Escribo esta columna desde una república, la Argentina, que va camino de ser Venezuela sino Cuba. Hoy, de entre los argentinos el 50% es pobre, el 95% tiene un salario mensual inferior a € 400, y algo tan normal como comprar -moneda extranjera- euros es “delito”. En contraposición, Isabel II es monarca de la potencia con la democracia más antigua, y envidiable.
Suele atribuirse el término “poder blando” a Joseph Nye, de Harvard, lanzado en su libro “Bound to Lead: The Changing Nature of American Power” (1990), y en “Soft Power: The Means to Success in World Politics” (2004). No es verdad que el poder, la autoridad, para ser real debe estar basado en la fuerza. ¿Por qué todavía existen las monarquías, huérfanas de ‘poder real’? La explicación reside en el poder ‘blando’ base de la influencia de organizaciones desprovistas del poder militar que da lugar al ‘poder duro’.
La iglesia católica y el Vaticano casi sin armas, sobrevive a todos los imperios incluidos los nucleares y ha tenido más autoridad real que cualquier fuerza armada, por caso, tuvo mucho peso en la caída de la URSS.
Las sociedades no existen debido a un Estado con “poder” policiaco capaz ordenarlas, sino porque naturalmente el hombre tiene vocación social y es, básicamente, moral: si todos robaran, no habría guardias para detenerlos. Según Aldous Huxley, “las sociedades se mantienen, no principalmente por el miedo… al poder coactivo… sino por una difundida fe en la decencia de los demás”.
Las monarquías tienen un costo que debería discutirse para que fuera financiada con justicia respecto de los ciudadanos, pero los políticos son enormemente más caros y, lo peor caso, es que su autoridad pivotea en el monopolio de la violencia estatal con la que imponen sus “leyes”. Que tienen que imponerse coactivamente porque no se dan naturalmente, es decir, violan el orden de la naturaleza.
En España, todavía resuenan las tropelías durante el último gobierno republicano que instauró un régimen de terror con las checas y el asesinato de 6.800 religiosos entre muchas atrocidades y que terminó con una sangrienta guerra civil.
Pero hoy el gobierno ibérico tiene un presidente de dudosa vocación monárquica y un vicepresidente segundo que pertenece a un partido antimonárquico, abierto aliado del chavismo venezolano, y están intentando jibarizar los actos del monarca, su visibilidad, para hacerlo desaparecer de la escena pública -como la reciente prohibición a presidir la entrega de los despachos a los egresados de la Escuela Judicial de Barcelona- para algún día simplemente descartarlo.
Quieren descartar el poder blando, para poder instalar uno duro y puro al estilo de las monarquías políticas -absolutistas, basadas en la imposición policíaca- como la de los Kirchner en Argentina o la de los Castro en Cuba.
Ahora, cómo ha logrado llegar tan lejos el gobierno español. “La violencia nace del miedo”, aseguraba, entre muchos, el historiador Antony Beevor. Entonces, los políticos abusan del coronavirus para crear pánico con el fin de acrecentar, precisamente, su poder duro ya que las cifras no justifican tanto temor. Según el último informe del CDC de EE.UU., en caso de ser infectado por este virus, las posibilidades de sobrevivir son del 99,997% para quienes tienen hasta 19 años, del 99,98% hasta 49 años, 99,5% hasta 69 años y del 94,6% para quienes superan las siete décadas.
Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Asesor Senior de The Cedar Portfolio, Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE. Síguelo como @alextagliavini
La libertad de expresión no solo es una manifestación básica de respeto sino que el contraste de distintas ideas resulta vital para adquirir conocimientos
Gregorio Badeni
La condición humana remite al libre albedrío que constituye el cimiento de la tradición liberal, solo así tienen sentido las ideas autogeneradas, la posibilidad de revisar nuestros juicios, las proposiciones verdaderas y falsas, la moral, la responsabilidad individual y la mismísima libertad. El pensamiento resulta imprescindible para evaluar los medios pertinentes al efecto de lograr fines apetecidos y la expresión del pensamiento constituye no solo una manifestación de la libertad sino que es el aspecto medular que permite alimentar el conocimiento, puesto que como ha señalado Karl Popper este tiene la característica de la provisionalidad abierta a refutaciones. Las críticas y las autocríticas son esenciales para el progreso de la insustituible aventura del pensamiento que es una consecuencia de la racionalidad.
En algunos ocasiones cuando se estima que alguien está equivocado o no sigue las reglas de la lógica se le endilga la etiqueta de “irracional”, lo cual no es así: todo lo que hace el ser humano es racional a diferencia de los actos reflejos de la biología, cuando la medicina antigua propiciaba ciertas recetas hoy consideradas erradas no es que aquellos médicos eran irracionales, es que no contaban con el conocimiento que hoy disponemos y así sucesivamente.
Se ha dicho, por otra parte, que la verdad debe estar sustentada en verificaciones empíricas a lo que Morris Cohen ha replicado que esa proposición no es verificable y el antes mencionado Popper ha explicado que nada en la ciencia es verificable, es solo de momento corroborable. La verdad se sustenta en la correspondencia entre el juicio y el objeto juzgado, el relativismo epistemológico, cultural, ético y hermenéutico echan por tierra con toda posibilidad de investigación, además de convertir en relativas las mismas aseveraciones del relativismo.
Como ha sostenido Einstein, “todos somos ignorantes, solo que en temas distintos” y en el campo específico de cada cual también hay una dosis grande de ignorancia que se intenta contrarrestar en un difícil peregrinaje en el mar de ignorancia en busca de algo de tierra fértil en que sostenernos sin llegar nunca a un puerto definitivo puesto que la navegación es permanente. Por eso me resulta tan atractivo el lema de la Royal Society de Londres: nullius in verba, es decir, no hay palabras finales.
El debate de ideas resulta imprescindible para ensanchar el conocimiento, de allí que la libertad de expresión no solo es una manifestación básica de respeto sino que el contraste de distintas ideas resulta vital para adquirir conocimientos. En esto estriba el progreso intelectual del que deriva todo progreso humano.
Antes he escrito sobre la libertad de prensa -que es la manifestación de la antedicha liberad de pensamiento- pero dado el clima amenazador que se vive en distintas latitudes, se hace necesario reiterar lo dicho. Después del derecho a la vida le sigue en importancia el derecho de propiedad una de cuyas manifestaciones centrales es precisamente la facultad de expresar las propias perspectivas y contrastarlas con otras opiniones, para lo cual se requiere un ámbito de puertas y ventanas abiertas al efecto de permitir la mayor dosis de oxígeno, sin limitaciones de ninguna naturaleza. Este es el sentido por el que los Padres Fundadores en Estados Unidos otorgaron tanta importancia a la libertad de prensa y es el motivo por el que se insertó con prioridad en la mención de los derechos de las personas en su carta constitucional, la cual, dicho sea al pasar, fue tomada como punto de referencia en la sanción de la argentina. Jefferson escribió en 1787 que “si tuviera que decidir entre un gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno, no dudaría en elegir lo último”.
Este es el sentido por el que mi distinguido amigo, el eminente constitucionalista Gregorio Badeni, sostuvo en su Tratado de libertad de prensala trascendencia de este valor fundamental para la existencia de la sociedad libre y, asimismo, el correlato con la indispensable preservación de las fuentes de información.
Esta libertad es respetada y cuidada como política de elemental higiene cívica en el contexto de una sociedad abierta, no solo por lo anteriormente expresado sino porque demanda información de todo cuanto ocurre en el seno de los gobiernos para así velar por el cumplimiento de sus funciones específicas y minimizar los riesgos de extralimitación y abuso de poder.
Resulta especialmente necesaria la indagación por parte del periodismo cuando los aparatos de la fuerza que denominamos gobierno pretenden ocultar información bajo los mantos de la “seguridad nacional” y los “secretos de Estado” alegando “traición a la patria” y esperpentos como el “desacato” o las intenciones “destituyentes”. Debido a su trascendencia y repercusión pública internacional, constituyen ejemplos de acalorados debates sobre estos asuntos los referidos a los llamados “Papeles del Pentágono” (tema tan bien tratado por Hannah Arendt) y el célebre “Caso Watergate” que terminó derribando un gobierno.
Por supuesto que nos estamos refiriendo a la plena libertad sin censura previa, lo cual no es óbice para que se asuman con todo el rigor necesario las correspondientes responsabilidades ante la Justicia por lo expresado en caso de haber lesionado derechos de terceros. Esta plena libertad incluye el debate de ideas con quienes implícita o explícitamente proponen modificar el sistema, de lo contrario se provocaría un peligroso efecto boomerang (la noción opuesta llevaría a la siguiente pregunta, por cierto inquietante ¿en qué momento se debería prohibir la difusión de las ideas comunistas de Platón, en el aula, en la plaza pública o cuando se incluye parcial o totalmente en una plataforma partidaria?). Las únicas defensas de la sociedad abierta radican en la educación y las normas que surgen del consiguiente aprendizaje y discusión de valores y principios.
Hasta aquí lo básico del tema, pero es pertinente explorar otros andariveles que ayudan a disponer de elementos de juicio más acabados y permiten exhibir un cuadro de situación algo más completo. En primer lugar, la existencia de ese adefesio que se conoce como “agencia oficial de noticias”. No resulta infrecuente que periodistas bien intencionados y mejor inspirados se quejen amargamente porque sus medios no reciben el mismo trato que los que adhieren al gobierno de turno o a los que la juegan de periodistas y son directamente megáfonos del poder del momento. Pero en verdad, el problema es aceptar esa repartición estatal en lugar de optar por su disolución, y cuando los gobiernos deban anunciar algo simplemente tercericen la respectiva publicidad. La constitución de una agencia estatal de noticias es una manifestación autoritaria a la que lamentablemente no pocos se han acostumbrado.
Es también conveniente para proteger la muy preciada libertad a la que nos venimos refiriendo, que en este campo se de por concluida la figura atrabiliaria de la concesión del espectro electromagnético y asignarlo en propiedad para abrir las posibilidades de subsiguientes ventas, puesto que son susceptibles de identificarse del mismo modo que ocurre con un terreno. De más está decir que la concesión implica que el que la otorga es el dueño y, por tanto, tiene el derecho de no renovarla a su vencimiento y otras complicaciones y amenazas a la libre expresión de las ideas que aparecen cuando se acepta que las estructuras gubernamentales se arroguen la titularidad, por lo que en mayor o menor medida siempre pende la espada de Damocles.
De la libertad de expresión se sigue la de asociación y de petición que deben minimizar las tensiones que eventualmente generen batifondos extremos y altos decibeles que afectan los derechos del vecino, lo cual en un sistema abierto se resuelve a través de fallos en competencia como mecanismo de descubrimiento del derecho y no como ingeniería legislativa y diseño arrogante.
Fenómeno parecido sucede con la pornografía y equivalentes en la vía pública que, en esta instancia del proceso de evolución cultural, hacen que no haya otro modo de resolver las disputas como no sea a través de mayorías circunstanciales. Lo que ocurre en dominios privados no es de incumbencia de los gobiernos, lo cual incluye la televisión que con los menores es responsabilidad de los padres y eventualmente de las tecnologías empleadas para bloquear programas. En la era moderna, carece de sentido tal cosa como “el horario de protección al menor” impuesto por la autoridad, ya que para hacerlo efectivo habría que bombardear satélites desde donde se trasmiten imágenes en horarios muy dispares a través del globo. Las familias no pueden ni deben delegar sus funciones en aparatos estatales como si fueran padres putativos, cosa que no excluye que las emisioras privadas de cualquier parte del mundo anuncien las limitaciones y codificadoras que estimen oportunas para seleccionar audiencias.
Otra cuestión también controversial se refiere a la financiación de las campañas políticas. En esta materia, se ha dicho y repetido que deben limitarse las entregas de fondos a candidatos y partidos puesto que esos recursos pueden apuntar a que se les “devuelva favores” por parte de los vencedores en la contienda electoral. Esto así está mal planteado, las limitaciones a esas cópulas hediondas entre ladrones de guante blanco mal llamados empresarios y el poder, deben eliminarse vía marcos institucionales civilizados que no faculten a los gobiernos a encarar actividades más allá de la protección a los derechos y el establecimiento de justicia. La referida limitación es una restricción solapada a la libertad de prensa, del mismo modo que lo sería si se restringiera la publicidad de bienes y servicios en diversos medios orales y escritos.
Afortunadamente han pasado los tiempos del Index Expurgatoris en el que papas pretendían restringir lecturas de libros y donde irrumpen en la escena comisarios que limitan o prohíben la importación de libros, dan manotazos a la producción y distribución de papel, interfieren en la cibernética o, al decir del decimonónico Richard Cobden, establecen exorbitantes “impuestos al conocimiento”. La formidable invención de la imprenta por Pi Sheng en China y más adelante la contribución extraordinaria de Gutemberg y ahora Internet, los medios digitales y las redes sociales no han sido del todo aprovechadas sino que a través de los tiempos se han interpuesto cortapisas de diverso tenor y magnitud pero en estos momentos han florecido (si esa fuera la palabra adecuada) megalómanos que arremeten con fuerza contra el periodismo independiente.
Esto ocurre debido a la presunción del conocimiento de gobernantes que sin vestigio alguno de modestia y a diferencia de lo sugerido por Einstein, se autoproclaman sabedores de todo cuanto ocurre en el planeta, y se explayan en vehementes consejos a obligados y obsecuentes escuchas en imparables verborragias.
Dados los temas controvertidos aquí brevemente expuestos -y que no pretenden agotar los vinculados a la libertad de prensa- considero que viene muy al caso reproducir una cita de la obra clásica de John Bury titulada Historia de la libertad de pensamiento: “El mundo mental del hombre corriente se compone de creencias aceptadas sin crítica y a las cuales se aferra firmemente […] Una nueva idea contradictoria respecto a las creencias que sustenta, significa la necesidad de ajustar su mente […] Las opiniones nuevas son consideradas tan peligrosas como molestas, y cualquiera que hace preguntas inconvenientes sobre el por qué y el para qué de principios aceptados, es considerado un elemento pernicioso”.
El cuarto poder tiene prelación para la preservación de la libertad respecto a los otros tres, la sociedad libre se derrumba sin este valor. También he escrito antes para rendir homenaje al periodismo independiente (un pleonasmo pero por las situaciones que atravesamos vale el énfasis) pero en esta ocasión insisto en este muy sentido tributo pues dan batalla con un coraje y una perseverancia por lo que en gran medida le debemos la supervivencia, en contraste con sujetos disfrazados de periodistas pero vendidos al espíritu cavernario del autoritarismo siempre empobrecedor moral y materialmente.
Alberto Benegas Lynch (h) es Dr. en Economía y Dr. en Ciencias de Dirección. Académico de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, fue profesor y primer rector de ESEADE durante 23 años y luego de su renuncia fue distinguido por las nuevas autoridades Profesor Emérito y Doctor Honoris Causa. Es miembro del Comité Científico de Procesos de Mercado, Revista Europea de Economía Política (Madrid). Es Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, miembro del Instituto de Metodología de las Ciencias Sociales de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, miembro del Consejo Consultivo del Institute of Economic Affairs de Londres, Académico Asociado de Cato Institute en Washington DC, miembro del Consejo Académico del Ludwig von Mises Institute en Auburn, miembro del Comité de Honor de la Fundación Bases de Rosario. Es Profesor Honorario de la Universidad del Aconcagua en Mendoza y de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en Lima, Presidente del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso y miembro del Consejo Asesor de la revista Advances in Austrian Economics de New York. Asimismo, es miembro de los Consejos Consultivos de la Fundación Federalismo y Libertad de Tucumán, del Club de la Libertad en Corrientes y de la Fundación Libre de Córdoba. Difunde sus ideas en Twitter: @ABENEGASLYNCH_h
Ambos buscaban dar cuenta de los mismos fenómenos, pero su aproximación fue radicalmente diferente, marcando así las principales dicotomías de pensamiento que aún dan identidad a Occidente. Obviamente estamos hablando de Platón y Aristóteles. Los dos pensadores fundamentales de este lado del mundo, cuyo análisis de la política, las instituciones, la ética y otros tantos tópicos de las ciencias sociales, siguen siendo la base desde la que analizamos nuestro mundo, lo sepamos o no.
En su emprendimiento intelectual, Aristóteles revalorizó desde un comienzo la importancia de la opinión de “los de a pie”, de los ciudadanos comunes, y del mismo modo, contempló y explicitó la valía de las costumbres históricas. Para el macedonio, un buen régimen de gobierno era aquél en el cual predominase la filia (el amor de los unos por los otros), pero en íntima relación con la tradición evolutiva de las propias miradas del mundo que cada pueblo tiene. Así, Aristóteles, abonaba la senda liberal que luego seguirían autores como John Locke y, más cercanamente en el tiempo, Friedrich von Hayek, entre otros.
Por el contrario, la aproximación de su maestro Platón, se fundó en el anclaje de una intelectualidad iluminada por un razonamiento superior. En La República, el ateniense propone una ciudad estado perfecta, basada en el conocimiento exacto de un rey filósofo, que guía a los distintos estamentos sociales a cumplir su función esencial y, de tal modo, se logra un orden justo y armonioso, basado en la panificación de estas mentes capaces de conocer el bien supremo y, literalmente, bajarlo a la tierra. Herederos de esta visión de la sociedad, que a su vez fueron profundamente influidos por el rechazo de Platón a la riqueza por considerarla fuente de corrupción, pueden citarse a Tomas Moro o J. J. Rousseau.
Desde este resumen esquemático, quedan plasmadas dos visiones del mundo opuestas. Una en la cual el orden social justo deviene de la planificación de “los que saben”. Y otro en el cual se da valor a las decisiones de los individuos, la adaptación evolutiva a las circunstancias y las tradiciones.
A lo largo de mi tarea como consultor, he ido descubriendo que las ideologías son más el producto de la propia experiencia concreta y del entorno en donde se desarrollan los sujetos, que el desenlace de una meditación abstracta. Las actividades profesionales, las disciplinas y las pasiones, junto con la historia cotidiana, hacen más por la conformación de paradigmas desde dónde ver el mundo que los libros, las disertaciones o clases de teoría. Y sin lugar a dudas, dentro de estas actividades, el deporte es una muy importante, tal como lo supieron decir los clásicos, miles de años atrás.
Existen actividades deportivas en las cuales la planificación exhaustiva y el estudio de las condiciones del oponente resultan fundamentales. El básquet, el hockey y nuestro fútbol, sin ir más lejos, responden muchas veces a esta cosmovisión. En otros, el entrenamiento previo y la adquisición de competencias, se combina luego con la capacidad de desarrollar la virtud de la prudencia para saber ejercer esas habilidades adaptándose a las condiciones inesperadas del ambiente. El yachting y el surf, entre otros, son ejemplos de estos últimos; actividades, según nuestra argumentación anterior, casi “aristotélicas”.
En las últimas semanas, muchos argentinos se han visto deslumbrados por la capacidad y el discurso del recientemente electo presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou. Sus decisiones al momento de enfrentar la pandemia de Covid-19, se basaron, según sus propios dichos, en la confianza en la ciudadanía uruguaya y en el respeto de las libertades individuales. Al mismo tiempo, al centrar su mirada en el desarrollo futuro del vecino país, también su foco está puesto en el respeto de dichas libertades, en la generación de políticas de desregulación y baja de impuestos para atraer inversiones, y en el sostenimiento de un entramado institucional republicano, que ya resulta una tradición, tan uruguaya como el mate.
Hace unas semanas atrás, Lacalle Pou se tomó un tiempo para retomar su pasión. Al salir del agua, supo responder a los periodistas: “Soy un surfista devenido en político”.
Podríamos agregar nosotros: y por el momento, se nota.
Mauricio Alejandro Vázquez es Título de Honor en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires, Magister en Ciencias del Estado por la Universidad del CEMA, Magister en Políticas Publicas por la Universidad Torcuato Di Tella y coach certificado por la International Coach Federation. Ha trabajado en la transformación de organismos públicos y empresas. Actualmente es docente de Teoría Política, Ética, Comunicación, Metodología y administración en UADE y de Políticas Públicas en Maestría de ESEADE. También es conferencista y columnista en medios como Ámbito Financiero, Infoabe, La Prensa, entre otros.Síguelo en @triunfalibertad
1. Encíclica Humani generis, sobre los fundamentos filosóficos y teológicos del Catolicismo, 12 de Agosto de 1950.
2. Encíclica Sumi pontificatus, sobre la dignidad humana, los derechos de la persona y la inmoralidad del estado totalitario. 1939.
3. Con sempre, sobre los ordenamientos jurídicos justos, 1942.
4. Benignitas et humanitas, sobre las condiciones de una sana democracia. 1944.
5. Discurso del 9 de Octubre de 1958, sobre la laicidad del Estado.
6. Discurso del 17 de Febrero de 1950, sobre la prensa católica, la opinión pública y la libertad de prensa.
7. Discurso del 6 de Diciembre de 1953, sobre la tolerancia religiosa.
8. Discurso del 2 de Octubre de 1945, sobre la democracia y las teorías escolásticas del origen del poder.
Todo en www.vatican.va (hurry up antes de que los borren……)
Gabriel J. Zanotti es Profesor y Licenciado en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), Doctor en Filosofía, Universidad Católica Argentina (UCA). Es Profesor titular, de Epistemología de la Comunicación Social en la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor de la Escuela de Post-grado de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor co-titular del seminario de epistemología en el doctorado en Administración del CEMA. Director Académico del Instituto Acton Argentina. Profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Fue profesor Titular de Metodología de las Ciencias Sociales en el Master en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE, y miembro de su departamento de investigación. Publica como @gabrielmises
«… es preciso referir el impuesto como contribución a una cuota, porque es el único medio de satisfacer las exigencias de igualdad y de «justicia inseparable hoy del mismo. Lo contrario implicaría persistir en los antiguos tributos y capitaciones personales aplicados con absoluta arbitrariedad. Es preciso sentar, agrega el autor argentino, el principio de la coerción que le es inherente, así como su establecimiento mediante una ley y su satisfacción en moneda emergente del régimen de economía monetaria, todo lo cual conduce a aceptar la siguiente definición: El impuesto es la cuota parte que el Estado coercitivamente exige, en moneda, de los contribuyentes, en virtud de una ley, para llenar las finalidades que le son propias»».[1]
Tenemos aquí una definición bastante aceptable del impuesto que incluye el aspecto coercitivo que le es inherente como correctamente dice la cita. Con todo, se sigue hablando del «estado» en lugar del gobierno, y el otro error es insistir con el tema de las supuestas «finalidades que le son propias». Estos dos últimos aspectos por lo ya dicho: si el «estado» no existe no puede tener «finalidades». Estas son humanas exclusivamente. Tampoco «necesidades» (por análogos motivos). Con el tema de la «cuota parte» parece quererse minimizar el impacto negativo que el impuesto tiene sobre el objeto gravado y, en último grado, reforzar la falacia de su «necesidad».
Pero, no basta hablar de «cuota parte» simplemente para tenernos por convencidos de lo anterior sino explicitar si esa cuota parte es fija o progresiva que es lo que verdaderamente interesa. Y si fuera fija que sea lo suficientemente pequeña para que no impacte demasiado negativamente en el patrimonio de expoliado. Lo concreto -al día de hoy- es que los estatistas son entusiastas partidarios del impuesto progresivo, y la tendencia es aplicarlo a todos y a todo, y no solo a las ganancias. Es el impuesto que a los políticos en ejercicio del poder y a sus burócratas más ganancias les otorgan.
Va de suyo que no existe tampoco -a la fecha- ninguna «igualdad», ni «justicia» en el impuesto. «Justo» no es, porque constituye una expoliación; «igualitario» tampoco, porque no todas las personas son gravadas por igual y por el régimen de exenciones a determinados tributos que, generalmente, siguen y obedecen a favoritismos políticos, partidarios, clientelistas, electorales, personalistas, etc. En muchos casos, los regímenes impositivos (como el argentino) siguen sutilmente al de las capitaciones, que no pueden sino ser arbitrarias. Por eso, insistimos que, no ha habido «evolución» en el sistema fiscal, salvo en aspectos puramente formales (refinamiento legal, etc.)
«Por último, Nitti expone: «El impuesto… no es otra cosa que una extracción de riqueza efectuada por el Estado, o los poderes locales, de los recursos individuales de los componentes de cada sociedad, para poder proveer a las necesidades públicas».»[2]
Esta definición contiene el elemento compulsivo en la palabra extracción con lo que acerca más a la realidad que a las que quieren presentar al impuesto como una retribución o algo parecido a esta. Pero padece de las mismas inexactitudes que las ya enunciadas en cuanto a que supone la existencia de un «estado». Es más realista, en cuanto a que no habla de la «sociedad» en abstracto, sino que se refiere a «los recursos individuales de los componentes de cada sociedad» reconociendo en cierta manera que la sociedad no es más que la suma de los individuos que la componen con una finalidad, pero falla como las anteriores en cuanto a que cree en la existencia de «necesidades públicas», con lo que tampoco podemos aceptarla como completa.
«Como es fácil advertir, cada autor pone en la definición los elementos que a su juicio configuran mejor su punto de vista acerca del impuesto, siendo algunas totalmente artificiosas, otras pecan porque contienen lo definido en su propia definición; otros, en fin, porque son parciales, así como lo es su propio enfoque de la materia. En definitiva, cabe sentenciar que las necesidades y las modalidades múltiples que caracterizan al impuesto en nuestros tiempos, hace que sea prácticamente imposible dar una cabal y comprensiva definición, involucrando los múltiples aspectos y finalidades que compromete.»[3]
Acierta la cita en cuanto a que cada definidor acomoda su definición a sus propios criterios personales. De alguna manera no podría ser de otra forma, por cuanto todos estamos impregnados de ideas preconcebidas acerca de prácticamente todo, y la objetividad pura en dicho sentido es difícil o imposible. Ciertamente la pretensión de tener incorporados todos los elementos existentes en el concepto de cualquier cosa no parece un tanto realista. Nosotros somos pasibles también de esta misma observación: cuando definimos lo hacemos de acuerdo a lo que creemos lo más importante y característico del objeto a definir, al tiempo que reconocemos que no está en nuestras manos dar un concepto totalizador y definitivo de nada, porque el conocimiento humano, en suma, es un proceso evolutivo y nadie tiene la última palabra de nada al respecto, excepto Dios.
Pero tampoco es cuestión de complicar demasiado las cosas, y el impuesto y su concepto no es tarea compleja de definir, teniendo en cuenta que cada definidor tomará los elementos que considera más relevantes y dejará de lado los que no. Incluso se le puede dar a los mismos componentes una diferente valoración, y eso es lo que ocurre en la definición del impuesto. Por ejemplo, algunos autores consideran el factor coactivo como algo bueno y positivo. Para otros como «necesario» aunque no bueno, ni positivo. Para nosotros, en cambio, es un elemento que, si bien forma necesariamente parte del impuesto, constituye -en sí mismo- una aberración y una violación de derechos. Aun cuando todos los autores coincidieran en el uso de los mismos términos para definir cierto concepto, será muy difícil saber qué sentido le dan a cada uno de esos vocablos y -sobre todo- cómo los valoran (si positiva o negativamente).
[1] Mateo Goldstein. Voz «IMPUESTOS» en Enciclopedia Jurídica OMEBA, TOMO 15 letra I Grupo 05.
Gabriel Boragina es Abogado. Master en Economía y Administración de Empresas de ESEADE. Fue miembro titular del Departamento de Política Económica de ESEADE. Ex Secretario general de la ASEDE (Asociación de Egresados ESEADE) Autor de numerosos libros y colaborador en diversos medios del país y del extranjero. Síguelo en @GBoragina
Wall Street parece inestable, al fin en fase de corrección del movimiento alcista que se inició en los mínimos de marzo. La volatilidad que mide el índice VIX de la Bolsa de Chicago, ligado al S&P 500, en la semana sube un 2,7%. La incertidumbre en torno a las elecciones continúa al alza como se ve en los futuros del VIX:
Gráfico de Bloomberg
La sesión del viernes terminó en positivo, pero no la semana. En las últimas cinco ruedas, el Dow Jones cae un 1,75% (cuarta semana consecutiva de descensos), el S&P 500 el 0,65% (también la cuarta en negativo) y el Nasdaq 100 logra quedarse en positivo 1,96%, rompiendo la racha negativa de las tres semanas anteriores. El Nasdaq 100 gana un 27,69% en el año; el S&P 500 un 2,09%, y el Dow Jones pierde 4,78%.
Por cierto, peor le fue a Europa:
Gráfico de Bloomberg.
En cuanto a la venta masiva de las acciones de Tesla (NASDAQ:TSLA) no resulta sorprendente ya que han tenido ciclos de auge y desplome muchas veces. En el último movimiento a la baja, perdieron casi una cuarta parte de su valor desde los máximos históricos el 31 de agosto, pero, aun así, siguen acumulando ganancias de un 356% en términos anuales lo que la convierte en la mayor ganadora entre las empresas tecnológicas de gran capitalización.
Tesla Daily
Es que el reciente “Battery Day” desilusionó y desencadenó una caída aproximada del 11% del valor de las acciones el martes. Antes, Musk había ganado credibilidad tras la apertura de una giga fábrica en China, en tiempo récord, y registrar cuatro trimestres consecutivos de ganancias. Desde 2018, ha habido dos oleadas de ventas, cada una de las cuales zarandeó a los inversores, ya que las acciones cayeron alrededor de un 50% cada vez. Y algunos analistas creen que los inversores deben prepararse para un movimiento similar si continúa el actual bajón.
Los futuros del Brent bajan a la zona de 41,9 dólares por barril quedando la caída semanal en el entorno del 2,8%. Los del West Texas retroceden hasta la zona de los 40,2 dólares por barril, y pierden un 2% en la semana. Todo esto debido al aumento de las represiones, sobre los mercados y las personas, por parte de los Estados con la excusa de la “pandemia”.
Las criptos bajaron todas en la semana (incluso con el repunte de los últimos dos días) siendo el Bitcoin el menos afectado y Ethereum el más golpeado:
Gráfico de Bloomberg
Como todos los commodities (que caen -26.8% anual) la plata tuvo esta semana la peor desde septiembre de 2011, en medio de un dólar fortalecido. Pero la última vez que la plata vio tal caída luego el rebote fue muy superior:
Grtafico de Bloomberg
El oro ha superado a la plata durante 5 de los últimos 6 días:
Gráfico de Bloomberg
El euro cae un 1,8% semanal pero todavía se aprecia un 3,7% sobre el billete norteamericano en lo que va de año. Y los indicios de una nueva caída de la moneda comunitaria se están acumulando:
EUR/USD Daily
Los bonos del Tesoro han subido 6,6% anual, los Investment Grade (IG) 5,9%, mientras que el S&P500 sube 11% y las acciones globales caen -0.7%, y el dólar baja -2.1%.
Conclusión hay que volver a mantenerse líquido en dólares, de momento, comprar el siempre refugio de valor a largo plazo por excelencia el oro, aun habiendo experimentado su peor semana desde marzo cayendo un 4,7% quedando barato, pero ganado anualmente 22,2%. Y, para los ultraconservadores, comprar Treasuries que, aunque están caros, probablemente se mantengan y no pierdan valor lo que es mucho pedir hoy día.
A ver, la Fed claramente infló la burbuja con tasas bajas y “regalando” dinero en cantidades récord. Entre muchos, un indicio interesante es que los individuos se encontraron con dinero sobrante y los invirtieron en la bolsa. E * Trade Financial Corp., TD Ameritrade Holding Corp. y Charles Schwab Corp. registraron registros récord de nuevos clientes en los tres meses que terminaron en marzo, y el crecimiento continuó a partir de entonces, y todos cotizaron más que nunca en el segundo trimestre. Robinhood dijo en mayo que se agregaron 3 millones de nuevas cuentas en 2020, y la mitad de los nuevos clientes fueron inversores primerizos.
Y ahora, entonces, se fortalece el dólar -respecto de las otras monedas dada la inestabilidad global- entre otras cosas porque la Fed está poniendo algo de freno a esta multiplicación récord de billetes. Hace dos semanas, cuando publicó su último desglose mensual de las compras de la SMCCF (“Facilidad de Crédito Corporativo del Mercado Secundario”), mostró sorprendentemente que, en agosto, la Fed había comprado pocos bonos corporativos y ningún ETF dedicado. En las siguientes dos semanas, se vio una fuerte caída en los activos de riesgo y el Nasdaq se deslizó hacia una corrección del 10%, junto con una modesta caída en el sector de bonos corporativos:
El dólar subió (5to día más alto en los últimos 6 alza) y tuvo a su mejor semana desde marzo:
Gráfico de Bloomberg
El siguiente gráfico, con una reversión del índice dólar superpuesto con el S&P 500, muestra lo estrechamente que se han seguido -inversamente- el uno al otro desde los mínimos de marzo:
Gráfico de TradingView
Entretanto el rendimiento de los bonos del Tesoro continúa bajando -a medida que sube el precio- sobre todo los de largo plazo:
Source: Bloomberg
Y el rendimiento real, descontada la inflación, de los bonos -que está en negativo- sube a medida que baja el oro mostrando que se compraron bonos y se vendió oro.
Source: Bloomberg
Exit Argentina now
Entretanto en Argentina las cosas van cada vez peor, con un Estado cada vez más grande y represor. Es increíble que todavía los seres humanos no podamos comprender que con la violencia -la represión- solo se puede destruir. De manera que ni vale la pena hablar. Solo mostraré unos gráficos para, otra vez, mostrar lo mal que va todo.
En este gráfico puede verse cómo el S&P Merval medido en dólares CCL cayó un 30% desde el reciente canje, dada la caída del 11% en pesos a lo que hay que sumarle la depreciación del peso (“suba del dólar”) del 17%. Y en el siguiente cuadro, se muestra el drenaje constante, a pesar de los fuertes impedimentos en la teoría y en la práctica, de los depósitos y el aumento de las compras de dólares y aunque el sistema está solvente (solo el 35% de los depósitos están prestados) dado que, irónicamente, nadie quiere endeudarse en moneda dura porque nadie sabe cómo sigue el futuro dada la imprevisibilidad y falta de seguridad en Argentina.
Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Asesor Senior de The Cedar Portfolio, Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE. Síguelo como @alextagliavini
La experiencia mundial muestra con claridad que los incentivos y libertades generan más y mejor impacto económico positivo que el exceso de regulaciones y obstáculos a la creatividad y mérito
Los controles de precios desalientan la inversión y la creación de puestos de trabajo
En mi libro “Por un País más Justo y Floreciente”, presentado por Ricardo Arriazu y Ricardo López Murphy, explico que los niveles de ingreso promedio de cada país varían según los vallados artificiales impuestos a sus residentes por influyentes poderosos y gobiernos. Tales trabas u obstáculos entorpecen aplicar los conocimientos, habilidades y esfuerzos que decidirían los individuos en libertad. Descubre que, a menores obstáculos regulatorios más inteligencia y habilidades lograrían aplicar en los quehaceres diferentes de cada uno.
Los conocimientos generales están suficientemente difundidos, obtenibles para todos los que los necesiten e investiguen. Pero gobiernos y poderes encontrados impiden a sus súbditos aplicarlos. Por ese medio, dificultando, impidiendo, a unos, conceden patrimonios, riquezas, a determinados privilegiados, empobreciendo mucho más al conjunto.
La redistribución forzada, impuesta, de propiedades, ingresos, comprime la riqueza de las naciones. Dividiendo un campo, empresa, en potreros, reparticiones, diferentes de las naturales, de las más lógicas, cualquier producción se contraerá.Fuente:FMI WEO
El gráfico relaciona los ingresos promedio por habitante, de cada país, ordenados de los menores a mayores, con la población mundial acumulada hasta el mismo país. Los ingresos están medidos en dólares corrientes, la población en millones de habitantes, al inicio de 2020, antes de la pandemia
Al inicio de 2020, antes de la pandemia, los ingresos promedio nacionales variaban entre 250 y 9.000 dólares por habitante por año. Los residentes de los países más pobres son los que sufren mayores trabas artificiales, redundantes. En amplio contraste, los países más prósperos son los que imponen obstáculos menores y son más libres. La libertad de vallados redundantes hace a la prosperidad, seguridad y bienestar de las personas.
Otro hallazgo: cuánto menores son las trabas innecesarias, más parejas, justas, resultan las reglas que guían las actividades para todos los residentes a lo largo de los tiempos. De modo que regulaciones justas no son las que prefieren o desean algunos grupos, individuos, en determinado momento. Si no la resultante de acuerdos, consensos generales, prolongados, a lo largo de los años y personas. De ese hallazgo se deriva el título de la obra de maras.
¿Porqué reglas parejas, mínimas necesarias y suficientes?
La humanidad prospera gracias a los intercambios. Sin ellos, todos serían pobrísimos. Las habilidades naturales son toscas, extremadamente insuficientes. El proceso de competir con las mismas reglas expande las habilidades individuales tanto como consigan desarrollar confianzas, créditos y comerciar, negociar.
Pero cuidado, las mismas reglas significa las aplicadas verdaderamente en todos los intercambios de derechos efectivos. Cuando delincuentes se quedan con propiedades ajenas significa reglas diferentes, acomodadas según el caso. Unas, las transacciones voluntarias; otras las violaciones de derechos. De hecho, redistribuciones de propiedades empobrecedoras.Al tolerar la usurpación de tierras, las propiedades pasarían de quien más las valoran a quienes las valoran bastante menos, tanto que no logran pagar el precio aceptable a su poseedor propietario (Franco Fafasuli)
Al tolerar esos hechos, las propiedades pasarían de quien más las valoran a quienes las valoran bastante menos, tanto que no logran pagar el precio aceptable a su poseedor propietario. Una brutal destrucción de valor y satisfacciones. En la práctica, la sanción de derechos individuales desiguales, según agrade al poder de ese momento. Lo contrario al ideal de la igualdad de derechos, prevaleciente en el mundo avanzado. Incertidumbre contraria al conocimiento. Desmontar el motor del progreso de la Humanidad.
Las comunidades que toleran, sufren, estas transferencias abusivas, violentadas, se desordenan y pierden habilidades valoradas por el conjunto. Todo el entramado de seguridad, justicia, está en falta. En parte, confundido, corrompido por ideologías conflictivas, empobrecedoras. ¡La ignorancia es demasiado costosa!
Violaciones similares ocurren cuando los Estados, gobiernos, grupos poderosos, exigen pagos, impuestos, superiores a las valuaciones de los servicios que prestan a los contribuyentes. Pérdidas de patrimonios, ingresos. Los individuos comparan y pueden emigrar capitales y esfuerzos hacia regiones más atractivas.
La Argentina, a partir de la Constitución de 1853/60, pasó de ser un lugar inhóspito, en guerras internas, deshabitado, a convertirse en una de las naciones más ricas del planeta. No obstante, se fue apartando de sus principios, debilitando los derechos de propiedad e individuales.
En los últimos 40 años se perdió más de la mitad de los ingresos, en dólares corrientes de valor actualizado. Transformando a la Argentina en un país pobre, con ingresos 25% inferiores al promedio mundial, en dólares corrientes, al inicio de 2020. Peor, en lo que va del año, cayó mucho más, con imposiciones de vallados, entorpecimientos inusuales entre las naciones del planeta. Prohibiciones, cepos, normas y precios desiguales, cerramientos de actividades diversas, alteraciones de procedimientos, protocolos, redistribuciones desbordadas.https://e.infogram.com/b3570eea-8c8e-48ec-8954-42b10203cfb9?src=embed
Derivaciones de miradas sesgadas, una cuarentena y restricciones mucho más agobiantes que las de otras naciones. Niños sin escuelas, clientes, pacientes sin atención debida, aviones que no vuelan, pasajeros sin salida. Empresas cercadas. Agentes que cobran sin trabajar; otros desesperados por encontrar trabajos remunerados, pero no los consiguen. Emisiones monetarias para preferidos, negadas para el resto. Ante los conflictos, la respuesta de autoridades pareciera ser la misma: Prohibir, entorpecer, actividades usualmente lícitas.
El progreso consiste en superar los conflictos, los desencuentros, encontrando, descubriendo ventajas, beneficios, compartidos. Si los funcionarios no pueden, debieran permitir a los privados hacerlo.
Las naciones avanzan en tanto están más libres de vallados, obstáculos redundantes. Se capitalizan incorporando conocimientos, inversiones, infraestructuras, notables porque los consensos son amplios, estables, incluyendo a la gran mayoría de las personas, con regulaciones invariables a lo largo de los individuos y tiempos.
En cambio, las sociedades enfrentadas por facciones en pugna no logran progresar, capitalizarse; sus conflictos les impiden contratar por períodos prolongados, incluyendo a gran número de personas. Consecuencias de la incertidumbre, reglas inconstantes.
Enrique Blasco Garma es Ph.D (cand) y MA in Economics University of Chicago. Licenciado en Economia, Universidad de Buenos Aires. Fue Economista del Centro de Investigaciones Institucionales y de Mercado de Argentina CIIMA/ESEADE. Profesor visitante a cargo del curso Sist. y Org. Financieros Internacionales, en la Maestria de Economia y C. Politicas, ESEADE.
Alberto Benegas Lynch (h) comenta las controversiales expresiones del Papa Francisco, en las cuales parece alinearse con políticas estatistas y señalar a la economía de mercado como la culpable de la pobreza en el mundo.
Es muy nutrida la bibliografía que apunta a las apreciaciones distintas y consecuentes intercambios de ideas principalmente entre Pablo de Tarso y Santiago El Mayor respecto a interpretaciones disímiles de temas teológicos y sobre la idea de pobreza.
Aunque como queda dicho hay mucho escrito sobre este tema, tal vez la bibliografía contemporánea más jugosa y objetiva en la materia sea la de Alberto G. Salceda en su libro Bar-Nasha, especialmente el cuarto capítulo titulado “Los esenios y la iglesia primitiva” (México D.F., Costa-Amic Editor, 1969) y la obra de Francisco Pérez de AntónEl gato en la sacristía, en especial el tercer capítulo titulado “El mito de Jerusalén o la nostalgia de una herejía” (Madrid, Taurus, 2002/2003).
No voy a entrar en todos los extensos vericuetos de esta tensión entre dos concepciones distintas para lo cual remito a los libros mencionados que a su vez citan a muchos otros. En esta nota periodística me limito a ilustrar muy brevemente sobre la tensión en torno al concepto de pobreza y colaterales a través de pasajes del Nuevo Testamento que he seleccionado al efecto y luego haré alguna mención a unos pocos aspectos de la denominada Doctrina Social de la Iglesia.
Por un lado, el mensaje central de Santiago en cuanto a que “Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad alaridos por las desgracias que están para caer sobre vosotros”. (Epístola de Santiago, 5: 1). Más aun, la línea de Santiago expone la receta en cuanto a que “Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno” (Los Hechos de los Apóstoles, 2:44/45). Esto en la ciencia moderna se denomina “la tragedia de los comunes”, es decir, lo que es de todos no es de nadie y los incentivos operan en dirección a la debacle. Y esto es precisamente lo que ocurrió en la iglesia primitiva paupérrima y como una carga insoportable para la Iglesia madre, de allí el mensaje contundente de Pablo en cuanto a que “día y noche con fatiga y cansancio trabajamos para no ser una carga a ninguno de vosotros […] Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Porque nos hemos enterado que hay entre vosotros algunos que viven desconcertados, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A estos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan” (Segunda Epístola a los Tesalonicences, 3: 8/10, 11 y 12).
Sin la pretensión de una recopilación exhaustiva, a titulo de ejemplo a continuación hemos seleccionado pasajes de la tendencia inaugurada por Pablo que fue la que predominó, especialmente a partir de Constantino, aunque la Iglesia posconciliar a partir de Juan XXIII, Pablo VI, Medellín. Puebla, el tercermundismo, los desvíos de la llamada “teología de la liberación” y más notoriamente a partir de Francisco ha vuelto en gran medida a la línea de Santiago que acabamos de resumir a través de un par de pasajes bíblicos.
A contracorriente y en concordancia con los dos Mandamientos de no robar y no codiciar los bienes ajenos que hacen referencia a la trascendencia de la propiedad privada, en Deuteronomio (viii-18) “acuérdate que Yahveh tu Dios, es quien te da fuerza para que te proveas de riqueza”. En 1 Timoteo (v-8) “si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe”. En Mateo (v-3) “bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos” fustigando al que anteponga lo material al amor a Dios (amor a la Perfección), en otras palabras al que “no es rico a los ojos de Dios” (Lucas xii-21), lo cual aclara la Enciclopedia de la Biblia (con la dirección técnica de R. P. Sebastián Bartina y R. P. Alejandro Díaz Macho bajo la supervisión del Arzobispo de Barcelona): “fuerzan a interpretar las bienaventuranzas de los pobres de espíritu, en sentido moral de renuncia y desprendimiento” y que “ la clara fórmula de Mateo —bienaventurados los pobres de espíritu— da a entender que ricos o pobres, lo que han de hacer es despojarse interiormente de toda riqueza” (tomo vi, págs. 240/241). En Proverbios (11-18) “quien confía en su riqueza, ese caerá”. En Salmos (62-11) “a las riquezas, cuando aumenten, no apeguéis el corazón”. Este es también el sentido de la parábola del joven rico (Marcos x, 24-25) ya que “nadie puede servir a dos señores” (Mateo vi-24) y en la parábola del viñatero se concluye “¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero?” (Mateo, xx: 15).
En cuanto a los textos papales, aunque en no pocas ocasiones ambivalentes y contradictorios es de interés destacar a León XIII en Rerum Novarum en el siguiente pasaje: “Quede, pues, sentado que cuando se busca el modo de aliviar a los pueblos, lo que principalmente, y como fundamento de todo se ha de tener es esto: que se ha de guardar intacta la propiedad privada. Sea, pues, el primer principio y como base de todo que no hay más remedio que acomodarse a la condición humana; que en la sociedad civil no pueden todos ser iguales, los altos y los bajos. Afánense en verdad, los socialistas; pero vano es este afán, y contra la naturaleza misma de las cosas. Porque ha puesto en los hombres la naturaleza misma grandísimas y muchísimas desigualdades. No son iguales los talentos de todos, ni igual el ingenio, ni la salud ni la fuerza; y a la necesaria desigualdad de estas cosas le sigue espontáneamente la desigualdad en la fortuna, lo cual es por cierto conveniente a la utilidad, así de los particulares como de la comunidad; porque necesitan para su gobierno la vida común de facultades diversas y oficios diversos; y lo que a ejercitar otros oficios diversos principalmente mueve a los hombres, es la diversidad de la fortuna de cada uno”.
Por su parte Pio IX ha señalado en Quadragesimo Anno que “Socialismo religioso y socialismo cristiano son términos contradictorios; nadie puede al mismo tiempo ser buen católico y socialista verdadero” y Juan Pablo II –el Papa de los pedidos de perdones por mayúsculas barrabasadas oficiales en la Iglesia y el formidable ecumenismo– ha puesto de manifiesto en Centesimus Annus que “Cuando una empresa da beneficios significa que los factores productivos han sido utilizados adecuadamente y que las correspondientes necesidades humanas han sido satisfechas debidamente” y que “¿se puede decir quizá que, después del fracaso del comunismo, el sistema vencedor sea el capitalismo, y que hacia él estén dirigidos los esfuerzos de los países que tratan de reconstruir su economía y su sociedad? ¿Es quizá éste el modelo que es necesario proponer a los países del Tercer Mundo, que buscan la vía del verdadero progreso económico y civil? La respuesta obviamente es compleja. Si por ´capitalismo´ se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de ´economía de empresa´, ´economía de mercado´, o simplemente de ´economía libre´.”
El Papa Francisco, sin perjuicio de sus alabanzas a sujetos con conductas muy poco recomendables y sus reiteradas declaraciones en Cuba, Bolivia, Paraguay, Chile y en el Vaticano sobre lo males del capitalismo y las virtudes del intervecionismo de los aparatos estatales en las vidas y haciendas del prójimo, nos referiremos muy brevemente al segundo capítulo de Evangelii Gaudiumsolo como un ejemplo de su posición. En momentos de escribir estas líneas, la última declaración de Francisco respecto al tema que ahora comentamos alude a que “los alimentos no pueden estar sujetos a la propiedad privada”, sin percatarse que si no fuera así las hambrunas serían colosales como es lo que ocurre en los países que adoptan esas recetas lamentables que precisamente generan las penosas fugas de esos lugares, refugiados que el propio Papa no parece comprender que son causados por los estatismos reinantes por lo que la gente huye a los países que el Papa critica sus supuestos regímenes libres.
Como hemos consignado, el aspecto medular del documento se encuentra en el segundo capitulo. Para darnos una idea del espíritu que prima, se hace necesario comenzar con una cita del Papa algo extensa para que el lector compruebe lo dicho en palabras del texto oficial.
“Así como el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir ‘no a una economía de la exclusión y la inequidad’. Esa economía mata. […] Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida.
En este contexto, algunos todavía defienden las teorías del ‘derrame’, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe. La cultura del bienestar nos anestesia y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado, mientras todas esas vidas truncadas por falta de posibilidades nos parecen un mero espectáculo que de ninguna manera nos altera”.
En verdad, las reflexiones del Papa resultan sorprendentes debido a las inexactitudes que contienen. En primer lugar y antes que nada, debe precisarse que el mundo está muy lejos de vivir sistemas de competencia y mercados abiertos sino que en menor o mayor medida ha adoptado las recetas del estatismo más extremo en cuyo contexto el Leviatán es cada vez más adiposo y cada vez atropella con mayor vehemencia los derechos de las personas a través de múltiples regulaciones absurdas, gastos y deudas públicas colosales, impuestos insoportables e interferencias gubernamentales cada vez más agresivas, todo lo cual no es siquiera mencionado por el Papa en su documento.
Sin embargo, la emprende contra la competencia y los mercados libres que dice “matan” como consecuencia de la supervivencia de los más aptos, sin percatarse que los que mayores riquezas acumulan hoy, en gran medida no son los empresarios más eficientes para atender las demandas de su prójimo sino, en general, son los profesionales del lobby que, aliados al poder político, explotan miserablemente a los más necesitados. También omite decir que la desocupación es una consecuencia inevitable de legislaciones que demagógicamente pretenden salarios superiores a los que las tasas de capitalización permiten como si se pudiera hacer ricos por decreto. Tasas que desafortunadamente son combatidas por las políticas gubernamentales que prevalecen. Dichas tasas constituyen la única causa de la elevación en el nivel de vida de la gente. Si no somos racistas y nos damos cuenta que las causas no residen en el clima imperante ni en los recursos naturales (recordemos que África es el continente que exhibe la mayor dosis y que Japón es un cascote donde solo el veinte por ciento es habitable), podremos concluir que dichas tasas permiten incrementar salarios e ingresos en términos reales.
Si un pintor de brocha gorda de Angola se muda a Canadá percibirá un aumento en sus ingresos cuatro veces superior al que venía obteniendo. No es que el canadiense sea más generoso que el angolés, es que está obligado a abonar esos salarios debido a las tasas de inversión en su país. Es por ello que en lugares donde las aludidas tasas son elevadas, en general no existe tal cosa como “servicio doméstico”. No es que el ama de casa estadounidense no le gustaría contar con ese servicio, es que, salvo contadas excepciones, no lo pueden afrontar.
Llama la atención que el Papa caiga en la fantasía del “derrame” como algo peyorativo: que los pobres se alimentan con las migajas que caen de la mesa de los ricos, en lugar de comprender el proceso en paralelo que tiene lugar debido a las antedichas tasas de capitalización. Llama también la atención que el Papa se refiera a la compasión del modo en que lo hace, puesto que, precisamente, aquella contradicción en términos denominada “Estado Benefactor” no solo ha arruinado especialmente a los más necesitados y provocado la consecuente y creciente exclusión, sino que se ha degradado la noción de caridad que, como es sabido, remite a la entrega voluntaria de recursos propios y no el recurrir a la tercera persona del plural para echar mano compulsivamente al fruto del trabajo ajeno.
En resumen, los valores y principios de una sociedad abierta no matan, lo que aniquila es el estatismo de hace ya mucho tiempo. Es importante citar el Mandamiento de “no matar”, pero como hemos referido más arriba, debe también recordarse los que se refieren a “no robar” y “no codiciar los bienes ajenos”. En este sentido, estimo de una peligrosidad inusual el consejo papal basado en una cita de San Juan Crisóstomo cuando escribe el Papa: “animo a los expertos financieros y a los gobernantes de los países a considerar las palabras de un sabio de la antigüedad: ‘No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos’”.
¿Ese es el consejo agresivo al derecho de propiedad que el actual Pontífice les tramite a los líderes políticos del momento? ¿No es suficiente el descalabro que vive el mundo por desconocer los valores de la libertad? ¿Está invitando a que se usurpen las riquezas del Vaticano o solo se refiere a las de quienes están fuera de sus muros y la han adquirido lícitamente?
A continuación el Papa escribe que “Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia. Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión. […] Esto no sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto en su raíz”.
Debe precisarse, por un lado, que en una sociedad libre la desigualdad de rentas y patrimonios es inexorable consecuencia de las compras y abstenciones de comprar que lleva a cabo la gente en los supermercados y equivalentes en la medida que considere lo satisface o no el empresario en cuestión. El comerciante que acierta obtiene beneficios y el que yerra incurre en quebrantos. Por otra parte, las desigualdades fruto del privilegio significan un asalto al fruto del trabajo ajeno por parte de ladrones de guante blanco a través de bailouts y otros fraudes con el apoyo de instituciones nefastas como el FMI, del mismo modo que ocurre con los gobernantes que roban al contribuyente para abrir cuentas numeradas en países más civilizados al efecto de poder salvar su patrimonio mal habido que surge de las políticas irresponsables que ellos mismos ejecutan.
Pero lo que resulta más preocupante es que, puesto todo en contexto, el Papa parece estar insinuando una justificación a la violencia como reacción a lo que estima es el sistema competitivo, de mercados abiertos y del respeto a los derechos de propiedad.
También es pertinente apuntar que la llamada “igualdad de oportunidades” es incompatible con la igualdad ante la ley. Si un jugador de tennis mediocre jugara con un profesional y se pretende otorgarle al primero igualdad de oportunidades, habrá que, por ejemplo, maniatar al segundo con lo que se lesionaría su derecho. La cuestión es que todos mejoren sus oportunidades pero no igualarlas desde que cada uno es diferente, único e irrepetible. La igualdad es ante la ley, no mediante ella.
En definitiva, la sana preocupación por la pobreza no se resuelve intensificando las recetas estatistas y socializantes sino en aconsejar el establecimiento de marcos institucionales por el que se respeten los derechos de todos. Si se hiciera la alabanza de la pobreza material y no la evangélica referida al espíritu, la beneficencia quedaría excluida puesto que con ello se mejora la condición del receptor. Y si se dice que la Iglesia es de los pobres, debería dedicarse a los ricos puesto que los pobres estarían salvados. Además, todos somos ricos o pobres según con quien nos comparemos. Desde luego que repugna y alarma sobremanera el observar la miseria en la que muchos viven, pero es urgente comprender que esa situación es consecuencia de los permanentes ataques al progreso que infringen los gobiernos que, en lugar de limitarse a garantizar derechos destruyen las posibilidades de elevar la condición de tanta gente herida en su dignidad a través de inflaciones monetarias, presiones fiscales inauditas y tremendos bloqueos a los arreglos contractuales pacíficos que no lesionan derechos de terceros. En la medida en que esas políticas empobrecedoras no han tenido lugar, en esa media es que se ha permitido mejorar la situación de miseria en cuanto a la producción de alimentos, de medicamentos, de educación, de vivienda y tantas otras manifestaciones de progreso que sacaron a nuestros ancestros de la condición original de las cavernas y la miseria que no se logra por arte de magia sino con trabajo, ahorro y perseverancia en el sistema de la libertad que incentiva la creatividad y el respeto al prójimo.
Por último, en esta nota es de interés tener presente lo estipulado por la Comisión Teológica Internacional de la Santa Sede que consignó el 30 de junio de 1977 en su Declaración sobrela promoción humana y la salvación cristiana que “De por sí, la teología es incapaz de deducir de sus principios específicos normas concretas de acción política; del mismo modo, el teólogo no está habilitado para resolver con sus propias luces los debates fundamentales en materia social […] Las teorías sociológicas se reducen de hecho a simples conjeturas y no es raro que contengan elementos ideológicos, explícitos o implícitos, fundados sobre presupuestos filosóficos discutibles o sobre una errónea concepción antropológica. Tal es el caso, por ejemplo, de una notable parte de los análisis inspirados por el marxismo y leninismo […] Si se recurre a análisis de este género, ellos no adquieren suplemento alguno de certeza por el hecho de que una teología los inserte en la trama de sus enunciados”.
Los fanáticos que siempre dicen amén a todo son cómplices del problema, puesto que como ha dicho el actual Papa refiriéndose a los cortesanos: «son la lepra de la Iglesia». Si fuera por ellos —salvando las distancias— todavía estaríamos con los Borgia, por lo que resulta pertinente prestar atención a lo que se ha considerado como las corrientes dentro de nuestra Iglesia de Pablo y Santiago (quien deja de lado la “pobreza de espíritu” si observamos el contexto, por ejemplo, en lo que antecede a los versículos 5 y 6 en su segunda epístola donde se refiere a la elección de Dios por los pobres como herederos del Reino y que los ricos los oprimen, a contramano de José de Arimatea, el amigo de Jesús).
Por otra parte, Benedicto xvi –Papa Emérito– acaba de publicar en Klerusblatt destinado a sacerdotes donde, independientemente de sus opiniones sobre los abusos sexuales en la Iglesia, advierte sobre algo fundamental: que la Iglesia es hoy percibida como “una especie de aparato político”.
Alberto Benegas Lynch (h) es Dr. en Economía y Dr. en Ciencias de Dirección. Académico de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, fue profesor y primer rector de ESEADE durante 23 años y luego de su renuncia fue distinguido por las nuevas autoridades Profesor Emérito y Doctor Honoris Causa. Es miembro del Comité Científico de Procesos de Mercado, Revista Europea de Economía Política (Madrid). Es Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, miembro del Instituto de Metodología de las Ciencias Sociales de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, miembro del Consejo Consultivo del Institute of Economic Affairs de Londres, Académico Asociado de Cato Institute en Washington DC, miembro del Consejo Académico del Ludwig von Mises Institute en Auburn, miembro del Comité de Honor de la Fundación Bases de Rosario. Es Profesor Honorario de la Universidad del Aconcagua en Mendoza y de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en Lima, Presidente del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso y miembro del Consejo Asesor de la revista Advances in Austrian Economics de New York. Asimismo, es miembro de los Consejos Consultivos de la Fundación Federalismo y Libertad de Tucumán, del Club de la Libertad en Corrientes y de la Fundación Libre de Córdoba. Difunde sus ideas en Twitter: @ABENEGASLYNCH_h
«Si permanecen obstinados tratando de sostener el cepo iremos a una crisis muy profunda» Aldo Abram – Economista https://cnnespanol.cnn.com/radio/2020/09/25/aldo-abram-llamo-a-terminar-con-las-restricciones-cambiarias/ Com tel con Aldo Abram, Master en Ciencias Económicas. Director Ejecutivo de Libertad y Progreso. Profesor e investigador de ESEADE. Consultor económico y financiero «Pareciera que el Gobierno no entendió que con lo que hizo la semana pasada quedó zanjada una discusión, que un grupo amplio de economistas estábamos teniendo con el BCRA desde que asumieron, al respecto de que lo que había que hacer era tratar de buscar la forma de salir lo antes posible del cepo, porque a lo único que lleva es a una continua pérdida de reservas y cada tanto más restricciones al acceso a esas reservas por parte de particulares y empresas, el Gobierno lo que nos decía es que eso sucedía por la negociación de la deuda en marcha, que traía incertidumbre, cosa que era cierta, y que por tanto, cuando se resolviera la restructuración se empezaría a flexibilizar el cepo cada vez más. La realidad es que la re estucturación de la deuda fue gracias a Dios exitosa y sin embargo la semana pasada cerraron tremendamente el Cepo. Lo que viene a confirmar que nosotros teníamos razón y ellos no» «Si permanecen obstinados tratando de sostener el cepo iremos a una crisis muy profunda, quizás peor que la de 2002» «Argentina en los 70 años anteriores al cepo de Cristina Fernández tuvo 23 cepos, de ninguno se salió bien, de todos se salió traumaticamente, porque intentaron sostenerlos» «Del que no se salió tan traumáticamente fue justamente del de CFK, y no es casualidad fue porque se cambió de Gobierno, porque íbamos a una crisis y el Gobierno de Cambiemos dijo «nosotros sí queremos salir del cepo»» «Cuando la gente no confía saca los dólares y se los guarda, eso es fuga de capitales, más allá que también seea de las empresas que se van, pero todo el combo es fuga de capitales» «Lo que hizo bien en ese momento Cambiemos y debería aprender este gobierno fue decir «Vamos a resolver los problemas de fondo y las reformas estructurales de fondo», la gente les creyó y se empezó a fugar menos capitales y pudieron salir del cepo de forma menos traumática, sí hubo un poco de trauma, pero menor que las anteriores»
Aldo Abram es Lic. en Economía y fue director del Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados de Argentina (Ciima-Eseade) .
El viernes previo a las elecciones PASO, el mercado explotó de conanza y el Merval mostró una suba signicativa. El lunes tras las PASO, el Merval mostró una caída del 50% en dólares. Una baja récord, no sólo para la Argentina,sino para el mundo. Había dos escenarios claramente opuestos entre los cuales los argentinos debían elegir. De un lado, la continuidad de la política económica de Mauricio Macri; del otro, elregreso de la política económica del kirchnerismo. Claro que esta simplicación, como toda simplicación, es engañosa:
1) la elección no era más que internas partidarias, 2) había otros candidatos, 3) Macri podría girar hacia reformas más profundas que las tomadas en estos años, y 4) no está claro tampoco que Alberto Fernandez sea la continuidad del kirchnerismo, pero la grieta sigue presente en la opinión pública, y la elección parecía jugarse bajos esos escenarios futuros. El aplastante resultado en favor de Alberto Fernández sobre Mauricio Macri le dio señales al mercado de que la política económica cambiará. Un mix de incertidumbre y desconanza llevó a los tenedores de bonos y acciones a vendertodos sus activos, asumirlas pérdidas, y emigrar con los pocos dólares que pudieron obtener(en términos relativos). La fuerte demanda porla divisa llevó el tipo de cambio de 45 a 60 pesos por dólar, agregando una nueva devaluación, a las ya acumuladas en 2016, 2018 y principios de . Construir“un muro” para defender el peso en ese instante tras las PASO, de poco hubiera servido, y la pérdida de reservas habría sido más signicativa aún que la observada.
Agosto, el mes de las PASO, dejó un saldo terrible e irrecuperable para la Argentina en el corto plazo, que nos ha hecho a todos muchos más pobres de lo que éramos el viernes anterior. Ese viernes, el escenario optimista era el que pintaban muchos analistas políticos conados en la continuidad de la política económica de Mauricio Macri,sumados a una serie de reformas estructurales que la Argentina necesita en el ámbito económico. Elrelato ocial mostraba un cambio desde la pesada herencia hacia el equilibrio scal primario, un tipo de cambio competitivo y una inación en baja, que a su turno permitiría ir bajando tasas de interés, para ir desarmando las Leliqs mientras se incrementaba la demanda de pesos en el escenario post-electoral.
El estimador mensual de actividad económica (EMAE) que elabora el Indec mostraba que Argentina dejó de caer en 2019, que entró en una meseta, e incluso la economía empezaba a rebotar en julio del corriente. El motor del campo nos está dejando la mejor cosecha de la historia después del año de sequía, y el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, nos devolvía la posibilidad de integrarnos nuevamente con el mundo. Tras las elecciones,se rumoreaba que Argentina avanzaría en una agenda de reformas previsional, laboral e impositiva, que la volvería a colocar como un mercado atractivo para recibir inversiones de capital, lo que permitiría generar un crecimiento vigoroso, y con ello promover emprendimientos, más empleo, mejores ingresos y baja en la pobreza. Parece romántico creer que este cuento, más que escenario, era posible de efectivizar. Los argentinos lo desconocieron, o los que lo escucharon, no lo creyeron. Y había razones para no creerlo, pues sus acos bolsillos no vieron nada de esto en un largo y doloroso gobierno de cuatro años. El gradualismo elegido, primero con Prat Gay y luego con sussucesores, evitó las políticas de shock que podrían haber generado la única vía de solución que evitara este desenlace que hoy observamos. El 2016 fue un año de correcciones mínimas que sentaron las bases para un 2017 de recuperación. Pero fue una recuperación que se consumió el capital político y económico, y estaba basado en un contexto único de fuerte endeudamiento, con ausencia de shocks externos, en un mundo volátil. El 2018 trajo todas las malas noticias juntas. El cóctel explosivo estuvo compuesto por:
1) una sequía que llevó a una mala cosecha y a la consecuente escasez de divisas, 2) elsudden stop (un corte repentino del crédito internacional, en palabras del economista argentino Guillermo Calvo), 3) errores de política económica como el impuesto a la renta nanciera y 4) la falta de independencia del Banco Central con el lógico incumplimiento de metas. Quedará el lema de aquellos años resumido en el problema de “inconsistencia entre la política fiscal y monetaria». La necesidad llevó al Gobierno a comprender que se acababa el tiempo para enderezar elrumbo, y fue solo entonces y obligado por las circunstancias que recurrió al Fondo Monetario Internacional y guiado porsus sugerencias empezó a acelerarla corrección de los desequilibrios macroeconómicos. Personalmente, celebré que nalmente se corrigiera elrumbo y se aceleraran las correcciones de estos desequilibrios. De 2018 a 2019, Argentina se ató a la difícil meta de llegar al equilibrio scal primario en un solo año, meta que parece alcanzará en medio de esta crisis. La renuncia de Sturzenegger en el Banco Central también permitió que por n el foco se pusiera en los agregados monetarios en lugar de las tasas de interés (como manda la receta ortodoxa), aunque claro que las Lebac (heredadas del kirchnerismo pero ampliadas por Sturzenegger) y posteriormente sus hijas, las Leliq, dejarán su huella en un futuro cercano.
¿Por qué los economistas fallamos en prever este escenario económico tan destructivo? Primero porque las encuestas para las PASO mostraban cierta paridad entre el ocialismo y Alberto Fernández. Segundo porque los analistas políticos describían una alta probabilidad de continuidad de la política económica de Cambiemos. Tercero, porque aun una derrota electoral de hasta 5 % en las PASO, Cambiemos podría revertirla. El escenario político contagió el error a los escenarios que los economistas construimos.
Desde el abandono del Patrón oro, los sistemas nancieros modernos dependen bastante de la conanza y las expectativas. Un país como la Argentina, con el prontuario inacionario e hiperinacionario depende todavía más de la conanza. Las PASO desataron una ola de desconanza. Unos dirán que se debió al propio mensaje de miedo que el ocialismo generó. Otros dirán que ese miedo está justicado en los antecedentes de los miembros de la oposición. Lo cierto es que cualquiersea el motivo, tras las PASO el mercado prerió reconocerlas pérdidas y salir con lo puesto. Si los dólares en reservas eran sucientes previo a las PASO para sostenerla estabilidad del mercado cambiario, ante la enorme desconanza desatada tras la elección de agosto las mismas parecen insucientes. El gobierno no logra renovarlas Letes lo que lleva a la autoridad monetaria a proveer al Tesoro de parte de las reservas para atendersus compromisos. Además, los depositantes de dólares desconfían que el Banco Central disponga de las divisas cuando se las requiera en el futuro y han decidido irtras ellas mientras todavía están disponibles. Ambos factores generaron una fuerte reducción de las reservas internacionales, lo que ya compromete la estabilidad delsistema cambiario. Como si esto fuera poco, las Leliq que adquieren los bancos sobre la base de los plazos jos que construyen los depositantes, difícilmente puedan serrenovados. Si el billón de pesos en Leliq se monetiza en estos casi dos meses que quedan antes de las elecciones, la demanda de dólares de parte de los depositantes irá porlos dólares, y la presión sobre el tipo de cambio ya será extrema. En medio de esto, las negociaciones con el FMI se vuelven fundamentales, para sabersi la autoridad monetaria contará con algo más de reservas para afrontarlas múltiples presiones por su demanda. El Gobierno decidió ir a un “default selectivo”, para estirar algunos plazos, y reducir la demanda porlas escasas divisas en reserva. Agregaría también en esta semana un control de cambios limitando los dólares que las personas y empresas pueden adquirir. Pero si bien esto puede ayudar a transitarlos dos meses previos a la elección, aun quedará otro plazo por cumplir hasta el 10 de diciembre
En síntesis, es demasiado largo el plazo que resta hasta el cambio de Gobierno, y son pocos los ladrillos de los que dispone para construir un muro que evite la sangría de reservas. El FMI podría ayudar, pero el potencial candidato a Presidente Alberto Fernández ya culpó a la institución portodos nuestros males, y dejó en claro que renegociará esos compromisos, en un marco de nuevo default. El ocialismo debe encerrarse a hacer cuentas, tomarla base monetaria en pesos,sumarlos pasivos del Banco Central, analizarlas reservas netas de las que dispone y evaluar una política de tipo de cambio fijo, convertibilidad o dolarización, en la cual restablezca la confianza en la moneda de circulación. Aunque hay un problema adicional: el oficialismo ya no parece tener el poder, la fuerza y la voluntad de encontrar una solución de estas características. Estamos presenciando el nal del peso, otra moneda mal gestionada en la historia argentina, y nuevamente por las mismas razones: los abusos de los sucesivos gobiernos en el terreno fiscal
Adrián Ravier es Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Master en Economía y Administración de Empresas por ESEADE. Es profesor de Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Universidad Nacional de La Pampa y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco Marroquín.