La Escuela Austriaca y el Public Choice sobre Desarrollo Económico y Pobreza

Por Adrián Ravier. Publicado el 15/8/12 en http://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2012/08/15/leccion-2-la-escuela-austriaca-y-el-public-choice-sobre-desarrollo-economico-y-pobreza/#more-3289

 Hace unos días inicié una serie de comentarios en este blog acerca de mi experiencia en el seminario “Advanced Austrian Economics”, organizado por FEE.

Aquí va la segunda lección: “La ayuda internacional (en todas sus formas) que algunos países periféricos reciben de los países centrales para reducir la pobreza ha fracasado. La Escuela Austriaca y el Public Choice pueden explicar los motivos de este fracaso.”

 El desarrollo económico es uno de los campos que necesitan ser profundizados en los próximos años, y que de hecho recibe la mayor atención de parte de los jóvenes austriacos. En el seminario tanto Chris Coyne como Peter Leeson han trabajado el tema, pero en esta ocasión quisiera concentrarme en las aportaciones de Claudia Williamson, invitada especial al seminario.

En la primera parte de la presentación, la Dra. Williamson recorrió la historia de la ayuda internacional. Habló de Bretton Woods (1944), del Plan Marshall (1950), del intento de algunos países por alcanzar la industrialización a través de mejoras en la infraestructura (1960), de la ayuda otorgada a países pobres para solucionar la pobreza, identificando la teoría del círculo vicioso de la pobreza, y el Big Push Model, como teorías centrales (1970), las reformas institucionales conocidas hoy bajo el nombre del “consenso de Washington” (1990) y el conocido “Fixing Failed States” (MDGs) que combina ayuda internacional con intervención militar para alcanzar la paz, el desarrollo y la democracia (2000).

En la segunda parte, se presentó un video que se puede resumir con el siguiente lema o reclamo: “We can and must do something” [Podemos y debemos hacer algo].El video era excelente, puesto que reunía declaraciones de economistas como Jeffrey Sachs o Amartya Sen justificando desde el punto de vista económico y moral la ayuda internacional, pero además había músicos como Bono o la actrtiz Angelina Jolie, reclamando que el mundo se solidarice con la situación de mucha gente que vive en la más extrema pobreza. Este no es el video, pero puede ayudar a mostrar el punto:

http://www.youtube.com/watch?v=NG5pa4wds1U&feature=player_embedded

Mientras veía el video pensaba, qué insensible sería uno si no reaccionara de pie y con aplausos a semejante discurso.

La Dra. Williamson describió la extrema pobreza que uno puede encontrar en Etiopía, Ghana, Kenya, Malawi, Mali, Nigeria, Rwanda, Senegal, Tanzania y Uganda. Señaló que la ayuda internacional ha provisto de hospitales, medicamentos, agua pura, libros y muchas otras cosas para paliar la pobreza, y sin embargo, la ayuda no está funcionando, es marginal, y no existen estudios que demuestren que toda esta ayuda multi-millonaria está realmente ayudando a los pobres.

Williamson también presentó un informe del  Banco Mundial cuya conclusión era la siguiente:

“Despite the billions of dollars spent on development assistance each year, there is still very little known about the actual impact of projects on the poor.” “[A pesar de los miles de millones de dólares gastados en ayuda al desarrollo cada año, aun sabemos muy poco acerca del impacto real de los proyectos sobre la pobreza]

¿Qué explicación pueden ofrecer los economistas a este conclusión? Esta es la pregunta que la Dra. Williamson respondió en la tercera parte de su exposición. Citó a dos autores centrales en la materia: Peter Bauer [aquí uno de sus artículos, en inglés] y William Easterly [aquí los dos artículos en español que recomiendo a mis alumnos, Hayek versus los expertos en desarrollo y por qué no funciona la ayuda externa]. [En 2007, tanto J. Sachs y W. Easterly fueron entrevistados por el diario El Mundo de España, y mostraron abiertamente sus diferencias sobre el tema del desarrollo]

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=vzy8dafM89E

Los lectores familiarizados con la literatura de la Escuela Austriaca y el Public Choice se imaginarán la respuesta, pero avancemos.

El primer problema con la ayuda internacional es el problema del conocimiento (al que han contribuido tanto Ludwig von Mises como Friedrich Hayek). Hoy la lucha contra la pobreza se identifica como un problema de ingeniería social con una solución técnica. Ej. Falta agua en Uganda o medicamentos en Nigeria, entonces tenemos que tomar esto de algún lugar y llevarlos en forma urgente a dichos lugares.

El segundo problema con la ayuda internacional es de incentivos. La Dra. Williamson, resumió el problema señalando que “el dinero de la ayuda internacional no se gasta sólo.”

Empecemos por este último. La presentación incluyó un cuadro, en dos columnas, que simplificaban los problemas desde el lado de los países que aportan la ayuda internacional, y luego, desde el lado de quienes la reciben. Sintéticamente, quienes aportan el dinero tienen intereses específicos (muchas veces alejados de la opinión pública o de los pobres a quienes se intenta ayudar). Además en medio de esto hay una enorme burocracia que se consume una porción de estos recursos. Por último, es difícil de monitorear el origen y destino de los fondos de ayuda. La conclusión es que en muchos casos, la ayuda no llega al destino esperado.

Pero el argumento central, proviene de los receptores del dinero. En general, quienes reciben la ayuda son los poderes concentrados que existen en cada país, los que justamente evitan el desarrollo de estas economías con enormes regulaciones, subsidios y prohibiciones a la inversión extranjera. De hecho, Williamson mostró que la mitad de la ayuda contra la pobreza la reciben hoy gobiernos autoritarios o dictatoriales (contrarios a la democracia).

Visto de este modo, la ayuda internacional profundiza el problema al ofrecer dinero precisamente a los burócratas que evitan una posible salida de la pobreza.

Williamson explica que la ayuda oculta las malas políticas públicas que se toman, además de crear dependencia y el conocido riesgo moral. Distorsiona la actividad productiva, incentiva los intereses especiales y particulares y cambia las reglas de juego.

Volviendo ahora sobre el primero de los problemas, el del conocimiento, Williamson cita a Easterly con la diferencia entre “Planners versus Searchers“. Lo que necesitan estos países no son soluciones planificadas desde afuera, sino personas que puedan construir y buscar soluciones a sus propios problemas desde dentro del sistema. Estos “buscadores” a través de su creatividad y aprovechando su conocimiento de tiempo y lugar, son los únicos que pueden resolver el problema de la pobreza. La ayuda internacional, de carácter socialista, ha evitado hasta ahora que estas soluciones “microeconómicas” puedan avanzar. En palabras de W. Easterly:

Hayek no escribió mucho acerca de desarrollo, pero su defensa de los mercados y la crítica a la planificación central fueron muy relevantes para estos debates. En un artículo clásico de 1945, Hayek indicó que ningún planificador central desde arriba podía de alguna manera tener suficiente información para asignar los recursos y provocar el funcionamiento de las fábricas. Un sistema descentralizado, con flujo de información de abajo hacia arriba, permitía que cada individuo utilice su conocimiento de cientos de diminutos factores locales y problemas imprevistos de tal forma que haga que su proyecto funcione y que sus acciones sean coordinadas con otros a través de los precios del mercado—que señalan a todos cuáles productos son abundantes y cuáles escasos. […]

El último intento que nosotros los expertos en desarrollo necesitamos para encontrar empleo es que aceptemos que la libertad individual es el mejor sistema, y también decir que se necesitan expertos en desarrollo para diseñar las reglas que permiten la libertad individual. Es cierto que la libertad necesita de las reglas gubernamentales que protejan la propiedad privada, hagan respetar los contratos, prevengan el fraude y el robo, y muchas otras normas de buen comportamiento que hacen posible el trato entre individuos. Pero eso no significa que los expertos necesitan diseñar las reglas gubernamentales desde arriba hacia abajo. El último y posiblemente el más importante descubrimiento de Hayek fue que las reglas gubernamentales en un libre mercado no son diseñadas, evolucionan de abajo hacia arriba. Como lo dijo Hayek: “El valor de la libertad consiste principalmente en la oportunidad para el crecimiento de aquello que no ha sido diseñado, y el funcionamiento beneficioso de una sociedad libre depende en gran parte de la existencia de instituciones creadas libremente”.

Como conclusión, la Dra. Williamson dijo que las ayuda puede ser útil, pero no provocará un milagro. Como ejemplo, señaló que la ayuda puede dar “escuelas”, pero no necesariamente “educación”. La ayuda puede resolver un problema puntual de una parte específica de la sociedad, pero no resolverá el problema del conocimiento que Hayek planteara en 1945 y que constituye el principal problema en cualquier economía.

Lo que Africa y los países más pobres necesitan es liberar sus mercados, reduciendo la burocracia y permitiendo que la inversión extranjera a través de su capital, su tecnología y su know how integre a estas comunidades en la sociedad global.

Para cerrar, y dado que puedo haber distorsionado la presentación en mi resumen, dejo un artículo de Claudia Williamson sobre este importantísimo tema.

Adrián Ravier es Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Master en Economía y Administración de Empresas por ESEADE y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco Marroquín.

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