursos altisonantes pronunciados por los vagos y chupasangres de siempre que alardean de sentimientos nobles pero son mezquinos que solo piensan en el disfrute de sus asaltos al bienestar.
A veces la tropelía llega al tope de lo concebible cuando se mantiene alegremente que algo sea gratuito cuando en verdad nada es gratis, todo tiene un costo que podrá ser monetario o no monetario pero indefectiblemente toda acción humana requiere que se renuncie a un valor a los efectos de obtener otro. Como todo no puede hacerse al mismo tiempo hay que dejar de lado prioridades. Si se acepta la gratuitidad es porque otro se hace cargo que si es por la fuerza significa que se lesionan derechos. Como los bienes no crecen en los árboles y no hay de todo para todos todo el tiempo, la escasez obliga a asignar factores productivos para lo que sirven los precios que en la media en que se vulneran aparece la posibilidad de “tirar manteca al techo” que es lo mismo que decir que se remata todo para encaminarse a la pobreza.
Resulta crucial comprender que la única igualdad compatible con una sociedad libre es la igualdad ante la ley que no es mediante ella sino que se refiere a que todos deben ser protegidos en sus derechos de la misma manera. La igualdad de resultados es una noción completamente distinta y opuesta a lo dicho. Como se ha consignado en muchas ocasiones, la igualdad ante la ley está indisolublemente atada a la Justicia que es el “dar a cada uno lo suyo” y “lo suyo” destaca la propiedad, esto es el uso y disposición de lo que pertenece a cada cual. La absurda redistribución de ingresos equivale a lo que en ciencias políticas se conoce como “la tragedia de los comunes”, a saber lo que es de todos no es de nadie que conduce a que se le otorguen pésimos empleos y cuidados a los bienes y servicios disponibles.
El establecimiento de una marca igualitaria conduce a que los que se encuentran ubicados arriba de la misma al enterarse que serán confiscados por la diferencia naturalmente tenderán a no producir lo que está más allá de esa línea y los que están por debajo de esa marca esperarán en vano la redistribución que naturalmente nunca llegará puesto que se dejó de producir la mencionada diferencia. En otros términos un fraude por donde se lo mire. Y si los politicastros fueran sinceros en sus preocupaciones por los que menos tienen deberían donar parte de sus remuneraciones y dietas, pero como son caraduras pretenden hacerlo recurriendo a la violencia con el fruto del trabajo ajeno. Por otra parte es de gran interés estudiar lo sucedido allí donde impera la libertad en cuanto a las extraordinarias obras filantrópicas para ayudar a los más necesitados, situaciones que desde el luego no tiene lugar en la isla-cárcel cubana y sus imitadores, siempre megalómanos enriquecidos con recursos mal habidos.
Salvando las enormes distancias puede establecerse un correlato entre el estatismo y las academias de la lengua. Enormes distancias puesto que lo primero implica violencia mientras que lo segundo son dictámenes que no recurren a la violencia. Pero es interesante este paralelo ya que las academias de la lengua pretenden dirigir un idioma cuando éste en verdad surge de la parla popular que lo enriquece. Borges apuntaba que el inglés es más rico en palabras que el español debido a que no cuenta con una academia de la lengua. Juan Bautista Alberdi escribe que “el idioma es el hombre de que es expresión, está sujeto a cambios continuos sin dejar de ser el mismo hombre en su esencia […] dos grandes leyes fundamentales, peculiares al hombre, gobiernan el desarrollo natural de todo idioma: el neologismo y el arcaismo […] El arcaismo y el neologismo no son incompatibles; su juego armónico, al contrario, mantiene al idioma […] queda al cuidado del pueblo mismo que es el legislador soberano de los idiomas […] Los idiomas no son obra de las Academias.” Lo cual en mayor grado aún va para gobiernos autoritarios que pretenden imponer desde el poder estropicios como el invento estrafalario del “lenguaje inclusivo” y afines tan criticados por destacados escritores y literatos. Estos autoritarios confunden la importancia de la dirección y la naturaleza del asunto: es de abajo que surgen los cambios en un proceso de orden espontáneo como el mismo mercado, no es impuesto desde arriba.
Estos comentarios remiten a un plano más amplio de la epidemia del intervencionismo estatal que venimos padeciendo los argentinos hace décadas. Este plano son las mal llamadas empresas estatales. Decimos mal llamadas porque una empresa se caracteriza por arriesgar recursos propios, si se ponen en riesgo por la fuerza recursos de otros se trata de una organización política o una apoyada por ella que asalta vecinos. En el momento en que se establece la denominada empresa estatal se está necesariamente alterando prioridades de la gente puesto que hubiera destinado sus recursos en otras direcciones. Y si la llamada empresa estatal hace lo mismo que hubiera hecho la gente no tiene sentido su intervención con el consecuente ahorro de sueldos. La única manera de saber que quiere la gente es dejarla actuar lo cual se traduce en sus votaciones en el supermercado y afines al comprar y abstenerse de hacerlo.
Lo llamativo del asunto es que luego de que el consumidor vota en el mencionado plebiscito cotidiano del mercado, a la salida el gobierno decreta la redistribución de ingresos que inexorablemente se traduce en volver a distribuir por la fuerza en una dirección distinta de la que distribuyó voluntariamente la gente. A su vez, la así concebida redistribución, por las razones apuntadas significa derroche de capital que a su turno implica disminución de salarios e ingresos en términos reales puesto que la única causa de ello es la tasa de capitalización, es decir ahorros y consecuentes inversiones en maquinarias, equipos, instalaciones y conocimiento relevante que hace de apoyo logístico al trabajo para aumentar rendimientos. Esta es lo único que explica la diferencia entre países ricos y países pobres en el contexto de marcos institucionales civilizados.
Si se dice que deben establecerse empresas estatales para atender aquellos lugares y actividades que no son rentables y por ende ninguna empresa privada las servirá, debe tenerse muy en cuenta que cada una de estas aventuras antieconómicas también se traducen en despilfarro con lo que se extenderán los lugares inviables económicamente considerados hasta convertir a todo el país en una pocilga. No hay magias en economía sus principios deben cumplirse en todas las latitudes pero con más razón allí donde la situación es difícil.
En resumen, la segmentación opera a contramano de los nexos causales presentes en la economía por lo que afecta negativamente a toda la comunidad pero, como queda dicho, de manera muy especial sobre la condición de los más pobres. Segmentar es contradecir el conocimiento más elemental de la economía y no resulta posible mejoras materiales destruyendo los procesos que permiten aprovechar recursos. Se trata en definitiva de una trampa para incautos.
Alberto Benegas Lynch (h) es Dr. en Economía y Dr. en Ciencias de Dirección. Académico de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, fue profesor y primer rector de ESEADE durante 23 años y luego de su renuncia fue distinguido por las nuevas autoridades Profesor Emérito y Doctor Honoris Causa. Es miembro del Comité Científico de Procesos de Mercado, Revista Europea de Economía Política (Madrid). Es Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, miembro del Instituto de Metodología de las Ciencias Sociales de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, miembro del Consejo Consultivo del Institute of Economic Affairs de Londres, Académico Asociado de Cato Institute en Washington DC, miembro del Consejo Académico del Ludwig von Mises Institute en Auburn, miembro del Comité de Honor de la Fundación Bases de Rosario. Es Profesor Honorario de la Universidad del Aconcagua en Mendoza y de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en Lima, Presidente del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso y miembro del Consejo Asesor de la revista Advances in Austrian Economics de New York. Asimismo, es miembro de los Consejos Consultivos de la Fundación Federalismo y Libertad de Tucumán, del Club de la Libertad en Corrientes y de la Fundación Libre de Córdoba. Difunde sus ideas en Twitter: @ABENEGASLYNCH_h
Por Enrique Blasco Garma. Publicado el 28/08/22 en: https://www.infobae.com/opinion/2022/08/28/por-que-el-diseno-de-las-nuevas-tarifas-de-los-servicios-publicos-es-un-grave-abuso-de-poder/
Los intercambios libres superan conflictos y enriquecen. La peor cárcel es el exceso de regulaciones y restricciones
Al proponer tarifas de servicios públicos, conviene discernir los bienes públicos de los bienes privados
Una semana atrás destacaba en Infobae que “los escolásticos españoles del siglo XVI y XVII desarrollaron la noción del precio justo en un contexto jurídico y no físico. Tiene que ver con los conceptos de poder, voluntad, conocimiento individual. Una cosa vale tanto cuanto es el valor en que puede venderse, en libertad, excluidos la fuerza y el fraude, que enturbian la voluntad del comprador”.
Al proponer tarifas de servicios públicos, conviene discernir los bienes públicos de los bienes privados.
Los bienes privados benefician exclusivamente al usuario y se agotan con cada uso individual. La vaca consume el pasto del potrero, quitando a lo disponible para el rebaño; mi provisión de electricidad me beneficia a exclusivamente a mí y resta kw/h para los demás. Es razonable que yo pague por consumirlo y no recargue la cuenta de otros, como hacen los subsidios. Así, cada persona decide qué le conviene mejor: calefaccionar con electricidad, gas, consumir alimentos, invertir en activos, según sus preferencias y posibilidades.
En contraste, los bienes públicos benefician la coherencia de las actividades conjuntas y el uso individual no los agota. El significado de las palabras, la estabilidad de las unidades de medida: el metro, kilo, el valor del peso, la emisión monetaria, las leyes, no son extinguidos por los usuarios que, por el contrario, refuerzan su valía.
Por eso, conviene que la energía y los bienes privados sean provistos y cobrados por empresas competitivas, según el costo de cada unidad del bien suministrado a cada cliente. Que cada usuario pague el precio de producirlo. Mientras los bienes públicos conviene sufragarlos según acuerdos ampliamente consensuados -impuestos- independientemente del uso, actividad, de cada particular.
Esta mirada denuncia que cobrar tarifas diferentes según supuestos indicadores de ingresos de los clientes, pergeñados por burócratas singulares, conlleva imposiciones ilegítimas. Que contrarían las voluntades, el interés general, deterioran el PBI, agravando las insatisfacciones populares.
Bajo el esquema anunciado, los supuestos clientes de mayores ingresos pagarán la cuenta de los consumos mas subsidiados; las nuevas tarifas no cumplirían la función de optimizar el uso de la energía y agua.
Si la política fuera transferir ingresos a personas determinadas, transparentarlo directamente, sin engaños, ni argucias. La Argentina, anquilosada por la preponderancia del Estado y funcionarios que no funcionan, perderá demasiados negocios.
Brecha de ingreso entre las economías libres y las restringidas
Sin intercambios libres, cada uno de los humanos se empobrecería sin remedio. Pues se supera el peor de los conflictos, las carencias personales insatisfechas, en tanto se comercia, valorizando las diferentes habilidades, conocimientos, deseos, bienes faltantes.
Todos y cada uno pueden conseguir bienes valiosos, y se benefician mutuamente, negociando con otros. Eso explica que el ingreso promedio por habitante de los países se expande con los intercambios voluntarios. Sostengo que el recurso decisivo de las sociedades, países, no está en la naturaleza, si no en la capacidad de contratar negocios coordinados, intercambios coherentes con los costos de oportunidad.
En una mezcla de temores y, también, de aceptar las ventajas de empoderar a las personas, los países implementan reglas, instituciones, que regulan los contratos. Los gobiernos se distinguen por el grado de reconocimiento de la libertad contractual, o autonomía de la voluntad de las personas, van conformando límites para la autonomía individual estableciendo entramados de libertades y prohibiciones a la actuación de las partes, mediante leyes, regulaciones.
A mayores libertades, reconocimientos de la autonomía de la voluntad, los ingresos promedio, PBI por habitante, son más altos, como se advierte en las estimaciones del World Economic Outlook del FMI, desde USD 230 en Sudán del Sur hasta los USD 102.000 de Irlanda, en 2021, pasando por los USD 10.000 actuales en la Argentina. Tanto más libres las transacciones de abusos y engaños, mayores son las satisfacciones y los ingresos por habitante.
Para 2022, el ranking de los PBI por habitante será impactado por los eventos derivados de la invasión de Rusia a Ucrania, como la restricción energética a Europa y de las exportaciones agrícolas del país invadido, la aceleración de la inflación, la decisión de la Fed de aumentar la tasa de interés de referencia; y los acontecimientos climáticos.
La competencia libre de trabas redundantes espolea las habilidades particulares. Las violaciones, abusos, el engaño coartan las libertades. Justicia implica información, reglas parejas y estables.
Enrique Blasco Garma es Ph.D (cand) y MA in Economics University of Chicago. Licenciado en Economia, Universidad de Buenos Aires. Fue Economista del Centro de Investigaciones Institucionales y de Mercado de Argentina CIIMA/ESEADE. Profesor visitante a cargo del curso Sist. y Org. Financieros Internacionales, en la Maestria de Economia y C. Politicas, ESEADE. Sigue a @blascogar
Por Gabriel J. Zanotti. Publicado el 28/8/22 en: https://gzanotti.blogspot.com/2022/08/el-liberalismo-es-pecado.html
Ok ok me convencieron. Es pecado, definitivamente.
Sobre todo porque el liberalismo clásico se podría caracterizar como el conjunto de libertades y garantías reconocidas por la Constitución Nacional de 1853. O sea que se podría decir que el liberalismo es la Constitución de 1853 de los art. 14 al 19.
Entonces sí, obviamente es pecado.
Para reforzar esta evidencia, veamos los pecados de dichos artículos.
Artículo 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos, conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio, a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.
Bueno, ya con esto sería suficiente. Aquí tenemos las libertades de perdición denunciadas por Gregorio XVI. Pecado total. O sea, el Vaticano II. Y, por supuesto, el pecador principal es Benedicto XVI, quien explicó la continuidad y reforma del Vaticano II el 22 de Diciembre de 2005. Terrible, además, porque no se arrepintió nunca de su inmundo pecado.
Artículo 15.- En la Nación Argentina no hay esclavos: los pocos que hoy existen quedan libres desde la jura de esta Constitución; y una ley especial reglará las indemnizaciones a que dé lugar esta declaración. Todo contrato de compra y venta de personas es un crimen de que serán responsables los que lo celebrasen, y el escribano o funcionario que lo autorice. Y los esclavos que de cualquier modo se introduzcan, quedan libres por el solo hecho de pisar el territorio de la República.
Pero, para mayor abundamiento, veamos cómo el Art. 15 ratifica lo anterior. Porque si no hay esclavos hay libertad, o sea, lo condenado por Gregorio XVI y Pío IX. El que no es esclavo puede irse de la granja católica, puede por ende apostatar; mayor pecado no puede haber. Maldito sea este artículo 15.
Artículo 16.- La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos, sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.
Más aún. Se sanciona aquí la pérfida igualdad de los tiempos modernos. Ya no hay más siervo de la gleba ni sistema feudal, que, por supuesto, es el sistema católico de la Cristiandad. La igualdad es ante Dios, no ante la ley del pérfido liberalismo. Pecado, pecado, pecado.
Artículo 17.- La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública debe ser calificada por ley y previamente indemnizada. Sólo el Congreso impone las contribuciones que se expresan en el Artículo 11. Ningún servicio personal es exigible sino en virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por el término que le acuerde la ley. La confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código Penal argentino. Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie.
Aquí tienen la propiedad, contraria al derecho natural como decía San Ambrosio. Aquí tienen la codicia, la ganancia empresarial explotadora, y el dinero, el estiércol del diablo. Aquí tienen al pecado que querer servir a dos señores: Dios y el dinero. Aquí tienen la sociedad capitalista liberal donde el dinero es Dios. Que Dios se apiade del alma de quienes redactaron semejante abominación.
Artículo 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.
Seguimos con las libertades de perdición, ahora normas del derecho nuevo, condenado por Pío IX y León XIII. Aquí tienen la esencia de la sociedad protestante anglosajona, herética y cismática. ¿Por qué, pecadores, querrían garantías ante un buen rey católico, sino para pecar como les plazca? ¿Por qué, pecadores, querrían garantías ante la función educativa de la ley, sino para que no los puedan atrapar en su voluntad desordenada? ¿Por qué prefieren, pecadores infinitos, el Estado de Derecho ante el Derecho de Dios?
Artículo 19.- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.
Y finalmente, lo peor de lo peor: prohibir a la autoridad que pueda prohibir al pecado como todo príncipe justo debe hacer. La garantía total del pecado. Horror de los horrores.
Por ende, amigos defensores de Sardá y Salvany, me arrepiento de todos mis pecados y propongo firmemente defender totalmente a la iglesia que condenó a Rosmini, a la iglesia que echó a Sturzo de Italia y pactó con Mussolini, y a la iglesia del pueblo, de la liberación y de la Pachamama. Abjuro totalmente de los pecadores Pío XII, Juan XXIII, Juan Pablo II y sobre todo Benedicto XVI.
Que Dios me lo tenga en cuenta.
Gabriel J. Zanotti es Profesor y Licenciado en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), Doctor en Filosofía, Universidad Católica Argentina (UCA). Es Profesor en las Universidades Austral y Cema. Director Académico del Instituto Acton Argentina. Profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Publica como @gabrielmises
Por Alejandro Chafuen: Publicado el 30/3/21 en: https://www.forbes.com/sites/alejandrochafuen/2022/08/07/promoting-the-free-economy-in-brazil/?sh=f0a0f255dc7c
Latin America is going bad – very bad. Many of the region’s large economies have lurched toward leftist populism in recent years. With the election of former guerrilla leader Gustavo Petro to the presidency, Colombia seems to be another victim of the trend. But for such leftists, the big prize is still to be captured: Brazil.
With almost half of South America’s economy and population and bordering ten countries, what happens in Brazil is always relevant for the Americas and the world. The country’s upcoming presidential election is a case in point. The two leading candidates, Luiz Inácio Lula da Silva and Jair Bolsonaro, both have plenty of detractors. Local and foreign media cover their campaigns and road to the election. There is seldom coverage of those who work outside the political party system to try to influence Brazil’s future. I want to highlight some of them here.
I will only focus on non-religious organizations of Brazilian civil society that, despite having very different goals, are favorable to a free economy. These range from conservatives to libertarians, Christians to Randians (followers of the late Russian-born novelist Ayn Rand). I will also mention a couple of influencers. As in the United States, some social media players have more impact than many organizations in policy debates.
Among Brazilian think tanks, the oldest I know is the Instituto Liberal (IL) in Rio de Janeiro, founded in 1983. I met the founder, Donald Stewart, Jr., in 1987. At the time, the think tank’s goal was to plant the seeds of future pro-free-economy policy research by publishing translations of the main works of Ludwig von Mises, F.A. Hayek, and other classic economists. This think tank still exists but now is one among many, rather than the dominant one. It is currently gaining new energy, and new funds, under businessman Salim Mattar. Mattar, who founded a successful car rental company, became minister of privatization (desestatização) in the Bolsonaro government and is now primarily devoted to promoting pro-free-society policies. At their most recent major event, in June 2022, IL went beyond traditional free-market think tanks and circles by inviting two former presidents, Michel Temer of Brazil (president from 2016-2018) and Mauricio Macri of Argentina (2015-2019). On its website, IL lists several scholars with diverse views who have collaborated with the think tank. They range from classical liberals and conservatives to libertarians of different stripes. Having promoted Austrian economics for quite some time, IL can take credit for some of the fruits of these efforts. The leading think tank promoting Austrian economics in Brazil is Mises Institute Brazil, located in São Paulo.
Six Brazilian Think Tanks that promote a free economyALEJANDRO CHAFUEN
Graduates of the University of Chicago – especially those who studied under Milton Friedman or other market-oriented scholars – also promote the benefits of the free economy. Of course, the most famous «Chicago boy» in Brazil is the current minister of economics Paulo Guedes. Guedes is associated with the Instituto Millenium (IM), which started to take form in 2005 and launched during the 2006 Liberty Forum (Foro de Liberdade). The forum is a product of another essential player in Brazilian civil society, the Instituto de Estudos Empresariais (IEE). The deputy economic minister of Brazil, Roberto Fendt, is also a graduate of the University of Chicago and has had a long history of collaboration with free-market think tanks. Patricia Carlos de Andrade, who founded Instituto Millenium, is a businesswoman well trained in economics and philosophy. Andrade emigrated to the United States but remained active in Brazil behind the scenes. Another former IM leader is Paulo Uebel, who left IM to finish graduate studies at Columbia University. Uebel returned to Brazil to occupy crucial public service positions in São Paulo and later on the national level, with Salim Mattar as his deputy in the Bolsonaro government.
Donald Stewart Jr, Helio Beltrão, Patricia Andrade, and Salim Mattar were all from the business world. Before them, Henry Maksoud (1929-2014) promoted free-market views mainly as individuals rather than as part of any organization.
Pro free economy Brazilian businessmen from the past and present. Pictured left to right top: Donald … [+]ALEJANDRO CHAFUEN
There was a period of good growth at the Instituto Liberal of São Paulo when led by another businessman, Jorge Simeira Jacob. But when Simeira Jacob’s business ran into trouble during the late 90s, impacted by a sudden change in monetary policy, the hope for a significant expansion of Brazilian free-market think tanks dissipated. With the leaders of other Liberal Institutes in the country, Simeira Jacob wanted a well-funded hub to support the best efforts in the Liberal Institute network. The current Instituto Liberal in São Paulo is a new organization founded in 2014 and unrelated to the original.
Another businessman I met in 1987 is Winston Ling, who introduced Paulo Guedes to Bolsonaro a few years before his election. Winston Ling also studied at the University of Chicago.
Earlier I mentioned the Instituto de Estudos Empresariais (IEE), which has remained consistently strong. It is also mainly led by businesspeople, in this case, young entrepreneurs who have been perfecting their main product, the Foro de Liberdade. This Liberty Forum is the largest pro-free economy event in the world. Among Brazilian free-market groups, IEE is perhaps the most influenced by entrepreneurs who follow Ayn Rand’s individualist view of capitalism. But the requirement that IEE members be actual entrepreneurs has made these Randians much less ideological and more pragmatic than their counterparts in other countries. Alan Greenspan and John Allison, the retired chairman of BB&T, are examples of Randians who remind me of the young businessmen and businesswomen who have shaped the IEE.
Until recently, I could not find clusters of pro-free-market economists at any university in Brazil. A change occurred in 2015 with the Center for Economic Freedom founding at the prestigious Mackenzie Presbyterian University. Unlike most of the work of other think tanks, which focuses on translations, short articles, and events, the Center produces and publishes well-grounded research founded on original micro- and macroeconomic studies. Given the university’s academic prestige, the Center can become a valuable source of new talent for the Brazilian policy world. One can only hope its work will inspire imitators at other Brazilian academic institutions.
Mackenzie was founded in 1870 by graduates of Princeton University. Though Presbyterian, the university has had students and professors from all denominations who have contributed significantly to the free society. Given the importance of the rule of law and the many challenges today, I will mention Dr. Ives Gandra, the most crucial figure in the Brazilian legal scene among those who work for the free society. Although he is in his late eighties, Dr. Gandra is still going strong and has created a meaningful legacy through his many students and leadership in many organizations. Angela Gandra, one of his daughters, is the current Deputy Minister for the Family. One of his sons, Ives, Jr., is a judge with significant expertise in labor law.
Leading Brazilian organizations promoting a free economy. Social media traffic from early June 2022. … [+]ALEJANDRO CHAFUEN
Looking to the past, Brazil’s history of free-market efforts features several prominent academics. For instance, we can point to historian Antonio Paim (1927-2021) and economist Og Leme (1922-2004), who worked side by side with Donald Stewart, Jr. in helping build IL. Some of those trained in economics, like Roberto Campos (1917-2001), entered public service and had relevant posts in various Brazilian administrations.
Media companies that promote free enterprise
The work of scholars and writers associated with these think tanks and centers receives wider attention thanks to a few media efforts. Gazeta do Povo and BrasilParalelo are the two most important. Founded over 100 years ago, Gazeta has a long history and is clear on what they stand for. Their home page links to «Our vision,» where they state the view of the outlet’s owners in 28 different areas, from ethics and economics to family issues and democracy. Several of their regular authors and contributors have a long history of collaboration with think tanks, such as Rodrigo Constantino, Paulo Uebel, and Maria Clara Vieira Rousseau.
While other efforts for a free society measure their impact in thousands or hundreds of thousands, BrasilParalelo counts it in millions. One of their historical films, 1964-O Brasil entre armas e livros (1964-Brazil between books and weapons), passed 10 million YouTube views. On policy issues, their provocative film on the AmazonAMZN -2.9%, Cortina de Fumaça (Smokescreen), already has over two million views. Their newest production, Entre Lobos (Among Wolves), is a series on crime in Brazil. Its hour-long introduction alone attracted more than one million views. BrasilParalelo has had similar success with their films about the United States, Argentina, and Venezuela. They also produce several programs that include intellectuals who collaborate with Brazilian think tanks.
Jovem Pan also has some conservative and pro-free economy positions; it is one of the largest radio networks in Brazil. For those who know the US scene, some of the Brazilian classical liberals describe it as a «centrist Fox News.» However, as in most other countries, most of the more established media is unsympathetic to the free economy, creating and repeating false narratives. For example, a long recent piece in the newspaper Valor Económico blamed economic liberalism for lower growth rates during the last three decades. In the competing indices produced by the Fraser Institute and the Heritage Foundation, Brazil still ranks very low in economic freedom, especially free trade.
One of the fastest-growing segments in the US policy scene are think tanks and organizations devoted to the legal defense of victims of state intervention. Few countries have such organizations, especially in the conservative and pro-free enterprise camps. But there is an exception in Brazil, the Instituto Brasileiro de Direito Religioso (IBDIBD -0.5%R). Religious liberties are an essential aspect of a free society, and IBDR works to protect them. Its work is similar to that of the Alliance Defending Freedom (ADF) in the United States. Some key players, like Jean Regina, are ADF-associated scholars and even file amicus briefs in US courts, as they did with the recent case that led to the reversal of Roe v. Wade.
A last nod goes to pro-freedom groups working with students, another of the fastest-growing sectors in the United States. In Brazil, leadership in this area belongs to Students for Liberty which mostly aligns with libertarian positions.
The Brazilian market is ready for more organizations focusing on judicial reform, litigation, and investigations; more academic centers with safeguards for intellectual independence; and more conservative or free-market student groups. I apologize if this outline has left out any crucial organizations. I will include them in future analyses if they come onto my radar with convincing arguments. Those who think that ideas shape the world sooner or later, should be grateful to those involved in the organizations mentioned here. Elections are essential, but as Ed Feulner, the great builder of the Heritage Foundation, frequently reminds us that we never have permanent victories or permanent losses in politics. In the long run, the battle of ideas is essential. Brazil, which one month from now, September 7th, will celebrate the bicentennial anniversary of its independence, needs to find a more stable road toward freedom and prosperity. The efforts of the many intellectual entrepreneurs who have created and invested in the organizations mentioned in this piece give me hope that a free and prosperous Brazil is not an impossible dream.
Matheus Resende and Juan Cruz Isetta conducted research for this piece. A shorter version was presented at the 2022 Estoril Political Forum, June 28, 2022
Alejandro A. Chafuén es Dr. En Economía por el International College de California. Licenciado en Economía, (UCA), es miembro del comité de consejeros para The Center for Vision & Values, fideicomisario del Grove City College, y presidente de la Atlas Economic Research Foundation. Se ha desempeñado como fideicomisario del Fraser Institute desde 1991. Fue profesor de ESEADE. Síguelo en @Chafuen
Por Adrián Ravier. Publicado el 5/8/22 en: https://puntodevistaeconomico.com/2022/08/05/raices-del-pensamiento-economico-argentino-presentacion-del-libro-en-ucema/
Posted on por Adrián Ravier
Este libro del Dr. Adrián Ravier intenta rastrear las raíces del pensamiento económico argentino, ideas que en muchos casos surgen con revoluciones y contrarrevoluciones científicas originadas en Europa, luego importadas a nuestras tierras. Para la tarea fueron convocados historiadores y economistas de diversas universidades púbicas y privadas del país, conocedores de las distintas escuelas o tradiciones de pensamiento, quienes detallan la manera en que las ideas penetraron el Argentina, y luego se desarrollaron y evolucionaron. El lector podrá observar que el siglo XIX ha estado marcado por ideas liberales clásicas, provenientes del Laissez Faire y el pensamiento clásico e impactando en los primeros economistas como Belgrano y Vieytes, para luego llegar a la Generación del 37 y en concreto a las Bases constitucionales de Juan Bautista Alberdi; incluso en autores marxistas parece prevalecer una posición librecambista como se puede ver en los escritos de Juan B. Justo. Pero ya con la crisis de 1930, la revolución keynesiana tuvo su eco en nuestro país, alcanzando luego una dimensión local propia con el estructuralismo de Raúl Prebisch, Julio Olivera y Roberto Frenkel. A ese intervencionismo y proteccionismo creciente, han surgido esfuerzos múltiples para contenerlos y revertirlos, importando ideas de la Escuela Austríaca, la Escuela de Chicago, la Economía Social de Mercado, la Nueva Economía Institucional y la Escuela de la Elección Pública. Estos esfuerzos intelectuales, sin embargo, si bien han contribuido a formar economistas en algunas universidades privadas han tenido escaso impacto en la sociedad y en la política económica. Si en el siglo XIX prevalece un pensamiento liberal en el marco constitucional, en el siglo XX y lo que va del siglo XXI lo hace su antítesis lo que se ha traducido en reformas constitucionales y un cambio notable de aquellas reglas e instituciones.
Adrián Ravier es Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Master en Economía y Administración de Empresas por ESEADE. Es profesor de Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Universidad Nacional de La Pampa y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco Marroquín. Publica como @AdrianRavier
Por Carlos Rodriguez Braun: Publicado el 16/8/22 en: https://www.larazon.es/opinion/20220817/43t46nbqdbcytg22duc4ztycvq.html
Los controles de precios no funcionan, y suelen tener consecuencias negativas para la población, como lo prueba una experiencia de cuatro mil años, desde los sumerios hasta Nicolás Maduro
FOTO: MARÍA JOSÉ LÓPEZ EUROPA PRESS
Escuché en La Brújula de Onda Cero unos cortes que puso Juan Ramón Lucas con declaraciones de dos destacados políticos progresistas sobre la inflación.
El diputado Jaume Asens, presidente de Unidas Podemos, afirmó que la inflación no se reduce con más destructores en Rota sino subiendo los salarios y aumentando el gasto público en «medidas sociales». Fue incapaz de explicar cómo esas medidas frenarán el alza de los precios, y tampoco cómo se logra enriquecer a la gente empobreciéndola con más impuestos, que eso es lo que significa subir el gasto público.
A continuación, escuché al también diputado Íñigo Errejón, presidente de Más País, que coincidió en la receta intervencionista, pidió más gasto público (pasando por alto, como siempre, el destino aciago de quienes van a ser forzados a financiarlo), y sostuvo seriamente que para bajar la inflación hay que controlar los precios, concretamente los precios de la energía, los alquileres y los productos de primera necesidad.
Los controles de precios no funcionan, y suelen tener consecuencias negativas para la población, como lo prueba una experiencia de cuatro mil años, desde los sumerios hasta Nicolás Maduro, pasando por numerosos países, desde los comunistas hasta la dictadura franquista, a la que estos pseudoprogresistas dicen aborrecer.
El análisis de la inflación está viciado por este pensamiento fantástico que no considera la responsabilidad de los políticos. Por ejemplo, leí en «Público» este titular: «la práctica totalidad de las autoridades económicas y monetarias han declarado al IPC el enemigo público número uno», como si las políticas expansivas de esas mismas autoridades no tuvieran nada que ver con la cuestión. Y así siguiendo, indefinidamente desvariando con que los empresarios causan la inflación, o que todo se debe a una conspiración contra el Estado benefactor.
Ahora bien, 17 personas apoyaron a Joe Biden cuando planteó un enorme incremento del gasto público y los impuestos, alegando que ello mejoraría el crecimiento y moderaría la inflación. No eran periodistas, ni políticos. Eran 17 premios Nobel de Economía. Cierto es que podemos encontrar 17 colegas que sostengan la opinión contraria, pero nunca cabría acusar a los Nobel intervencionistas de ignorantes.
La ignorancia, como decía Ortega, no es mala, y todos ignoramos cosas que nuestra vecina está harta de saber. Lo malo no es no saber: lo malo es creer que sabemos y estar equivocados.
Carlos Rodríguez Braun es Catedrático de Historia del Pensamiento Económico en la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Consejo Consultivo de ESEADE. Difunde sus ideas como @rodriguezbraun
Por Enrique Blasco Garma. Publicado el 21/08/22 en: https://www.infobae.com/opinion/2022/08/21/el-bcra-y-los-entes-estatales-son-los-principales-formadores-de-precios/
El exceso de emisión sobre la cantidad de bienes y servicios que genera la economía explica la inflación
El BCRA, con el control de cambios también determina la cotización del dólar (Reuters)
Es elemental que el precio es la cantidad de moneda necesaria para comprar un bien o servicio. Si sobran pesos, mayor facilidad de alzar los precios. Cuando la gente quiere desprenderse de la moneda nacional es porque la inflación carcome su valor, y refleja que sobra circulante.
El BCRA, con el control de cambios también determina la cotización del dólar. Gran parte de los combustibles, insumos, bienes finales, que demandan las empresas y los consumidores son importados; al subir la cotización del dólar aumentan los precios internos.
En 2001, el dólar cotizaba a $1, actualmente la pizarra del Banco Nación marca un precio superior a $142. No puede sorprender que los bienes sean entonces nominalmente 140 veces más caros, o, más aún, en los casos en que se aplicaron nuevos impuestos y otros costos.
Está claro que ninguna empresa tiene tanto poder para multiplicar por 140 los precios con el tipo de cambio por dólar estable. Durante los 11años de la Convertibilidad, entre abril de 1991 y enero 2002, el dólar estable mantuvo estables los precios. Nadie tiene el poder de fijar precios del BCRA.
Ahora estamos peor aún. Los “cepos” a las importaciones coartan la competencia -el mecanismo que premia conocimientos, habilidades, individuales, impulsando el crecimiento de los PBI e ingresos personales, en todo el mundo- transfiriendo decisiones productivas, antes privadas, a los burócratas, recortando los patrimonios al introducir incertidumbres mayores. ¿Cuánto costará importar, reponer, los bienes?
Los “cepos” a las importaciones coartan la competencia -el mecanismo que premia conocimientos, habilidades, individuales, impulsando el crecimiento de los PBI e ingresos personales (Reuters)
Los bienes dejan de cotizarse en competencia para depender de las determinaciones burocráticas. Protocolos similares a los soviéticos incentivan aumentar los pedidos de autorizaciones de importación y compra de divisas. Los cepos cambiarios confirman que la emisión monetaria está tan desbordada que el Banco Central no tiene los dólares que la sociedad demanda, para atender importaciones y compromisos financieros con el resto del mundo. Un verdadero desfalco.
El BCRA admite que no puede responder a sus obligaciones, la responsabilidad de garantizar una moneda de curso legal para todas las transacciones deseadas por la población. Y las proyecciones económicas no tranquilizan. Eliminar los cepos exigiría equilibrar la oferta y demanda de base monetaria, no basta suprimir el déficit fiscal.
Desequilibrio general
Todos los valores del comercio exterior están influidos por BCRA, AFIP, gabelas de todo tipo, las tasas de interés, condiciones financieras, etc. En las últimas décadas, la coordinación de los tres poderes del Estado perdió precisión para contener la inflación, fragilizada por entes varios, organizaciones sociales, sindicatos, empresas estatales, que determinan suspensiones de actividades y de tránsito e imposiciones variadas y crecientes, y ausencia de incentivos para trabajar productivamente.
En todo el planeta, a mayor suba de la cotización del dólar mayor la inflación. Los escolásticos españoles del siglo XVI y XVII desarrollaron la noción del precio justo, en un contexto jurídico y no físico. Tiene que ver con los conceptos de poder, voluntad, conocimiento individual. Una cosa vale tanto cuanto es el valor en que puede venderse, en libertad, excluidos la fuerza, y el fraude, que enturbian la voluntad del comprador.
Mientras las naciones avanzan liberando a las actividades, la Argentina está siendo agobiada, entrampada, con el peso de restricciones innecesarias, artificiales. Cada vez más lejos de las libertades exaltadas en el Himno Nacional, la Constitución y canciones patrias.
Fuente: Infobae en base a estimaciones WEO FMI
En esta hora, el partido gobernante azuza conflictos y proclama “combatir al capital”. La oposición política se desanima de contribuir a mejorar la cosa pública, durante esta gestión.
Conviene recordar la advertencia de Luigi Pirandello en Seis personajes en busca de autor. Debemos tener sumo cuidado con el uso de las palabras, pues ahí precisamente radica la dificultad de comunicar: “En cada uno de nosotros vive un mundo de imágenes diferentes. ¿Cómo es posible que nos entendamos si en mis palabras vibra el sentido y el valor de las cosas que en mí están, en tanto que, quien las escucha, inevitablemente les da el sentido y el valor que tienen para él? Creemos entender, pero no lo hacemos”.
Las marchas y contramarchas de militantes en espacios públicos exponen un culto a las invocaciones mágicas de poderes ilusorios, ficciones desmentidas por las ciencias y experiencias disponibles. Las naciones que más avanzan liberan los conocimientos, habilidades individuales. Las menos desarrolladas, violentan libertades privadas. El PBI por habitante marca el proceso de liberaciones personales.
El federalismo fiscal da potestades a la Nación, a las provincias y a los municipios para crear tributos. Hay 166 tributos vigentes, aunque apenas 11 de ellos recaudan el 90% el total. Brasil no tiene un impuesto tan distorsivo como Ingresos Brutos ni un impuesto a la exportación. Solo 12 países aplican este impuesto que lastima la competitividad. Si añadimos tipos de cambio diferenciales, entendemos el desaliento a las exportaciones.
En el 2017 se firmó un Pacto Fiscal para bajar impuestos. Excelente idea, pero ingenua porque no establecía sanciones por incumplimiento. Se suspendió por la pandemia de Covid-19 y ahora el Congreso se prepara para aprobar el nuevo Pacto Fiscal porque las provincias quieren más dinero de los contribuyentes.
Enrique Blasco Garma es Ph.D (cand) y MA in Economics University of Chicago. Licenciado en Economia, Universidad de Buenos Aires. Fue Economista del Centro de Investigaciones Institucionales y de Mercado de Argentina CIIMA/ESEADE. Profesor visitante a cargo del curso Sist. y Org. Financieros Internacionales, en la Maestria de Economia y C. Politicas, ESEADE. Sigue a @blascogar
Por Martín Krause. Publicada el 8/8/22 en: https://bazar.ufm.edu/una-novela-distopica-mundo-donde-todos-recibimos-ingreso-universal/
Rachel Swirsky tiene una Maestría en Bellas Artes en ficción del Taller de escritores de Iowa y se graduó de Clarion West en 2005. Su ficción corta ha sido nominada a los premios Hugo, Locus, World Fantasy y Sturgeon. Ha ganado dos veces el Premio Nebula: por su novela de 2010, «La dama que arrancó flores rojas bajo la ventana de la reina» y su cuento de 2014, «Si fueras un dinosaurio, mi amor». Ahora se despacha con esta “distopía” sobre un mundo en el cual todos recibimos un Ingreso Universal. El libro se titula January Fifteenth, precisamente el día en que se recibe el pago anual: https://www.amazon.com/January-Fifteenth-Rachel-Swirsky-ebook/dp/B09C4FP7JX?crid=1J7ENKX6F7M4O&keywords=january+fifteenth+rachel+swirsky&qid=1655911173&s=books&sprefix=january+fi,stripbooks,93&sr=1-1&linkCode=sl1&tag=lfdigital-20&linkId=911d72475a730ed88da043953a10efdf&language=en_US&ref_=as_li_ss_tl
Así se lo presenta:
“Uno de los mejores escritores especulativos de la última década.”—John Scalzi
Quince de enero: el día en que todos los estadounidenses reciben su pago anual de Ingreso Básico Universal.
Para Hannah, una madre de mediana edad, hoy es el aniversario del día en que se llevó a sus dos hijos y huyó de su ex esposa abusiva.
Para Janelle, una joven periodista quebrada, hoy es otro día alucinante al entrevistar a los transeúntes sobre la misma política a la que alguna vez se opuso.
Para Olivia, una adinerada estudiante de primer año de la universidad, hoy es el «Día del desperdicio», cuando los niños ricos de todo el país compiten para ver quién puede despilfarrar más obscenamente el dinero del gobierno.
Para Sarah, una adolescente embarazada, hoy es el día en que viajará junto a sus hermanas-esposas para recoger los pagos que sostienen a su comunidad, y tal vez emprender un nuevo viaje por completo.
En esta novela de ciencia ficción del futuro cercano de la autora ganadora del premio Nebula, Rachel Swirsky, el 15 de enero es otro día del statu quo y otra oportunidad de lograr un cambio duradero.”
Uno de los comentarios sobre el libro:
“Normalmente, pasaría gran parte de esta revisión profundizando en las ramificaciones sociales, económicas, culturales y políticas de la Renta Básica Universal, porque uno de los peligros (lo llamo ventajas, pero soy un bicho raro) de ser un estudiante de Geografía está tomando Geografía económica, donde terminas hablando sobre los altibajos de los programas UBI en todo el mundo: dónde se han implementado, cómo se han implementado y los pros y los contras de los programas UBI de cada país. Pero… sin ofender a nadie que lea esta reseña en el futuro, pero he tenido suficiente de cualquier cosa política a partir de esta fecha después de los últimos días, así que me quedaré con la manera brillante en la que Rachel Swirsky decide explorar un Estados Unidos teórico en el futuro donde se ha implementado un programa UBI y cómo afecta la vida de cuatro mujeres diferentes de cuatro ámbitos de la vida.
Tengo que imaginar que una de las partes más difíciles para Swirsky fue elegir a las cuatro mujeres y sus antecedentes para brindarnos a los lectores un conjunto diverso de personajes para ver algunas perspectivas posibles de cómo una RBU podría afectar a las personas en los EE. UU. Está Hannah, una madre soltera que se esconde de su ex esposa acosadora y abusiva que siempre logra encontrarla en el Día de la Ganancia Inesperada; está Janelle, que solía enfurecerse contra las mismas maquinarias políticas que idearon la legislación UBI a pesar de que era evidente que estaba sesgada para (una vez más) dar a las minorías y a los pueblos marginados una flecha, pero desde entonces ha perdido toda su pasión por luchar; está Olivia, que es una universitaria adinerada que pasa el rato con otros universitarios adinerados en lo que otras personas llaman el «Día de la ganancia inesperada», pero ellos lo llaman «Día de la basura» y simplemente pasan el día gastando todo su RBU en las cosas más absurdas que pueden pensar. de; y está Sarah, una niña novia de FLDS que tiene 15 años y está muy embarazada y puede estar considerando dejar a su esposo y hermanas esposas después de que le mintieron y se llevaron a su hermano tarde una noche. En el transcurso de un día inesperado, todas estas mujeres ven cambiar sus vidas: no por el dinero que trae la RBU, sino por cómo la RBU afecta sus vidas o las vidas de las personas que las rodean.
Este libro es el tipo de pura ficción especulativa que amo, donde la antropología, la filosofía, los experimentos mentales y la prosa conmovedora se unen para crear una prosa entretenida y agradable que permanecerá en tu cerebro y te mantendrá pensando durante mucho tiempo.”
Una interesante revisión del texto:
Martín Krause es Dr. en Administración, fué Rector y docente de ESEADE y dirigió el Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados (Ciima-Eseade).
Por Gabriel Boragina. Publicado en: http://www.accionhumana.com/2022/08/el-intercambio-contractual-de-derechos.html
Dicho intercambio se describe de esta manera:
‘’Se trata de un proceso de mutua y continua compensación. Por ejemplo, cuando yo produzco un kilo de café, un reloj de cuarzo, una fuente de cristal o lo que fuere, lo tengo que hacer disponiendo de recursos materiales y humanos, algunos de los cuales son propios y otros ajenos, obtenidos mediante acuerdos contractuales con otros propietarios: en este proceso de producción, compenso al dueño de la tierra con un precio acordado libremente con él; les pago a los trabajadores de acuerdo con su mejor oportunidad de trabajo (si ellos tuvieran una oportunidad más favorable, yo no disfrutaría de su ayuda); le pago a la compañía de la electricidad, a la de teléfonos, al proveedor de fertilizantes y a otros; finalmente, pago por la colaboración del Gobierno mediante los impuestos que me corresponden’’[1]
Para que este proceso sea posible cada uno de los intervinientes debe ser propietario de lo que entrega y pasa a ser propietario de lo que recibe a cambio de lo que desembolsa, de allí la relevancia del derecho de propiedad. Si tal derecho no existiera daría lo mismo que los participantes cedan algo a cambio, o bien que se despojen entre ellos.
En realidad, no se daría nada a cambio en un régimen sin propiedad, porque -en ese caso- aparecería el juego de suma cero y no de suma positiva. Sin propiedad sería una enorme torpeza que la gente hiciera intercambios de cosas o servicios, ya que el que transmite algo lo estaría perdiendo, y el que recibe ese algo lo estaría ganando a costa de otros.
Si bien se piensa, es la manera en la que operan los gobiernos que jamás adjudican nada a cambio de lo que reciben. En el mejor de los casos, todo lo que recibimos de los gobiernos es porque previamente se lo han saqueado a sus legítimos propietarios. Es por eso que los gobiernos pueden hacer la política de Robín Hood: quitarles unos a para darles a otros, y es la única manera en la cual los gobiernos pueden proceder.
‘’Todas las contribuciones que obtengo implican cuentas saldadas. Por consiguiente, el kilo de café, o la fuente de cristal, o el reloj de cuarzo son míos, únicamente míos, y tengo derecho a disponer pacíficamente de ellos como lo desee’’[2]
El productor es el único dueño de su producción, por eso es exclusivo. No le debe nada a nadie (excepto en el caso de que los insumos los haya obtenido a crédito, pero cuando haya cancelado el crédito tampoco deberá ya nada a su acreedor).
Por eso resulta (a todas luces vista) falso el remanido slogan socialista de la producción comunitaria o comunal, y vacuos sus ataques a la propiedad privada.
Como ya han demostrado los economistas de la Escuela austriaca de economía, cualquier intento de producción socialista no haría más que tender paulatinamente hacia la desaparición de todo bien o servicio, y -como ya repetidamente dijimos- haría instalar en su lugar la ley de la selva.
‘’Mi beneficio (o pérdida) es el valor residual entre lo que recibo como producto y lo que pagué a todos los que contribuyeron en el proceso de adquisición con insumos y servicios. La jurisdicción política o la residencia de quienes colaboraron en las transacciones no es atingente’’[3]
Es una forma más simple de decir que la diferencia entre lo traspasado y lo recibido será pérdida o ganancia.
Más claro habría sido expresar quizás que, la diferencia entre lo que recibo por la venta de mi producto a terceros (los compradores) se traducirá (positivamente) en ganancia o en (negativamente) pérdida, según que mis costos de producción hayan sido mayores o menores al precio final obtenido por cada unidad producida y vendida en el mercado o no vendida.
En la frase final, el autor citado hace hincapié en algo en lo que venía insistiendo: en que es indiferente si todo este desarrollo (que tan bien ha descripto) se lleva a cabo dentro de las fronteras de la nación o fuera de ella. Lo cual es una cuestión menor.
‘’Las normas de conducta aludidas antes son las únicas que cuentan, pues establecen las reglas para la adquisición legítima de derechos de propiedad; y los actos de producción y de intercambio contractual determinan la trayectoria de la propiedad y la distribución de la riqueza producida’’[4]
De allí que, es importante que dichas normas de conducta encuentren protección legal en todas partes.
En aquellas sociedades en las que su legislación desabriga o desconoce los derechos de propiedad se produce un inexorable mecanismo de pauperización. Lo vemos en la mayor parte de los países donde el socialismo ha hecho pie en sus distintas variantes, siendo la más difundida la del modelo fascista practicado primero en la Italia de Mussolini, y luego en la Alemania de Hitler. Hoy ese modelo se conserva en Cuba y, lamentablemente, perdura en países que otrora eran democráticos, como Venezuela.
‘’Puesto que es precisamente la observancia de aquellas normas la que determina la legitimidad de los derechos adquiridos, la redistribución de la riqueza es equivalente a cambiar las reglas del juego después del juego’’[5]
Llega el autor a un punto de suprema importancia. La redistribución de la riqueza no implica más que volver a distribuir lo que el mercado ya había distribuido.
A tal efecto, es menester recordar cuanto dijimos acerca del mercado. Esta no es más que una palabra por la cual se designan a los agentes económicos (todos nosotros en rigor) interactuando en ese procedimiento de incesantes intercambios que verificamos todos los días y a lo largo de los años.
Redistribuir lo que ya habíamos antes decidido distribuir entre nuestros congéneres, no es más que alterar el funcionamiento del mercado y prostituirlo, con los efectos malsanos que podemos observar por todas partes.
[1] Manuel F. Ayau Cordón Un juego que no suma cero La lógica del intercambio y los derechos de propiedad Biblioteca Ludwig von Mises. Universidad Francisco Marroquín. Edición. ISBN: 99922-50-03-8. Centro de Estudios Económico-Sociales. Impreso en Guatemala. Pág. 17-18
[2] Ayau Cordón M. F. Un juego que…ibídem pág. 18
[3] Ayau Cordón M. F. Un juego que…ibídem pág. 18
[4] Ayau Cordón M. F. Un juego que…ibídem pág. 18
[5] Ayau Cordón M. F. Un juego que…ibídem pág. 19
Gabriel Boragina es Abogado. Master en Economía y Administración de Empresas de ESEADE. Fue miembro titular del Departamento de Política Económica de ESEADE. Ex Secretario general de la ASEDE (Asociación de Egresados ESEADE) Autor de numerosos libros y colaborador en diversos medios del país y del extranjero. Síguelo en @GBoragina