El gasto “social” europeo: ¿es sostenible en el tiempo?

Por Pablo Guido. Publicado el 27/11/12 en http://chh.ufm.edu/blogchh/

Los datos oficiales muestran que para los 27 países miembros de la Unión Europea el gasto en protección social se lleva casi un 30% del PIB, en promedio. ¿Qué representan dichos gastos? El pago en pensiones, salud, vivienda, subsidios para grupos “desprotegidos”, etc. Si sumamos todos los gastos que realizan los gobiernos europeos llegaríamos a un promedio del 50% del PIB, aproximadamente. La pregunta que hace mucha gente es si este nivel de gastos es sostenible en el tiempo. Porque las dudas no sólo se encuentran en el futuro inmediato, sino fundamentalmente en el mediano y largo plazo. El punto es que los mayores gastos de los gobiernos hoy van a parar a las pensiones y los gastos de salud. Y, teniendo en cuenta que los principales “clientes” de dichos rubros son las personas de mayor edad, podemos predecir que dichos gastos tienden irremediablemente a subir. Excepto que las promesas de pago no se cumplan, es decir, que se les diga a la gente que lamentablemente van a tener que comenzar a ahorrar no sólo para su vejez sino también que tendrán que pagar gran parte de sus gastos de salud. Tarde o temprano esto va a suceder, ya que la carga tributaria y el nivel de endeudamiento no pueden subir al infinito para financiar este gasto creciente. La gran duda es si en el momento de la verdad, cuando los políticos les tengan que comunicar las malas nuevas a los votantes, cómo reaccionarán estos últimos. Claro que, como nos dice el Public Choice, los políticos tratarán de dilatar ese momento lo más que puedan: emitiendo dinero y cobrando el impuesto inflacionario, intentando gravar tributariamente a grupos minoritarios, endeudándose o realizando cambios marginales en los sistemas de pensiones (elevando la edad de retiro, por ejemplo) y de salud (estableciendo co-pagos en las prestaciones, por ejemplo).

La alternativa es generar un flujo de inversiones de tal magnitud que permita incrementar los niveles de productividad mucho más. De esta manera la recaudación tributaria crecería como consecuencia del aumento en la base tributaria. La duda es si con las restricciones actuales que existen hoy en Europa (altos impuestos, incertidumbre fiscal y monetaria, elevada deuda pública, amplias regulaciones en los mercados laborales) las inversiones fluirán en los montos necesarios en los próximos años.

Pablo Guido se graduó en la Maestría en Economía y Administración de Empresas en ESEADE. Es Doctor en Economía (Universidad Rey Juan Carlos-Madrid), profesor de Economía Superior (ESEADE) y profesor visitante de la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala). Investigador Fundación Nuevas Generaciones (Argentina). Director académico de la Fundación Progreso y Libertad.

 

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