LA FE NO ES IRRACIONAL: LA DIFERENCIA ENTRE MISTERIO Y ABSURDO

Por Gabriel J. Zanotti. Publicado el 29/9/19 en: http://gzanotti.blogspot.com/2019/09/la-fe-no-es-irracional-la-diferencia.html

 

Ultimamente he tenido que explicar mucho lo que es moneda corriente para cualquiera que estudie el pensamiento medieval, a saber, que la Fe (religiosa) no es irracional. Obviamente nos estamos refiriendo a la escolástica católica que concluye en Santo Tomás de Aquino en diálogo con la filosofía griega.

Los padres apologistas griegos y latinos toman su nombre precisamente de que hacían apología de la Fe: la “defendían” de la acusación de absurdo, esto es, de contradicción en términos. Esa es una de las principales “razones para la Fe”: que la fe no atenta contra el ppio de no contradicción. Ello no concluye necesariamente en la Fe (si no, no sería Fe) pero es uno de los motivos para aceptar la Fe que proviene de Dios SIN que esa aceptación sea irracional.

Por ejemplo, para explicar los misterios de la Encarnación y la Trinidad, Santo Tomás hace una magnífica síntesis de las nociones de naturaleza, persona e individuo, que ya habían explicado otros teólogos y que estaban ya esbozadas en la filosofía griega. Por eso Benedicto XVI tuvo que explicar de vuelta, en Septimebre de 2006, que ello no implicó una helenización del Cristianismo, sino una cristianización del Helenismo.

Ahora bien, alguien puede decir: si algo no es contradictorio, ¿dónde queda el misterio?

No creo que valga la pena dar una definición in abstracto de misterio que lo distinga de otras cosas humanas no absurdas. La tentación de caer en un racionalismo y semipelagianismo escolástico se ha dado muchas veces, pero no creo que la podamos vencer dando más definiciones. Lo que hay que hacer es convivir con los misterios de manera concreta.

Por ejemplo, J. Pieper tiene un libro titulado “El concepto de pecado”. Comienza en al primer capítulo explicando muchas cosas. Pero el capítulo termina con preguntas que va a comenzar a explicar en el cap. 2, y así sucesivamente. La impresión es que finalmente en el cap. 8, el último, quedará “todo resuelto”, y listo. Pero no. El cap. 8 también termina con preguntas abiertas inconestables en sí mismas para la razón humana. Si, se ha hecho apologética, se ha demostrado que no hay un absurdo, “pero”…

Desde luego, todas las ciencias y filosofías humanas también quedan abiertas, con preguntas no resueltas. Por eso digo que hay que acostumbrarse a la dimensión del misterio in concreto. La inteligencia humana no puede comprender lo infinito pero es como una piel que siente el calor del sol. El misterio se percibe cuando ya, si nos acercamos más, nos quemamos. En ese detenerse un poquito antes está la dimensión del misterio.

Pero para eso hay que acercarse. Algunos rechazan totalmente siquiera comenzar el camino. Pero luego hablan….

 

Gabriel J. Zanotti es Profesor y Licenciado en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), Doctor en Filosofía, Universidad Católica Argentina (UCA). Es Profesor titular, de Epistemología de la Comunicación Social en la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor de la Escuela de Post-grado de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Profesor co-titular del seminario de epistemología en el doctorado en Administración del CEMA. Director Académico del Instituto Acton Argentina. Profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Fue profesor Titular de Metodología de las Ciencias Sociales en el Master en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE, y miembro de su departamento de investigación. Síguelo en @gabrielmises 

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