Por Alejandro A. Tagliavini. Publicado el 20/5/16 en: http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/brasil-tren-que-argentina-perdio_310569
Derecha e izquierda son palabras que hoy no definen casi nada, cambios de discursos y amigos, pero poco de políticas reales. Sea como fuere, dos grandes “giros hacia la derecha” se dieron en América Latina: en Argentina con el gobierno de Mauricio Macri y en Brasil con la caída de Dilma Rousseff. Mario Vargas Llosa, mostrando otra vez que es un eximio escritor, pero un pobre político con floja formación y mal asesorado, afirmó que: «América Latina necesita un liderazgo que podría ocupar la Argentina».
Y los hechos muestran que, en todo caso, Argentina pierde el tren y el líder será Brasil. Macri ha dicho siempre que quiere un Estado fuerte y lo está logrando, el problema es que el Estado moderno es el monopolio de la violencia -con el que impone sus leyes- y la violencia siempre destruye.
Casi todos los índices y tendencias en Argentina son negativos. Baja el consumo y la producción industrial, aumenta la pobreza y la desocupación, la inflación llega al disparatado 40% anual, en base a datos de la OCDE, debido al desbocado gasto estatal, la presión impositiva supera el 34% del PIB y sube a un ritmo del 35% y no alcanza para bajar el gigantesco déficit fiscal que el académico José Luis Espert estima en el disparatado 7,6% del PIB para este año, contra el 7,1% del 2015.
Y las libertades decaen. Ahora, uno de los problemas más graves de Argentina es el “vaciamiento intelectual”. Hijo de un rico empresario, “exitoso”, y opositor a las medidas ultraestatistas del gobierno anterior, Macri convenció a muchos “partidarios del libre mercado” de que su gobierno iría en ese sentido, a tal punto que hoy casi todos los think tanks “liberales” lo apoyan mostrando una notable flojedad intelectual.
Al punto que cuando el gobierno propone obligar a los niños de tres años a asistir a la escuela, nada dicen al respecto. No se trata de educar o no, sino del hecho de forzar a niños pequeños. Me recuerda a sistemas totalitarios, como el estalinista. Con este apoyo de los “partidarios del libre mercado”, cuando el gobierno caiga, será difícil convencer a la opinión pública de que el fracaso no se debió a la naturaleza del mercado.
Cruzando la frontera, las cosas van en otra dirección. Destacados operadores de mercado -como el director de investigaciones para América Latina de Goldman Sachs- calificaron como «dream team» al equipo del ministro de Hacienda que acompaña al presidente interino, Michel Temer, del Partido Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), de centro derecha.
Proponen recortar el gasto público y el sistema de pensiones y desregulación laboral, medidas que habían anticipado en el “Programa Puente para el futuro” realizado por el PMDB en 2015 y apoyado por la federación patronal de Sao Paulo. Analizan, también, la incorporación del sector privado a empresas estatales como Correos y Casa de la Moneda, según informó O’Globo, y la venta de las participaciones que el Estado tiene en unas 230 empresas. Luego, intentarían desmantelar parcialmente el gigantesco BNDES, competidor de la banca de Wall Street, y privatizar la petrolera Petrobras.
Habrá que ver hasta dónde llegan, dado el caos político. Pero al contrario de Macri, van por el achicamiento del Estado -del monopolio de la violencia- de modo que podrían destruir menos, creciendo Brasil y destacándose como líder de América del Sur.
Alejandro A. Tagliavini es ingeniero graduado de la Universidad de Buenos Aires. Es Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California y fue miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE.
Me parece que el doctor Tagliavini ha escrito este artículo subjetivamente con respecto al gobierno actual. Objetivamente hoy el Estado pretende desarmar el entramado burocrático e inmoral del gasto público heredado de quienes han esquilmado a la Argentina y el equipo económico dirigido por Prat Gay trabaja desde el principio para bajar la inflación a la brevedad posible.
A un país al cual en todos sus rubros lo han dejado en rojo y que hoy no es que esté convaleciente sino en terapia intensiva hay que tener piedad y esperanza hacia los médicos que ponen toda su capacidad y empeño para salvar al enfermo.
Si creo que es un error importante obligar a los padres a enviar a sus hijos desde los tres años a la escuela. Dificultades económicas y físicas deberían haberse tenido en cuenta.