Por Gabriel J. Zanotti. Publicado el 16/5/21 en: http://gzanotti.blogspot.com/2021/05/que-bien-que-les-vino-el-virus.html



Negocios cerrados. Cortinas bajas. Shoppings cerrados, prohibidos, fundidos. Calles comerciales hechas un desierto. Muerto el bullicio de los restaurantes y los cafés, hasta altas horas de la noche, llenos de gente soñando y delirando libremente.
Qué lastima.
No, lástima no, algunos están muy contentos. Son los que odian la libertad y el mercado libre. Uno de ellos, muy conocido, llegó a decir que ahora el planeta se va a «limpiar». Exacto: malditos cerdos capitalistas, ahora dejarán de consumir y polucionar al planeta. Excelente, asquerosos consumistas, aprendan: en casita, portándose bien, siendo buenos por fin; basta de cines, de teatros, de shoppings, de cafés, de jolgorio, y a preocuparse más por el prójimo y ponerse serios. MUY bien que estén asustados! ¡Aprendan, gente mala! Métanse su turismo por donde ya saben y vivan la vida contemplativa alguna vez en la vida. A la fuerza, por supuesto.
Impresionante hasta dónde puede llegar el odio a la libertad. Como ya señalé otra vez, (http://gzanotti.blogspot.com/2020/12/me-encantaba-ver-al-mundo-girar.html) esto lo dice alguien que no necesitaba ni de shoppings ni de cines ni de cafés excepto para estar con los amigos. Jamás en mi vida fui a un crucero o a un boliche, y recién este año, a los 61, conocí lo que era La Biela al mediodía. Pero cómo amaba ver a la gente en libertad. No porque la libertad se usara siempre para el bien, sino porque la libertad es siempre mejor que la coacción. Pero no. Cómo disfrutan casi todos de ser un dios controlador, vigilante, asfixiante, por tu bien, claro, por tu bien. Yo te cuido. Usted obedezca o marche preso. Por su bien, claro.
Finalmente lograron su sueño. Ya habían logrado bastante, con sus impuestos, regulaciones, deuda pública, inflación, etc., ya con eso habían logrado eliminar gran parte de los sueños, proyectos y comercios de gran parte de esa mala gente que se atrevía a vivir en libertad. Pero qué barbaridad, ¿cómo hacer para mantenerlos en casa? ¿Cómo hacer para que, a pesar de todo, dejaran de viajar, de salir, de ir, venir, hacer deporte, recreación, vida social, etc.? ¡Qué gente molesta!!!!! Claro, ser Stalin, Hitler o Maduro quedaba mal. ¡Mm!, ¿cómo hacemos para frenar ese capitalismo remanente?
Ya lo lograron. Qué bien que les vino el virus. Ni que lo hubieran inventado.
Gabriel J. Zanotti es Profesor y Licenciado en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), Doctor en Filosofía, Universidad Católica Argentina (UCA). Es Profesor titular, de Epistemología de la Comunicación Social en la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor de la Escuela de Post-grado de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor co-titular del seminario de epistemología en el doctorado en Administración del CEMA. Director Académico del Instituto Acton Argentina. Profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Fue profesor Titular de Metodología de las Ciencias Sociales en el Master en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE, y miembro de su departamento de investigación. Publica como @gabrielmises